El alumno Leonel Alejandro Aguirre de cuarto año del turno tarde de la escuela Superior de Comercio de Rosario, que salió ganador de la beca del “Instituto Balseiro 2024", que en esta oportunidad asignó siete lugares para realizar la pasantía en esa institución, y que es único de la provincia de Santa Fe que logró conseguir la beca de 300 alumnos de todo el país, dialogó con El Litoral sobre cómo vive la noticia, cuáles son sus expectativas y por qué hay un alejamiento de jóvenes hacia la Ciencia.
¿Quién es? Leonel Aguirre tiene 16 años y cursa cuarto año en el Superior de Comercio. Participó gracias a una profesora de la escuela dependiente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) que se enteró de la Beca del Instituto Balseiro 2024 para estudiantes de escuelas secundarias, certamen al que se presentaron más de 300 postulantes de todo el país.
Para acceder a esta beca, Leonel participó de un concurso en el que tuvo que escribir una monografía sobre los vaivenes de la inversión en ciencia en la Argentina. Se presentaron 302 trabajos de 182 escuelas de distintas provincias del país.
¿Qué te motivó a presentarte y comprometerte con este desafío?
Mi motivación fue más allá de la obtención de la beca, dejando como cosa secundaria el hecho de lograr ganar la pasantía. Lo tomé como un reto, y un objetivo para comenzar a investigar uno de los tantos temas que me interesan sobre sociedad, actualidad y política.
¿Sentiste presión en algún momento?
Para nada. Tomé el trabajo con una tranquilidad grande; tenía cosas que tenían que ser atendidas más urgentemente, como algún que otro trabajo de la escuela, o las cuatris.
Fue más la presión de mí mismo en entender el tema y reflexionar sobre este, porque es un tema de repercusión en el día de la fecha, y siendo partícipe de la educación pública, sentía que tenía que involucrarme: la beca o los resultados eran cosas secundarias.
Con las cosas maravillosas que descubrí en la confección del trabajo monográfico, con la gente cálida con la que hablé y la disposición que hubo en cada institución que visité, sin importar los finalistas, yo sentía que ya algo había ganado.
¿Cómo te hace sentir el hecho de haber sido seleccionado?
Sorprendido, sin dudas, la palabra que mejor lo define. Lo repetí, lo repito y lo repetiré hasta el fin de la pasantía: no me lo esperaba en lo absoluto. Entré en la página de los resultados para ver cómo le había ido a una conocida nomás, como para que tengan una noción de mi poca fe.
Esto no quiere decir que sea una oportunidad que no vaya a aprovechar; todo lo contrario. Actualmente busco mi vocación, mi interés para el día de mañana formarme profesionalmente, y esta es una posibilidad inigualable para empezar a indagar en esta área tan inmensa del sistema científico.
¿Te gustaría que más pibes como vos se interesen por la Ciencia?;¿Por qué?
Lo ideal es hacerle entender a los pibes que ellos (nosotros) vivimos repletos de ciencia. No hay cosa que nos rodee que no haya tenido una investigación de, como mínimo, años.
Comprender que la ciencia es más que hacer un experimento en un laboratorio de la escuela, o hacer un cálculo matemático para sacar un ángulo, es también comenzar a pensar en la colectivización que la ciencia atravesó en los últimos años, porque la ciencia no es sólo en absoluto un científico que se encierra en una oficina a hacer ecuaciones: es un proceso más completo, donde se tienen que intentar ver las necesidades de la población, del mercado, y demás factores que no se ven en la difusión mediática o educativa, que son imprescindibles para entender cómo funciona el mundo.
No hay mejor forma de comprender a la ciencia que fomentando al pensamiento crítico.
¿Te gustaría finalmente dedicarte a la investigación científica?
Siento que es muy pronto (o no tanto) para comenzar a hablar sobre lo que quisiera hacer en el futuro. Tengo tiempo para pensarlo; por lo menos un año, y eso un poco tranquiliza, porque no siento tener algo claro.
Es curiosa la pregunta porque como vengo de una escuela orientada en su pureza en la contabilidad, economía, administración y demás, es raro que una persona se la juegue en el Balseiro, teniendo en cuenta que acá se prioriza la ingeniería y las ciencias duras.
Sorprendentemente, aunque no me cierre para nada a nuevas oportunidades, me interesa un área no tan relacionada a ninguna de las mencionadas: las ciencias sociales, las ciencias humanas. Me apasiona la historia, me gusta leer alguna que otra cosa, me gusta el debate, la diplomacia, la política, la filosofía y la psicología.
Acá agradezco sin dudar un segundo a los Modelos de Naciones Unidas en los que participé, Uniendo Metas de Asociación Conciencia, que sin las experiencias que me dieron sus integrantes, ni siquiera podría estar escribiendo esto. También me interesa muchísimo el activismo. Actualmente manejo una cuenta de Instagram orientada a la salud mental y DD.HH, donde a través de mi posición de persona interesada en la difusión de ideas y noticias ligadas al tema, intento informar responsablemente, desde lo ‘inexperto’, haciéndole honor al nombre, sobre las temáticas mencionadas. Adjunto arroba: @psicologia.inexperta.
Por eso, aunque no tengo una carrera clara para elegir aún, creo tener esa facilidad en la interpretación en temas sociales, cosa que deseo amortizar y, como no, también cuento con el interés en la investigación y la crítica que me da pie a comenzar a pensar qué es en lo que me quiero desarrollar académica como profesionalmente hablando.
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