Sábado 21.11.2020
/Última actualización 21:28
El Día de la Construcción se celebra en referencia al 17 de noviembre del año 1869, fecha de la inauguración del Canal de Suez. La obra de ingeniería es un ícono en la historia contemporánea y un símbolo de las posibilidades de la industria de la construcción y de la capacidad y el esfuerzo de los trabajadores, puestos al servicio de la humanidad.
Los trabajos de excavación se iniciaron oficialmente el 10 de abril de 1859, a cargo del francés Ferdinand de Lesseps (también concibió el Canal de Panamá). La obra se inició "a mano" y costó decenas de miles de vidas, hasta la llegada de tecnología de dragas.
El famoso Canal de Suez constituye una vía artificial de navegación que une el mar Mediterráneo con el mar Rojo, a través de la península del Sinaí en territorio de Egipto. Su construcción hizo posible el tránsito marítimo directo entre Europa y Asia, sustituyendo la ruta que demandaba rodear toda África. El ahorro de recursos y la disminución de riesgos y tiempo, impulsó un gran crecimiento en el comercio entre los dos continentes.
Los primeros intentos modernos para construir un canal en ese lugar se remontan a finales del 1700, cuando Napoleón Bonaparte llevó a cabo una expedición a Egipto. Los faraones ya habían logrado algo similar con un canal que unía el delta del Nilo con el Mar Rojo; esa vía fluvial cerrada en el siglo VIII sirvió de inspiración al "Gran Corso".
El militar y gobernante francés pensó que la construcción de un vínculo marítimo controlado por Francia en el Istmo de Suez, podría causar daños importantes en el comercio a los británicos. Para Napoleón era un golpe geoestratégico que obligaría a Inglaterra a pagar cuotas a Francia por la utilización del canal, o bien rodear toda África para poder dirigirse hacia Asia, lo que suponía un gasto económico y de tiempo para el Imperio Británico muy cuantioso.
Pero la historia no es lineal ni sucede a voluntad. En 1875 el endeudado Pachá de Egipto vendió las acciones a la Reina Victoria y el Reino Unido se aseguró el dominio de la vía de navegación junto a los franceses. Bajo el imperio Otomano, el estratégico paso quedó liberado en 1888 a la navegación internacional; en 1956 Egipto lo nacionalizó. Tras la guerra del Sinaí, el país bloqueó el paso de petroleros y a principios de 1957, tras la intervención de la ONU, se completó la retirada de las potencias europeas e Israel, lo que posibilitó reabrir el canal.
En cualquier caso y con las interrupciones que incluyeron otros conflictos como la guerra de los seis días, casi inmediatamente después de su apertura, el Canal tuvo un impacto significativo sobre el comercio mundial, trasladando mercancías, productos, materiales y pasajeros alrededor del mundo en un tiempo récord.
El Canal de Suez se desarrolla en 163 kilómetros de largo por 300 metros de ancho, con extremos en el Mar Mediterráneo -desde el Punto Said hacia Ismailia en Egipto- y el Golfo de Suez. En la actualidad está bajo el control de la Suez Canal Authority, entidad egipcia de carácter estatal.