El documental "Por el Paraná” tiene a Rosario en el ojo por la disputa ambiental
Un largometraje registra la travesía a lo largo del río Paraná, su cultura y ecosistemas y la ciudad de Rosario es protagonista como centro de las disputas en torno a los modelos productivos como parte de la hidrovía Paraná-Paraguay.
El documental "Por el Paraná” tiene a Rosario en el ojo por la disputa ambiental
Este viernes a las 18 el documental “Por el Paraná” de Alejo Di Risio y Franco González tendrá su estreno rosarino, y luego tomará la palabra el equipo realizador de la película y muchas de las personas que prestaron testimonio para el film, musicalizado por el artista Pol Nada.
Los dos documentalistas registraron el enfrentamiento de proyectos exportadores globales con los pescadores, isleños y comunidades locales en medio de la bajante más grande de la historia y de cara a la privatización del control sobre sus vías navegables.
En la presentación del estreno rosarino este viernes serán de la partida Di Risio y González junto a la productora Claudia Aruquipa, y el director de fotografía y guionista Matías Blanco. También participarán referentes de Taller Ecologista, El Paraná no se toca, del Colectivo de Acción por la Justicia Ecosocial, y de la Multisectorial Humedales.
En la película se despliega la mirada de los pueblos que viven sobre las orillas, personas que dependen del río para su vida y cultura, ya que el enfoque de sus directores está puesto en una comprensión más profunda de la relación entre la humanidad y la naturaleza. Como documentalistas y amantes del río, su objetivo es “capturar la diversidad de voces que dan vida a la cuenca del Paraná y retratar el mal manejo en servicio de los modelos de exportación de materias primas”.
Entre las voces que se podrán ver en el film se encuentran expertos, activistas, economistas y vecinos: Ariel Ocantos, Gisela Rausch, Jorge Daneri, Miguel De Gregorio, Julio César Cardozo, Oscar Clark, Mempo Giardinelli, Soledad Ferreira, Hugo Sanchez, Carolina Mori, Enrique “Quique” Sierra, Florencio Montero, Cesar Weber, Marcelo Faure, Laura Correa, Nancy Coronel, Cristian Piriz, Sergio Arelovich, Carmen Goyena, Macarena Romero Acuña, Omar Britos, Osvaldo Guido Sabao y Ezequiel Gatto.
Los dos documentalistas registraron el enfrentamiento de proyectos exportadores globales con los pescadores, isleños y comunidades locales en medio de la bajante más grande de la historia. Foto: Gentileza.
A pocos días de su estreno rosarino, y luego de haber estrenado en Buenos Aires en el cine Gaumont, Di Risio detalló en diálogo con El Litoral sobre cómo fue pensado este sentido documental que apoya la mirada en aquello del río que “el modelo productivo no ve desde arriba de los barcos”.
-EL: Los dos directores vienen trabajando asuntos ambientales y estaban conectados desde antes con el río. Contá cómo surgió la configuración de este documental.
Alejo Di Risio: -Teníamos conexión muy profunda con el río, Franco habiendo crecido en San Pedro, y yo desde Uruguay en el río de la Plata.
Veníamos investigando las formas de las sociedades de conectarse con la naturaleza y con las cuencas, el modelo productivo de sociedad vinculado a la salud de los ríos en general.
Investigamos el derrame de petróleo en las costas de Magdalena en 1994, cuando se instauro el debate público sobre el modelo de la hidrovía y entendimos que era una historia que debía ser contada.
Era importante retratar el punto de vista del río Paraná y sus costas. Los grandes exportadores desde arriba de los barcos no ven lo que sucede en las costas y por eso entendimos que había que navegar las costas y entrevistar a las comunidades, pescadores, isleños cuya subsistencia depende del río.
- Entre otras cosas que mencionan al presentar este film, ustedes retomaron el poema del poeta entrerriano “Juanele” Ortiz, “me atravesaba un río”. ¿De qué manera les influyó este concepto tan reconocido del autor?
-Dos dimensiones construyeron el relato de este documental que narra nuestra travesía: territorios hidro-sociales, donde el agua rige el ritmo de la vida cultural, “habla de los ríos vivos”. La gente al preguntarle qué significaba el río, respondía que es todo, porque es la vida misma. Entendimos que la identidad litoraleña aparece en la literatura de Juanele Ortíz asi como en la música de Pol Nada.
Y la otra noción que tomamos en cuenta es dónde empieza y dónde termina, este rio que es un delta que se fragmenta, multiplica y expande, va no solamente por el canal central sino también por las napas, bajantes y crecientes, y entendimos entonces que el río es también sus sistemas de humedales.
- ¿Por qué pensaron cierto eje central en la ciudad de Rosario para narrar este documental?
- Rosario es protagonista en este documental, donde muchas de las organizaciones sociales ambientales activan, y es también punto neurálgico de quienes entienden la cuenca solo como una hidrovía para abaratar costos de flete, y donde se localizan las disputas de esta mirada. Y la Bolsa de Comercio de Rosario es el lugar donde se da la disputa para los modelos de río.
Es complicado saber qué va a pasar con la concesión de la hidrovía. Hay una deuda con la empresa belga de dragado Jan De Nul y por esta quieren extenderles la concesión a cuatro años más.
Hay bajante y se espera que esto sea hasta el final del invierno, según informó el Instituto Nacional del Agua hace unos días. Y por esto se le está pidiendo a la empresa un sobre-dragado a 36 pies, extendiendo ya dos pies mas en un sistema que ya opera al límite entre la bajante y la cantidad de agrotóxicos y agroquímicos que se están vertiendo a lo largo del río.
El control estatal ha sido incipiente en estos años y hoy está cuestionado, y se está denigrando su participación en la gestión de las cuencas, el cual es fundamental para que las empresas actúen de manera responsable.
Las cámaras empresariales están pidiendo privatización del control a grandes períodos de tiempo y el Gobierno ya lo estableció en un DNU que solo le falta la firma del presidente Milei, por lo que es inminente.
Sigue en deuda otro modelo de hidrovía que integre los intereses agroindustriales con el bienestar de la sociedad y en conexión con su ecosistema.