Santa Fe y Entre Ríos están separadas por el majestuoso río Paraná. A lo largo del siglo XX surgieron diversas iniciativas para conectar, para trazar puentes y unir a las poblaciones de un lado y otro de la orilla.
El servicio unía ambas capitales a través del río. Imágenes de las embarcaciones.
Santa Fe y Entre Ríos están separadas por el majestuoso río Paraná. A lo largo del siglo XX surgieron diversas iniciativas para conectar, para trazar puentes y unir a las poblaciones de un lado y otro de la orilla.
Los más conocidos, que quedaron mimetizados en el imaginario social y colectivo, son la famosa balsa y el imponente túnel subfluvial. Sin embargo, existieron otros métodos de conexión entre las capitales provinciales. Uno de ellos, es objeto de recuerdo de esta “Memorias..”
“Será realidad a breve plazo, la modernización de los servicios de lanchas entre Santa Fe y Paraná”, tituló El Litoral en el verano del ‘65. El artículo destacó las principales características de las novedosas embarcaciones y cómo ayudaría a optimizar los tiempos y la calidad de viaje. Con la incorporación de estos ferries, el viaje podría completarse en menos de una hora.
“Se trata de lanchas de moderno diseño, con capacidad para 108 pasajeros sentados en el sentido de la navegación y equipadas con motores General Motors, diesel marinos de 12 cilindros, que desarrollarán una velocidad 35-40 kilómetros por hora”, detallaba la nota que estaba acompañada por un croquis que representaba el diseño.
En la continuidad de la nota, El Litoral enumeró cuestiones de espacio y capacidades. “Las medidas de estas nuevas embarcaciones son las siguientes: eslora: 21.50 metros, manga: 5,55, puntal: 1,90 y un calado de 1.25. Están provistas con un tanque con capacidad para 800 litros de gas oil y su consumo es de 114 litros por hora”, contó el vespertino.
Aquel croquis que presentó El Litoral en el ‘65 se hizo realidad un año después. En abril de 1966, el diario daba cuenta de la última etapa de construcción de las embarcaciones. El artículo también estuvo acompañado por una foto de los ferries en Tigre, donde estaba el astillero.
“Ya se encuentran prácticamente listas dos de ellas en las gradas de los astilleros en la provincia de Buenos Aires y sólo falta la colocación de los motores para que sean botadas al agua”, aseguraba el vespertino al tiempo de aclarar que había demoras en la finalización por una cuestión financiera de la empresa que explotaría el servicio.
Meses más tarde, ya en el verano del ‘67, El Litoral volvió a poner en agenda el tema. Ocurría que para esa fecha zarparon desde Tigre las dos primeras embarcaciones destinadas a conectar Santa Fe - Paraná. Cada uno de los ferries llevaba los respectivos nombres de las capitales provinciales.
“Se destaca el bar central con su mostrador correspondiente, ubicado en la parte delantera del alojamiento del motor propulsor. Las ventanas laterales son de tipo automotor de larga distancia, corredizas y ampliamente dimensionadas; el piso está cubierto con baldosas plásticas que hacen juego con el sistema de iluminación, que cuenta con apliques modernos”, enumeraba la crónica.
En febrero del ‘67 se produjo el viaje inaugural de las embarcaciones. Así lo contó El Litoral, en su edición del jueves 2 del citado mes. La ceremonia estuvo dividida en dos partes, cada ciudad capital tuvo su acto oficial. Ambas estuvieron encabezadas por las máximas autoridades provinciales y locales, de cada ciudad; como así también hubo invitados de la Iglesia y otros actores sociales y económicos de aquel momento.
“A las 12.15 arribaron a la cabecera del dique No. 1 del puerto local ambas lanchas, siendo saludadas con pitos y sirenas de las embarcaciones surtas en la estación marítima”, contó el vespertino. Tras la llegada, continuaron los actos protocolares. El servicio al público se produciría al día siguiente.
Una de las obras de mayor envergadura que se encaró en la región en el siglo XX fue el túnel subfluvial, que conecta ambas orillas del río Paraná. Con casi tres kilómetros de extensión, la conexión vial mejoró sustancialmente las comunicaciones vehiculares entre ambas provincias.
Como se recordará, las obras se iniciaron luego de un extenso derrotero que contempló presentación de proyectos, un tratado interprovincial y la definición final del Estado nacional. Los trabajos comenzaron en febrero del ‘62 y finalizaron en diciembre de 1969, el 13 de ese mes se cortaron las cintas, en un hecho histórico para Santa Fe y Entre Ríos.
Desde entonces, el túnel se transformó en la principal vía de comunicación entre ambas provincias y paso obligado para el transporte de carga y de pasajeros con múltiples destinos, sea la vecina capital o bien otras provincias o países del llamado Corredor Bioceánico (Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, etc.)