Luego de meses complejos para el turismo, la apertura paulatina a la actividad (y desde noviembre al turismo internacional) invita a recorrer los distintos destinos que tiene nuestro país. Y uno de los atractivos turísticos más importantes de Argentina es la ciudad de Buenos Aires, una de las capitales del mundo que se reinventa al turismo.
El arduo trabajo realizado desde el Ente de Turismo de la ciudad de Buenos Aires, permitió el diseñó una serie de circuitos turísticos que permiten redescubrir, como popularizó el cantante Alberto Castillo, “los 100 barrios porteños”.
El abanico de oportunidades que ofrece la ciudad van más allá de los recorridos tradicionales, a los que ahora se le suma la posibilidad de conocer “los enigmas y mitos urbanos” (como por ejemplo la Torre de los Fantasmas o la Casa de Los Leones), el turismo en barrios alejados del centro porteño, la posibilidad de disfrutar de la naturaleza a pasos de Puerto Madero y la oferta gastronómica que va desde las tradicionales parrillas, los mercados de San Telmo y Villa Crespo, la pizza de fama mundial y el recientemente inaugurado Patio Gastronómico en el barrio Rodrigo Bueno, con exquisitos platos elaborados por los vecinos de esa zona recuperada por el gobierno de la ciudad.
Tres barrios, tres propuestas
Palermo, Villa Crespo y Cacharita. Tres barrios, tres opciones que merecen ser visitados.
Una buena opción para arrancar es Palermo (barrio que fue durante muchos años residencias de familias de clase media, pero que cambió con la llegada de canales de televisión privados y la instalación de productoras de TV, que le dieron un giro de 360° a esa zona), que forma parte del circuito verde de Buenos Aires, y que ofrece al turista fantásticos parques y espacios rodeados de vegetación como son el Jardín Japonés, el Parque Tres de Febrero, el Rosedal, Plaza Italia, el Jardín Botánico y el renovado Ecoparque (ex zoológico de la ciudad).
Bajando por calle Thames y Jorge Luis Borges (hasta llegar a Plaza Serrano), el turista puede “perderse” entre las importantes opciones gastronómicas y de Cocteleria de autor que hay en cada rincón de “Palermo Viejo”. Y comer en “Don Julio” (puesto 13 del ranking The World's 50 Best Restaurants 2021 y mejor restaurante de América Latina en 2020) no es una opción, sino la cita obligada para saborear la mejor parrilla de Buenos Aires.
Una explosión de arte urbano puede apreciarse en cada una de las cortadas y espacios públicos de Palermo Soho y que son el sitio ideal para “instagramear” ese fabuloso rincón de la ciudad. El Mural de los Sueños de Victoria Ferreyra, en la Plaza Luna de Enfrente (Soler Nº 4600 ), es uno de los espacios que el turista no puede dejar de visitar.
Para los amantes de los mercados y puestos gastronómicos Villa Crespo es una opción. A la pasión por el tango que se respira en las calles del barrio, la llegada de Oulets y la apertura de mercados privados fue cambiando la fisionomía de la zona.
Inspirado en “La Boquería” de Barcelona, el Mercat Villa Crespo ofrece en sus 3 pisos una amplia oferta de opciones para vecinos y turistas que van desde propuestas gourmet, productos naturales y gastronomía local y regional.
Chacarita es otro de los sitios que merecen ser redescubiertos. Si bien hoy debido a las restricciones por la pandemia no es posible para los turistas acceder, el famoso cementerio de la Chacarita -ubicado frente a la Estación Lacroze - es el verdadero emblema del barrio. Inaugurado en los primeros meses de 1871, en plena epidemia de fiebre amarilla, hoy ocupa 95 hectáreas y alberga a figuras centrales de la historia Argentina.
Alberto Olmedo, Carlos Gardel, Gustavo Ceratti, Alfredo Le Pera, Enrique Santos Discépolo, Jorge Porcel, Edmundo Rivero, Alberto Castillo, Lolita Torres, María Elena Walsh, Ringo Bonavena, Pascual Pérez, el nobel de Medicina Bernardo Houssay, Jorge Newbery, Ariel Ramírez, Roberto Goyeneche, Aníbal Troilo, Alfonsina Storni, Benito Quinquela Martín, Juan y Oscar Gálvez, Antonio Vespucio Liberti, Tucho Méndez y Adolfo Pederenera, entre otros descansan en este histórico sitio de Buenos Aires.
Tras un recorrido por el cementerio y el Parque Los Andes, los turistas pueden “recargar energía”, en las tradicionales pizzerias ubicadas sobre la Avenida Corrientes, y deslumbrases por la cantidad de personalidades y figuras del deporte, la música, el arte y la política de nuestro país que pasaron por allí. Para lo que gustan de cosas dulces, a la vuelta sobre calle Olleros, está la fábrica de churros que con más de 50 años es toda una tradición en Chacarita.
Además uno de los secretos que guarda esa parte de la ciudad se encuentra en el histórico “Pasaje Olleros” donde se encuentra la famosa Casa Amarilla, hogar en su juventud de Carlitos Balá.
Naturaleza a pasos del centro
Sobre la costanera sur, a pocos metros del barrio más top de la ciudad: Puerto Madero, se encuentra la Reserva Ecológico de Buenos Aires, el pulmón verde de la ciudad.
Ubicada en lo que fue hasta 1950 el Balneario Municipal, da refugio en sus más de 300 hectáreas a aves, mamíferos, anfibios, reptiles y vegetación autóctona. Junto al Ecoparque, es el lugar que porteños y turistas eligen para escapar de la ciudad y contemplar un espacio que invita a realizar paseos en bicicleta, realizar actividad física y a disfrutar del canto de las aves y desde sus miradores contemplar el Río de la Plata.
Con entrada libre y gratuita, la Reserva puede recorrerse de martes a domingo de 9 a 18 horas.
A pasos de la Reserva Ecológico y luego de descubrir el espacio de mayor biodiversidad de la ciudad, los turistas pueden sorprenderse con uno de los nuevos espacios que ofrece Buenos Aires: El Patio Gastronómico en el barrio Rodrigo Bueno, es una excelente opción para descubrir los exquisitos sabores de Latinoamérica.
Este nuevo polo gastronómico forma parte del proyecto de integración que el Instituto de la Vivienda de la ciudad de Buenos Aires lleva adelante desde hace más de cinco años. El plan permitió realizar procesos de integración socio-urbana en 8 barrios: Rodrigo Bueno, Playón de Chacarita, Carrillo, Lacarra, Lamadrid, Padre Ricciardelli (B. 1-11-14), Papa Francisco (B. 20) y Padre Carlos Mugica (B. 31).
El mismo involucra tres ejes fundamentales: integración urbana, habitacional y socio-económica. Este último consiste en potenciar la actividad productiva de cada barrio, respetando su identidad, mediante la capacitación de los vecinos o la promoción del trabajo.
El barrio Rodrigo Bueno ofrece al turista dos alternativa para conocer. La Vivera Orgánica, un proyecto encabezado por 15 vecinas que comenzó como huerta comunitaria y que luego pasó a formar parte de un espacio de trabajo autogestivo, donde cultivan alimentos y plantas orgánicas que comercializan y les permite tener un ingreso sostenible. Y el Patio Gastronómico que potencia los emprendimientos de los vecinos y fortalece el desarrollo económico del barrio mediante la integración con el sector privado, la formalización de comercios y empleo.
Seguridad ciudadana, una política central
El gobierno de la ciudad de Buenos Aires a través de la Policía de la Ciudad, trabaja con tecnología de última generación en los Centros de Monitoreo (en conjunto con sus cuatro Salas de Situación) para garantizar la seguridad a vecinos y turistas que la visitan año a año.
El Centro de Monitoreo Urbano maneja las más de 10 mil cámaras que tiene la ciudad y que permite cubrir el 54% del territorio con videovigilancia.
En la ciudad toda la Av. General Paz, junto a las autopistas e ingresos están monitoreados por el anillo digital. Si algún delincuente ingresa a robar a pie lo toman las cámaras y si ingresa por vehículo el sistema registra la patente, a una tasa de 2,5 millones de lecturas por día.
En la vía publica se generó el mayor despliegue territorial de fuerzas de seguridad en la historia de la ciudad, donde cada efectivo y patrullero es geolocalizado a través de GPS para asignarlo al lugar de los hechos. Son 19 mil efectivos que patrullan de lunes a lunes más de 11 mil kilómetros a pie la ciudad. Se suman más de 600 móviles que pasan por las esquinas de la ciudad una vez por hora y en horario nocturno cada 30 minutos. Si se suman los kilómetros recorridos que hace la policía de la ciudad se podrán dar tres vueltas al mundo por día patrullando.
El sistema de seguridad integral permite cubrir cada rincón de Buenos Aires en tiempo récord. El Centro de Monitoreo Urbano cuenta con tres sistemas de imagen simultaneo e inteligente: el preventivo que es capas de predecir objetos en la vía pública y predecir que un un vehículo circulando en contramano pude ser un auto que se está dando a la fuga. El reconocimiento facial: una base de datos biométricos que actua en tiempo real identificando a aquellas personas que busca la justicia. Y el forense que permite examinar la realidad por orden judicial dejando ver en hora pico solo motos o motos que llevan algo de color rojo. Toda esa información además llega al instante a los móviles que tienen cada uno de os policías más cercanos al hecho para actuar.