Los cráteres terrestres, consecuencia de los impactos de asteroides contra el planeta, pueden dar pistas para la búsqueda de vida en Marte y en otros planetas, según un estudio de la Universidad de Edimburgo.
Esta teoría, nació después de que los científicos encontraron diminutos organismos en las profundidades de un cráter que se formó hace 35 millones de años.
"Los organismos hallados son la evidencia de que los cráteres proporcionan refugio a los microbios, protegiéndolos de los efectos de los cambios de estaciones y eventos tales como el calentamiento global o las edades de hielo", señalaron los expertos del estudio a la revista "Astrobiology", según despacho de Europa Press.
De este modo, el trabajo sugiere que en aquellos lugares de Marte donde hay cráteres, también puede haber vida escondida y, por lo tanto, su perforación podría dar lugar a encontrar nuevas formas de vida, o similares a la que existen en la Tierra.
Los autores del estudio perforaron casi dos kilómetros por debajo de uno de los mayores cráteres de impacto de asteroides sobre la Tierra, en la bahía de Chesapeake (Virginia, Estados Unidos).
Las muestras recogidas en la zona demostraron que los microbios se distribuyen de manera irregular a lo largo de la roca, lo que sugiere que el ambiente se mantuvo tal y como lo dejó el asteroide hace 35 millones de años.
En este sentido, los científicos dicen que el calor del impacto de una colisión de un asteroide mata todo lo que esté en la superficie. Sin embargo, las fracturas que se producen en las capas internas de la Tierra permitirían la entrada de agua y nutrientes a profundidades en donde puede fluir la vida. "Algunos organismos crecen mediante la absorción de elementos como el hierro de la roca", explicó Charles Cockell, científico del estudio.
Cockell también indicó que "las áreas profundamente fracturadas alrededor de los cráteres de impacto pueden proporcionar un refugio seguro en el que los microbios pueden prosperar durante largos períodos de tiempo". Por lo tanto, el hallazgo realizado, lleva a suponer que el subsuelo de los cráteres de Marte "podría ser un lugar prometedor para buscar pruebas de vida".
Fuente: Télam