La contaminación del Arroyo Ludueña en Rosario sigue siendo un tema de preocupación en la ciudad. De hecho, este jueves el Concejo aprobó dos proyectos clave que buscan conocer cuáles son las acciones a mediano y largo plazo que ejecutará la Municipalidad para sanearlo y saber qué pasó con el “Sabalito Barredor”.
Es que la contaminación no tiene límites. Innumerables consecuencias están causando año tras años el sostenimiento de la contaminación extrema del arroyo. Solamente a modo de ejemplo, a mediados del año pasado el Club Náutico Malvinas Argentinas se vio afectado por no poder bajar embarcaciones por la basura que había en el arroyo.
No sólo eso, el Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) también alertó mediante un informe los preocupantes niveles de materia fecal que detectaron en el agua.
Tanto quienes viven en el Parque Habitacional Ibarlucea del lado de Rosario como los habitantes del lado de Ibarlucea, que residen en el barrio Logaritmo, insisten con el pésimo estado que presentan las aguas del canal Ibarlucea y del canal Salvat, que desagotan en el arroyo Ludueña.
Se trata de un reclamo histórico y reiterado por parte de quienes residen en la zona. El hecho de tener que convivir con el olor a residuo cloacal es una queja que no pierde vigencia y que nunca termina de solucionarse.
Pese a que las Municipalidad realizó esfuerzos y armó un operativo en el que se recolectaron plásticos, químicos y materia fecal humana, no es suficiente para sanearlo, según lo que se expone en un informe elaborado por la Universidad Nacional de Rosario (UNR), que tomó distintas muestras en diferentes desembocaduras del arroyo Ludueña y, así, pudieron detectar el alto grado de contaminación con niveles extremo de desechos humanos.
Es por eso que este jueves el Concejo volvió a poner en agenda la problemática aprobando dos proyectos al respecto: por un lado, pedirle a la Municipalidad que explica “cuál es el plan de saneamiento de la desembocadura” y también “dónde está el famoso ‘Sabalito Barredor’”, el barco municipal hundido el pasado diciembre.
Mirá tambiénAcueducto San Javier – Tostado: senadores se reunieron con Pullaro por la paralización de la obra“Pareciera que con la cantidad de crisis que vive Rosario, esta situación puede ser algo más a lo que se le puede dar tiempo y esperar, y la verdad es que no. Los problemas socioambientales dejaron de ser problemas del futuro para convertirse en problemas del presente”, explicó a El Litoral el autor de la iniciativa y presidente de la Comisión de Ecología del Concejo Julian Ferrero.
La propuesta del edil de Ciudad Futura retoma discusiones que el cuerpo legislativo de la ciudad venía llevando adelante años anteriores.
Es que ya en el 2022 un estudio realizado, a pedido del Concejo, por el Centro de Ingeniería Sanitaria de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la UNR aseguraba que en sus aguas hay altos valores de carga inorgánica - proveniente de desagües cloacales y residuos industriales - que causan olores y contaminación denunciada por vecinos de la zona.
Lo aprobado en detalle
El primer proyecto que se aprobó está vinculado al hundimiento del Sabalito Barredor. Una embarcación donada a la Municipalidad por un grupo de empresas asentadas a la vera de la desembocadura del arroyo. “Ni siquiera lo compraron, lo anunciaron con bombos y platillos, nunca lo usaron y se terminó hundiendo amarrado a un poste”, denunció Ferrero.
Mirá tambiénPullaro tras la amenaza a Bullrich: "Se terminó la fiesta en el Servicio Penitenciario"El Sabalito Barredor fue anunciado el 4 de julio de 2019. Su tarea era llevar adelante la limpieza del basural flotante que se conforma en el Ludueña. Desde su hundimiento, en diciembre del 2023, “no se ha establecido ningún plan de saneamiento de la desembocadura”.
Asimismo, el concejal pidió incorporar nuevos parámetros a los análisis que el Municipio está llevando adelante para medir y monitorear la contaminación del Ludueña.
Por último, Ferrero se refirió a un pedido que vienen llevando adelante organizaciones socioambientalistas y vecinos de la ciudad en la Comisión de Ecología. Se trata de la solicitud para que el Concejo realice una audiencia pública sobre el estado de situación del arroyo Ludueña. “Es una instancia fundamental para que la política le rinda cuentas a la sociedad”, explicó.
“El deterioro del Ludeña es complejo. Es un problema de Rosario y de otras diez localidades. La audiencia pública es una manera de llamar a un encuentro a todos los representantes, funcionarios y responsables de las localidades y la provincia para que compartan su diagnóstico y puedan explicar qué van a hacer para abordar la problemática”, finalizó.
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