Viernes 15.11.2024
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Embarcaciones de distintas procedencias y nacionalidades surcaron las aguas del puerto local a lo largo de las décadas. Cada una de ellas con una historia detrás para contar, muchas veces atravesada por hechos significativos para la Argentina o incluso para el mundo. Una de ellas es el rastreador ARA “Seaver”, que visitó Santa Fe en dos oportunidades y que cumplió un papel durante los hechos del 16 de septiembre de 1955, cuando el gobierno de Juan Domingo Perón fue depuesto por el Golpe de Estado conocido como la “Revolución Libertadora”.
Este barco integraba de la clase Bouchard, compuesta por otros siete dragaminas gemelos (Bouchard, Drummond, Granville, Parker, Py, Robinson y Spiro) salidos del astillero Hansen y Puccini de San Fernando. Cada una de estas unidades tenía una eslora de 59 metros, una manga de 7,3 metros y un calado de 2,27 metros. Estaba impulsada por dos motores diésel que permitían una velocidad de hasta 16 nudos. Poseían cuatro cañones y dos ametralladoras cada uno.
Archivo El LitoralEn la mañana del 12 de noviembre de 1954, durante la segunda gestión de Juan Domingo Perón al frente del Poder Ejecutivo Nacional, esta imponente nave llegó al puerto de Santa Fe. En ese entonces, la nave estaba comandada por el capitán de fragata Manuel Antonio Rodríguez, tenía nueve oficiales y una tripulación de cincuenta hombres.
En su edición de aquel día, El Litoral dejó constancia de tales hechos. “Desde esta mañana se halla en el puerto local una unidad de la marina de guerra de nuestro país. Se trata del rastreador ‘Seaver’, cuyo viaje a esta zona corresponde a los que habitualmente dispone el Ministerio de Marina a fin de año, con fines de acercamiento y para que las poblaciones del interior observen las unidades con que cuenta la Flota de Mar”, indica el vespertino.
Archivo El LitoralA los actos y agasajos formales, siguió una recorrida del Seaver por la zona de islas cercanas a la ciudad, en compañía de la motonave Ciudad de Concepción. El rastreador permaneció en la cabecera del dique 1 hasta el lunes siguiente, oportunidad en que emprendió nuevamente viaje hacia la ciudad bonaerense de Zárate, donde cumplió una misión de acercamiento parecida a la que lo trajo a la “cordial”. Terminada su visita a aquel puerto, el “Seaver” zarpó con destino a Río Santiago, de cuya base procedía.
El sábado 7 de julio de 1962, bajo la presidencia no constitucional de José María Guido, el “Seaver” realizó una nueva visita a Santa Fe. También El Litoral hizo la correspondiente cobertura, que publicó un día después. “Al promediar la tarde de ayer, arribaron en la cabecera del dique 1 los rastreadores de la Marina de Guerra ‘Seaver’ y ‘Robinson’ con el objeto de asociarse a los actos celebratorios del nuevo aniversario de la independencia argentina a realizarse en esta ciudad”, afirmó el vespertino.
Archivo El LitoralEn noviembre de 1967, el ARA Seaver pasó a retiro y después fue vendido a Paraguay. Pero fue un testigo silencioso de una época convulsionada y parte de la memoria colectiva de Santa Fe, sobre todo porque se trata de una ciudad cuya identidad está profundamente conectada con el agua.