Día Mundial de la Disfagia: de qué se trata y por qué se produce
La neumonía por aspiración es la complicación más temida de la disfagia.
Día Mundial de la Disfagia: de qué se trata y por qué se produce
Domingo 12.12.2021
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Última actualización 14:37
El 12 de diciembre se celebra el Día Mundial de la Disfagia. El objetivo esencial de esta fecha es dar a conocer un trastorno que afecta a un porcentaje importante de la población, y que consiste en la dificultad para tragar la comida y las sustancias líquidas de manera natural y que por lo tanto, necesita de la atención inmediata de un especialista.
¿Qué se entiende por disfagia?
La disfagia es una patología que dificulta la deglución de los alimentos e inclusive de ingerir sustancias líquidas debido a un daño o alteración de orden neurológico que afecta de forma directa la cavidad oral, incluyendo la región faríngea, la laringe y el esófago.
Esto viene acompañado de una serie de sintomatologías como dolor al tragar los alimentos, problemas respiratorios y lo más grave aún, presencia de desnutrición.
Tampoco se pueden dejar de lado los trastornos emocionales que sufre el paciente, que lo llevan al aislamiento y problemas de sociabilización.
la disfagia puede deberse a diversas causas, una de ellas, es la llamada acalasia, la cual provoca que el esfínter no logre relajarse y no deja que los alimentos lleguen al estómago y que, en su lugar, suban de nuevo a la garganta.
Otro de los motivos que desencadenan el problema, es cuando el esófago, por falta de coordinación, se contrae varias veces de manera involuntaria.
También la presencia de algún tipo de tumoración en esta región puede provocar la disfagia.
La disfagia puede ser un padecimiento que se observa con más frecuencia en personas mayores y esto es debido a una deglución de los alimentos demasiados grandes que no pueden pasar directamente al estómago y quedan atrapados en la región del esófago o la garganta.
Debido a la presencia del Covid-19 en todo el mundo, miles de personas se han visto afectadas por las secuelas graves que deja este virus en el organismo.
Se cree que esto tiene mucho que ver con el proceso de intubación orotraqueal, por el cual tienen que pasar los pacientes para recibir la alimentación y el debido tratamiento mientras están ingresados en los distintos hospitales y centros asistenciales.
Una intubación prolongada, donde los pulmones no están funcionando al cien por cien y donde inevitablemente el paciente pierde mucha masa corporal y algunas complicaciones de orden neurológico, pueden desencadenar una disfagia.
Una vez que el virus se instala en el cuerpo, puede causar daños a nivel cerebral, en la región central y periférica encargada de la deglución. Todo esto se maneja desde las estructuras neurológicas ubicadas en el cerebro, que le dan órdenes a nervios y músculos, pero si el Covid-19 ha provocado alteraciones, estas funciones se verán afectadas y entonces, el resultado final será la presencia de la disfagia.
Cabe destacar, que una vez que el paciente a pasado la peor etapa del Covid-19, será necesario un debido control y así evitar que los problemas de deglución se acentúen, trayendo otras consecuencias, además de vigilar la alimentación que favorezca una mejoría en la nutrición y por ende, en la recuperación de la salud.
¿Qué hacer para mejorar esta condición o evitar padecerla?
Muchas de las enfermedades que padecen las personas en la actualidad están asociadas a los hábitos de vida y la disfagia no escapa de esta realidad. Por ello, una vez que se ha llegado al diagnóstico, se debe comenzar por cambiar la dieta, hacer ejercicios y evitar continuar con rutinas como fumar, consumir alcohol o cualquier tipo de sustancias tóxicas para el organismo que agraven el problema.
Esto también es válido para las personas que están sanas y no han manifestado ninguno de los síntomas antes mencionados. En el caso de que la disfagia este latente, una correcta forma de alimentarse, ayudará de manera bastante significativa a evitar complicaciones futuras y a mantener el estilo y calidad de vida de los pacientes afectados por esta discapacidad.
Es fundamental que la persona esté atenta a los cuidados, rutinas y comportamientos habituales que deben estar presentes a la hora de realizar cada ingesta como por ejemplo, masticar los alimentos lentamente, no hablar durante el tiempo que se esté realizando la deglución y que no existan elementos persuasivos en el ambiente.
No está de más, buscar el asesoramiento de un especialista en nutrición para que siga existiendo un correcto balance de las cantidades de proteínas, vitaminas y minerales que estas personas necesitan y así no perder peso. Esto puede ir acompañado de suplementos nutricionales y otros tratamientos alternativos que solo un experto en esta materia estará en la capacidad de indicar.
Por último, en el caso de pacientes con padecimientos más crónicos y donde exista la presencia de otras patologías, un diagnóstico temprano, será fundamental para la pronta recuperación y que esto, a su vez, contribuya a brindarles una vida mucho más plena y feliz.
Para tratar este trastorno, primero será necesario realizar algunos cambios alimenticios con una dieta menos sólida y que, en su lugar, reciba alimentos más líquidos, pero con cierta consistencia. Un ejemplo de ellos es la gelatina, que facilita la deglución, además, asegurarse que exista la presencia de vitaminas y proteínas, para que la persona mantenga un peso ideal y no adelgace demasiado.
Cuando la patología se complica por la presencia de enfermedades graves como tumoraciones, la llamada estenosis esofágica o el cáncer, debe ser tratada por un especialista en la materia, pera que él se encargue de dar el debido tratamiento o en última instancia, si es necesario recurrir a la cirugía.
Vivir con disfagia, una nueva manera de enfrentar el mundo
Para las personas que padecen de esta condición, la vida resulta un verdadero reto en muchos aspectos, ya que se ven enfrentados a situaciones un tanto incómodas, que en cierta forma altera su vida personal y el vínculo social.
En este sentido, el afectado puede verse envuelto en un sentimiento de pérdida y duelo, sobre todo, sí el trastorno aparece de forma intempestiva, como es el caso del adulto mayor, pero puede pasar en cualquier etapa de la vida.
Este padecimiento, aunque cambia los hábitos alimenticios de quien lo sufre, puede aprender a sobrellevarse de una forma casi normal, pero donde resulta importante la comprensión y ayuda de los familiares, amigos y de los distintos entornos sociales con los que la persona se relacione, para llevar enfrentar este trastorno de una manera más humana.