Consumos problemáticos: edades más tempranas, crecimiento exponencial y tecnología como novedad
El titular de Aprecod advirtió que hay situaciones que no se pueden naturalizar, anticipó que la agencia tendrá más presencia en el interior y destacó que en la provincia hay adonde acudir para buscar ayuda.
La adicción a la tecnología en general, y a los juegos online con apuestas en dinero están en el foco de atención.
Hace pocos días, el 26 de junio, se conmemoró el Día Internacional de Lucha contra el uso indebido de drogas y narcotráfico, una jornada que cada año permite visibilizar una problemática que se acrecienta aunque con diferentes aristas, según los territorios pero, también, de acuerdo con los tiempos. En este sentido, la adicción a las tecnologías y la compulsión a jugar mediante apuestas aparece como una nueva modalidad que requiere de particular atención, sobre todo cuando afecta, como ocurre en la actualidad, a niños, niñas y jóvenes.
Sin embargo hay una preocupación que permanece y es el aumento de consumo en drogas denominadas legales. Y aquí entra en escena el alcohol, la "sustancia más consumida" en palabras de Luciano Sciarra, secretario de la Agencia de Prevención de Consumo de Drogas y Tratamiento Integral de las Adicciones (Aprecod).
Sciarra, cuyo espacio depende del Ministerio de Igualdad y Desarrollo Humano, advierte sobre varias cuestiones: el consumo problemático crece de manera exponencial, y las personas que atraviesan esta situación pertenecen a todos los sectores económicos y sociales.
La novedad, en las últimas semanas, estuvo en el incremento de plazas de atención que pasaron de 356 a 667 en todo el territorio santafesino, y, según se anuncia, seguirán aumentando.
Sobre este tema, además del relevamiento que se realizó en al provincia y se presentará próximamente y la importancia de hablar sobre adicciones y difundir los canales de consulta disponibles, habló Sciarra con El Litoral.
- ¿Había una demanda tan grande de atención en materia de consumos problemáticos que hacía necesario aumentar esta disponibilidad de plazas o era una decisión que había quedado atrasada?
- El aumento se dio en todas las tipologías de plazas, no solo de internación sino también en las del tipo ambulatorio.
La demanda es exponencialmente creciente para acompañamiento y tratamientos en general, y siempre ocurre que el Estado corre por detrás en eso. Entonces, a la pregunta sobre si estaba pendiente o es de ahora, diría que son las dos cosas.
"Tenemos que lograr que se hable más de las adicciones, que se insista en que no es normal el exceso en los consumos, que no es saludable ir borracho a una fiesta ni que haya que consumir alcohol en una casa antes de salir", advierte Luciano Sciarra, titular de Aprecod.
De hecho tenemos un programa para implementar a partir de esta segunda mitad del año para seguir incrementando (el número de lugares), porque es una problemática que va en un crecimiento exponencial y atraviesa todo tipo de barreras socioeconómicas, culturales, regionales y etarias.
Por supuesto que nuestro servicio va destinado, principalmente, a las personas que no tienen obra social porque es parte del sistema público.
- ¿Cuáles son las características de esta problemática?
- Las personas que se encuentran atravesando consumos problemáticos o adicciones pertenecen a todo tipo de clase social y no se da solo en las grandes ciudades sino también en las pequeñas localidades del interior. La edad de iniciación es cada vez más baja, antes ocurría en la juventud, luego en la adolescencia y ahora podemos decir que en la preadolescencia e incluso en la niñez aparece el consumo de sustancias legales y prohibidas.
La sustancia más consumida es el alcohol, que genera una adicción problemática. Cuando se habla de adicción a las drogas se piensa en la cocaína pero a esas drogas tiene acceso un segmento muy chico de la población por el alto costo.
Pero las drogas llamadas "legales" como el alcohol o el tabaco son las más difundidas, también los psicotrópicos en mayores de 40 ó 50 años.
Además, tenemos la problemática de las adicciones que no están ligadas al consumo sino al comportamiento; la que más está recibiendo atención y preocupación ("y ocupación", remarca) es la adicción a la tecnología en general, pero básicamente en niños y adolescentes, y ligado a eso las apuestas ilegales.
Comúnmente se llama ludopatía, o juego compulsivo, pero aquí el tema es la adicción al juego que tiene que ver con la apuesta. Cuando lo lúdico se convierte en una adicción y en el medio hay una apuesta, es mucho más grave.
- ¿Es una problemática creciente?
- Es nueva y tan creciente como los avances tecnológicos. La provincia fue la primera que hizo una denuncia judicial a través de la Lotería de Santa Fe respecto de los sitios ilegales de apuestas para que la Justicia argentina tome cartas en el asunto. Ahora trabajó en una presentación ante el Banco Central para que se prohíban las transferencias de billeteras electrónicas a determinados sitios que son receptores de apuestas ilegales. En ese sentido, Santa Fe es punta de lanza y se han sumado el resto. Es uno de los combates que puede dar el Estado.
- En una variedad tan amplia de matices que tiene esta problemática, ¿se coordinan acciones con otras áreas, como Seguridad, Educación, Salud y Salud Mental, Trabajo?
- Es el complejo rol que tiene nuestra agencia que, por lo general, no se ve. El rol de nuestra agencia es de coordinación; tenemos un equipo multidisciplinario con profesionales de mucha experiencia y vocación que viene haciendo una carrera administrativa de muchos años en el Estado y es el que interactúa con los equipos profesionales de los distintos ámbitos donde intervenimos de manera directa o indirecta. Primero, la red de instituciones con las cuales tenemos un convenio de contraprestación que se dedican al abordaje y prevención de adicciones, muchas son instituciones de la sociedad civil, o ligadas a cultos religosos y otras son instituciones privadas.
Por otro lado trabajamos en el ámbito educativo, a través del ministerio, con intervención en los colegios, gabinetes psicopedagógicos y equipos socio educativos. También con la Secretaría de Deportes que pertenece a nuestro ministerio, con intervenciones en los clubes de barrio, clubes grandes y con quienes se están iniciando en el deporte profesional que es toda una problemática por la exigencia que implica esa actividad. También hacemos capacitación y hace un mes lanzamos con la Universidad Católica de Rosario una diplomatura con título universitario para la prevención de adicciones, cien por ciento gratuita y on line.
Otro programa es para empleados de municipios y comunas, sobre todo del interior de la provincia que no tienen acceso como sí ocurre en las ciudades más grandes.
Además, hacemos el diseño de comunicaciones de prevención y durante todo el verano, con personal propio y voluntarios, llevamos adelante más de 50 intervenciones en fiestas populares, balnearios, clubes con piletas, parques de todos los departamentos; también en la fiesta electrónica que se hizo en Rosario.
Luciano Sciarra, secretario de la Agencia de Prevención de Consumo de Drogas y Tratamiento Integral de las Adicciones (Aprecod).
Nuestro ámbito es amplio pero no hacemos nada solos sino en conjunto y colaboración con otros actores que trabajan en esta materia.
- Hablamos de amplitud de las acciones pero también hay que pensar en la diversidad del territorio, porque siempre pensamos en Santa Fe y Rosario. ¿Cuál es la situación en el interior de la provincia?
- El noroeste está totalmente desatendido en esta materia. Si uno pinta el mapa de la provincia para ver dónde hay dispositivos de Aprecod y del Sedronar (nuestro par a nivel nacional), que es un trabajo que hemos hecho y vamos a exponer en los próximos días, vemos que hay manchas de color en Rosario, Santa Fe y sus zonas aledañas. También en Venado Tuerto se trabaja muy bien la temática.
En el noreste, noroeste, el centro-oeste no es igual: la semana pasada recorrimos desde San Javier hasta Las Toscas, volvimos por Tostado, Ceres, Rafaela, San Jorge y son puntos donde hace falta de manera urgente una presencia del Estado provincial en apoyo y coordinación con los municipios.
En la segunda mitad del año vamos a dar la novedad de un trabajo conjunto para que esas zonas que hoy están en blanco pasen a tener un color.
- Mientras tanto, ¿qué ocurre cuando estamos frente a una persona que está atravesando una crisis por consumo problemático?
- La urgencia es atendida por el sistema de salud; no es la función de Aprecod. Una crisis requiere un ámbito que sólo se puede generar en un efector de salud donde hay una guardia médica preparada. Una vez que la persona está estabilizada, el equipo de salud de ese efector se comunica con el nuestro para encauzar un tratamiento. Ahí entramos en la cuestión de mediano y largo plazo.
- ¿Para eso son las plazas de internación y de tratamiento ambulatorio?
- La gama de tratamiento tiene dos grandes grupos: los ambulatorios y los residenciales (internación). En el primer caso, la persona recibe atención en el lugar donde vive (su casa, un refugio), hace la consulta psicológica en un lugar, puede participar de un taller a otro lugar y tener una actividad grupal en uno distinto.
También las modalidades ambulatorias tienen que ver con talleres de oficios, artes, actividades lúdicas, es decir que buscan variedad para el abordaje terapéutico. Hoy la tendencia es esa, que la persona no esté encerrada, por un lado porque la Ley de Salud Mental desalienta la institucionalización y por el otro, porque las tendencias actuales y profesionales van por el lado de que la internación sea un recurso extremo para un caso puntual y por tiempo acotado.
- ¿En qué aspecto de esta problemática tan amplia tendríamos que poner el foco los medios de comunicación?
- En que la provincia está presente para acompañar a quienes necesitan ayuda. Tenemos el lema "no estás solo, no estás sola". En la provincia mucha gente no sabe que tiene un número gratuito al que puede llamar todos los días, de 8 a 24 (ver Dónde acudir) para recibir una orientación, ni conoce que hay lugares donde se puede asistir sin turno para consultar por un hijo, una pareja o un amigo. Porque a veces la persona que atraviesa esta situación no tiene motivación para pedir ayuda.
Muchas veces animamos a los familiares, a los seres queridos, docentes, profesores de educación física a que se acerquen, porque sin desatender a las personas adultas, el foco está puesto en la juventud y en preadolescentes que por la situación económica y la edad son más vulnerables.
Tenemos que lograr que se hable más de este tema, que se insista en que no es normal el exceso en los consumos, que no es saludable ir borracho a una fiesta ni que haya que consumir alcohol en una casa antes de salir.
Hay hábitos que están naturalizados pero tienen que llamar la atención y prender una luz de alerta en los adultos respecto de los menores.
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