"Derecho al olvido": quién es Natalia Denegri y por qué le inició un juicio a Google
La productora argentina de cine, actriz y activista social, reclama que hace 26 años fue vinculada a la causa Coppola de manera injusta, y pide que el buscador de internet desindexe esos contenidos de su nombre.
"Derecho al olvido": quién es Natalia Denegri y por qué le inició un juicio a Google
Martes 28.6.2022
/
Última actualización 21:26
Natalia Denegri impulsó durante años una causa judicial en reclamo por el derecho al olvido, para que el buscador de Google desvincule su nombre de contenidos de la década del 90, cuando tuvo apariciones como figura mediática vinculada al llamado Caso Coppola.
Productora, actriz y conductora de televisión, Denegri está radicada en Estados Unidos desde hace más de diez años, y quería que Google deje de relacionar su nombre y apellido con "contenidos con escenas de violencia, agresiones y amenazas entre mujeres” que se emitieron en programas de televisión por esos años, y que están relacionados a una causa judicial de la que fue desvinculada.
Este 28 de junio, invocando la defensa de la libertad de expresión, la Corte Suprema hizo hincapié en "el derecho social a la información de los individuos que viven en un Estado de democrático" y revocó por unanimidad la sentencia que había consagrado el "derecho al olvido" para Denegri.
Esa libertad, entendió el fallo, "también comprende el derecho de transmitir ideas, hechos y opiniones a través de internet y los motores de búsqueda, herramienta que se ha convertido en un gran foro público por las facilidades que brinda para acceder a información y para expresar datos, ideas y opiniones".
Caso Copolla
En la década del '90, Samanta Farjat y Natalia Denegri eran dos chicas veinteañeras conocidas por todo el mundo. Aparecían en televisión a cada rato y hablaban hasta por los codos. Protagonizaron incidentes y peleas desmedidas siempre frente a una cámara (no había celulares).
El alboroto que las tenía como protagonistas era un estrafalario proceso judicial por drogas contra el empresario Guillermo Coppola, representante entonces de Diego Maradona. Eran testigos de identidad reservada, cuyos nombres sabían todos. El 9 de octubre de 1996 se había encontrado 406 gramos de cocaína de bajísima pureza en un jarrón del departamento del empresario en la Capital Federal.
El juez federal de Dolores, Hernán Bernasconi, lo mandó detener y permaneció 97 días en prisión. La investigación judicial resultó ser falsa y, en consecuencia, la droga plantada. Todo fue declarado nulo porque la acusación había sido “inventada” en el juzgado. Coppola fue absuelto y Bernasconi destituido y preso.
De todo este desenfreno o descaro quiere ahora olvidarse Natalia Denegri. Personalmente no podrá pero desea que los demás se olviden que figuraba en aquella villanía. Por este motivo, Denegri exigió a Google que su nombre no esté asociado en sus buscadores a los videos de sus penosas peleas en la tevé.
En tanto, este martes la Corte Suprema falló en contra de Denegri en su reclamo por el "derecho al olvido". El máximo tribunal no lo consideró aplicable al caso Denegri aunque dejó entreabierta la posibilidad de acciones preventivas contra los motores de búsqueda en internet.
El derecho al olvido comenzó a aplicarse en 2014 en Europa, y el concepto luego se extendió al resto del mundo. No afecta al contenido publicado, ni a la mención de este en otras páginas; solo exige que se elimine de los resultados de una búsqueda, por considerar que aluden a un pasado superado.
La empresaria asegura que este contenido impacta en su vida personal y profesional, que sus apariciones mediáticas fueron consecuencia de manipulaciones de su entorno y de maniobras ilegales en la causa, siendo ella menor de edad.
“Tiene que ver con defender mi honor, ya que esos contenidos se lograron sobre la base de manipulaciones de un entorno que no me cuidó y de las prácticas corruptas del juez Hernán Bernasconi, que fue encontrado culpable por sus maniobras ilegales en la causa”, dijo tiempo atrás en una entrevista.
Denegri aseguró que si se deja de asociar su nombre a este caso, “eso no le afecta a nadie porque ya no tiene relevancia informativa y además mucho de lo que se dijo no fue así”.
Respecto de sus argumentos para pedir este derecho ante la Justicia, aseguró que fue una víctima de lo que pasó. “A 26 años de este caso se me sigue relacionando como si yo hubiera tenido que ver, cuando en verdad no fue así. No pido atentar contra el derecho a la información ni busco la censura”, aseguró Denegri.
En julio de 2020, el Juzgado Contencioso Administrativo Federal N° 5 reconoció “que fui la única víctima de todo esto, porque siendo menor fui utilizada", alegó Denegri. Y sumó: "Yo no tuve nada que ver y después de sufrir durante 26 años, merezco justicia”.
Radicada en Miami, Estados Unidos, Natalia Denegri dirige su productora de cine Trinitus Productions, y conduce desde 2013 el programa Corazones Guerreros en CNN Latino de Miami, un programa de periodismo social para ayudar a los más necesitados.
Su debut como actriz fue en el año 2012 en la película El pozo, dirigida por el argentino Rodolfo Carnevale. Por su actuación recibió el premio a la nueva actriz revelación del año en el I Festival Internacional de Cine Independiente (FICIP) de la ciudad de Guanajuato (México).
En lo que va de su carrera ya ganó 13 premios Emmy, de la Academia de Televisión de Estados Unidos, por su trabajo en distintos documentales y programas de contenido social.
En 2020, la plataforma argentina Cont.ar presentó una selección de tres documentales realizados por ella: Su Señoría, Leandro Denegri, Entre 4 paredes y Bilma Corazón, la lucha de una madre contra el paco. Este último cuenta la historia de una madre de Ciudad Oculta que, desde hace veinte años, lucha por erradicar el paco en su barrio con su grupo comunitario En-Haccore.
El año pasado fue seleccionada por la revista Hola! como una de las latinas más influyentes y reconocida por el alcalde de la ciudad de Miami, Francis Suarez, por su labor solidaria con su comunidad.
Entre otras actividades sociales, colabora como madrina de varias instituciones dedicadas a la atención de la infancia en Estados Unidos.