El telescopio James Webb y los descubrimientos que revelan su potencial a futuro
La NASA ha divulgado fotografías de objetos que nunca antes habían sido observados con semejante nitidez y detalle. Su alcance en sólo un par de horas y la capacidad de conocer más del Universo bajo la mirada de una estudiante de astronomía.
El telescopio James Webb y los descubrimientos que revelan su potencial a futuro
Con una ubicación estratégica en el espacio y tecnología de última generación que supera ampliamente a sus antecesores, el telescopio James Webb ha captado la atención durante los últimos días con la divulgación de sus primeras imágenes por parte de la NASA.
Si bien, permite que se logren mejores datos, con mayor nitidez, precisión y exactitud en longitudes de onda poco observables desde la Tierra, generando estas impactantes imágenes que han recorrido las redes sociales, al Webb se le destaca principalmente por un punto en específico.
Mariana Gitron, estudiante de la Facultad de Matemática, Astronomía, Física y Computación de la Universidad de Córdoba explicó a El Litoral que estas fotografías nos indican principalmente “la potencialidad de este instrumento, de qué es capaz”, agregando que “estamos hablando de imágenes que tomó en solo un par de horas. Podemos tener resultados impresionantes en un tiempo mayor”.
Gitron además expresa: “El telescopio puede observar algo que nunca se vió antes. Y esto significa que nunca hubo otro instrumento que pudiera hacerlo. Estamos hablando de que podemos obtener nuevos datos, mas precisos y conocer mas del Universo”.
El telescopio espacial James Webb fue lanzado en diciembre de 2021 y se encuentra en su puesto de observación a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra. Desde allí, según detalló la NASA, se ha centrado en la nebulosa Carina (gigantescas columnas de polvo y gas), la Nebulosa del Anillo del Sur (enorme nube de gas que rodea a una estrella moribunda), el Quinteto de Stephan (primer grupo compacto de galaxias) y el cúmulo de galaxias SMACS 0723 (lupa cósmica para ver otras galaxias distantes y débiles situadas detrás).
Pero uno de los logros más resonantes fue el de la primera espectroscopia, realizada al planeta gigante WASP-96 b. En esta estrella ubicada a 1.150 años luz de distancia se captó una señal de agua de forma inmediata, siendo la más detallada de su tipo hasta la fecha.
Espectroscopia
Una técnica que se basa en detectar y estudiar la emisión y absorción de radiación electromagnética, es decir, la interacción de la materia con la luz, descomponiéndola y midiendo las diferentes longitudes de onda.
Sobre esta observación, Gitron aclara que significa más un avance en la búsqueda de un planeta habitable por parte de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio y sus socios (las Agencias europeas y canadienses), que un descubrimiento que realmente cambie la vida. “Para acceder a un planeta a buscar agua o vivir se necesitarían de muchas más cosas”, indicó.
Su capacidad y potencial
A diferencia de su antecesor Hubble, que podía observar en longitudes como el ultravioleta, el visible y un infrarrojo cercano, el James Webb posee un espejo de mayor dimensión e instrumentos más precisos que le permiten ver un infrarrojo más lejano, detalla Mariana Gitron.
Es que la propia NASA lo describió como el “más potente jamás fabricado” y con “las vistas infrarrojas más profundas del universo”.
“Lo que hace es mostrar objetos o información antes invisibles al observar los mismos lugares. Dicho de otro modo, el infrarrojo (más las dimensiones del telescopio) permiten que llegue a nuestros ojos la información sobre esos lugares”, describe la estudiante de Astronomía.
Con respecto a la espectroscopia, la buena resolución en el infrarrojo del Webb permitiría estudiar la composición química en la atmósfera de planetas extrasolares (mientras más lejos está un objeto más rojo lo vemos), entre otras diversas tareas.