India enfrenta su cuarto brote de Nipah (NiV) en tan solo 5 años, lo que suscita inquietudes acerca de la posibilidad de que esta enfermedad viral pueda evolucionar hacia una epidemia o, incluso, una pandemia similar a la reciente del Covid-19.
Se trata de una afección grave que se transmite de animales a personas, relacionada con cerdos y murciélagos.
India enfrenta su cuarto brote de Nipah (NiV) en tan solo 5 años, lo que suscita inquietudes acerca de la posibilidad de que esta enfermedad viral pueda evolucionar hacia una epidemia o, incluso, una pandemia similar a la reciente del Covid-19.
En la actualidad, las autoridades del país están tomando medidas de contención en la región sureña de Kerala, donde un nuevo brote de este virus ha cobrado vidas e infectado a cientos de personas.
Las mismas incluyen el cierre de escuelas y oficinas en áreas afectadas y el refuerzo de la asistencia médica en centros de atención.
La enfermedad presenta una tasa de mortalidad del 70%, y no existe una vacuna disponible. Por lo tanto, las autoridades están proporcionando información y pautas de precaución a la población para evitar la propagación de la enfermedad.
Se trata de un virus zoonótico, lo que significa que se transmite de animales a personas. Se cree que este virus tiene su origen en murciélagos y cerdos.
El primer brote conocido de Nipah ocurrió en 1999 en Malasia y Singapur, donde afectó a criadores de cerdos y se transmitió entre humanos, causando una alta mortalidad.
Hasta ahora, el virus solo ha causado brotes en Asia y no ha llegado a propagarse a nivel mundial, afectando a países como Malasia, Singapur, India y Bangladesh.
El cuadro se transmite inicialmente por el contacto directo con animales infectados o sus secreciones, que pueden incluir gotas respiratorias o nasofaríngeas. También se puede transmitir entre humanos a través de estas vías.
Además, la ingestión de alimentos contaminados también puede provocar la infección.
La enfermedad por el virus Nipah puede presentar una amplia variedad de síntomas, desde una infección asintomática hasta complicaciones médicas graves, como infección respiratoria aguda o encefalitis, que puede resultar letal en muchos casos.
Los primeros síntomas, que son similares a los de la gripe, pueden incluir dolor de cabeza, vómitos, fiebre, dolor de garganta, mialgias y problemas respiratorios. En casos más graves, la encefalitis puede causar mareos, somnolencia, alteración de la conciencia y signos neurológicos.
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