La científica británica Anne McLaren, considerada una de las más grandes académicas de la biología reproductiva del siglo XX, fue homenajeada por Google en el aniversario de su nacimiento.
La científica británica Anne McLaren, considerada una de las más grandes académicas de la biología reproductiva del siglo XX, fue homenajeada por Google en el aniversario de su nacimiento.
Gracias a sus investigaciones, se demostró que se podían crear embriones sanos que vivieran fueran del útero de la madre, lo que posibilitó el avance de la fecundación in vitro, uno de los principales métodos de reproducción asistida en la actualidad.
Anne Laura Dorinthea McLaren nació en Londres, Inglaterra, en 1927, en el seno de una familia perteneciente a la nobleza del Reino Unido.: era hija de Sir Henry McLaren, Barón de Aberconway, un conocido empresario industrial y parlamentario liberal, y de Christabel MacNaughten.
Durante la Segunda Guerra Mundial sus padres se trasladaron a su residencia de Bodnant, en Gales, y cuando ella tenía apenas siete años actuó en La vida futura (Things to come), una película filmada en 1936 y dirigida por William Cameron Menzies, que estaba basada en un conocido libro de George Wells, también autor de la célebre novela La guerra de los Mundos.
Según publicó la cátedra de Cultura Científica de la Universidad del País Vasco, en España, al crecer, McLaren estudió Zoología en Oxford y se graduó con estudios sobre los ácaros de la mosca Drosophila. Después de eso, realizó un postgrado en el Colegio Universitario de Londres bajo la enseñanza del brasileño Peter Medawar, quien tiempo después recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina por su descubrimiento de la tolerancia inmunológica adquirida, clave para el trasplante de órganos.
Al terminar la carrera, Anne realizó varias investigaciones de laboratorio con embriones de ratón hasta que en 1958 publicó un breve artículo en la revista Nature que firmó junto a su colega John Biggers y, a pesar de tener solamente dos páginas, marcó el camino para el desarrollo de la fertilización in vitro (FIV) y el posterior nacimiento de Louise Brown, que en 1978 se convirtió en la primera persona en haber sido gestada a través de técnicas de fertilización asistida.
Después de su divorcio, en 1959 la bióloga se trasladó junto a sus tres hijos para trabajar en el Instituto de Genética Animal de Edimburgo, capital de Escocia, y más tarde integró el Comité Warnock, un organismo gubernamental desde donde impulsó la Ley de Reproducción Asistida, según la Universidad de Cambridge.
En 1992 se convirtió en la primera mujer en ser elegida vicepresidenta de la distinguida Sociedad Real de Gran Bretaña, la academia científica con más años ininterrumpidos en actividad del mundo, dedicada a promover la investigación científica para el bienestar de la humanidad.
El 7 de julio de 2007, por la tarde, Anne McLaren murió a los 80 años en un accidente de tráfico en la autopista M11, al norte de Londres, al estrellarse el auto en el que viajaba junto a quien fuera su pareja de toda la vida, el profesor Donald Michie, de 83, un experto en inteligencia artificial.
Ambos se habían conocido cuando eran estudiantes en Oxford y se casaron en 1952. Si bien al poco tiempo se divorciaron, siempre tuvieron una muy buena relación, además de que juntos criaron a los tres hijos que tuvieron a lo largo de su matrimonio.
Cuando era más joven, Donald Michie trabajó durante la Segunda Guerra Mundial en Bletchley Park y ayudó a descifrar los códigos secretos alemanes. Después de la guerra, ya en la universidad, se dedicó a la investigación en genética y fue en ese contexto que conoció a su esposa.
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En 1978 nació en Inglaterra Louise Brown, la primera niña concebida por fertilización in vitro (FIV), a partir de un trabajo conjunto del profesor Robert Edwards y el doctor Patrick Steptoe.
El suceso marcó un antes y un después en este campo y dio la posibilidad de convertirse en padres a infinidad de hombres y mujeres alrededor del mundo. Actualmente estos procesos no sólo remiten a avances profesionales, sino que también acompañan transformaciones sociales que incluyen la maternidad tardía y los nuevos modelos de familia.
En la Argentina, el primer nacimiento alcanzado a partir de una técnica de reproducción asistida ocurrió en 1986. Un año antes, Colombia vio nacer al primer bebé gestado a través de FIV en la región.
El médico especialista en reproducción asistida, Fernando Neuspiller, es el director del Instituto Valenciano de Fertilidad (IVI) Buenos Aires y detalló que la evolución en las técnicas de reproducción asistida se produjo, principalmente, sobre cuatro aspectos:
– Estimulación ovárica: se pasó de ciclos naturales a la estimulación con gonadotrofinas, hormonas que actúan sobre las glándulas sexuales y permiten aumentar el desarrollo y obtención de ovocitos, al igual que la implementación de los análogos de GnRH, los cuales perfeccionaron aún más estos procedimientos.
– Cambios en el laboratorio de embriología: tanto las técnicas de fecundación, como los medios de cultivo y la tecnología de las incubadoras fueron evolucionando, posibilitando un mejor desarrollo embrionario y, por ende, la optimización de los resultados.
– Nuevas técnicas de congelación: en un comienzo, se usaba una técnica llamada “congelación lenta”. Hoy, se emplea la vitrificación, tanto de ovocitos como de embriones, que ofrece numerosas ventajas ya que, a diferencia de la congelación tradicional, no se forman cristales de hielo que puedan dañar las células, por lo cual las tasas de supervivencia y la calidad de embriones y ovocitos son más elevadas.
– Transferencia de embriones: anteriormente, se transfería más de un embrión el segundo o tercer día de desarrollo, mientras que actualmente el objetivo es la transferencia de un único embrión en estadío de blastocisto. Esto permite mejorar las tasas de embarazo y disminuir el riesgo de complicaciones médicas, ya que las estadísticas reflejan que, en el primer caso, una de cada cuatro mujeres se embaraza de mellizos, lo que aumenta la prematuridad y puede acarrear otros cuadros no deseados como hemorragias maternas, polihidramnios (exceso de líquido amniótico), diabetes gestacional y trastornos hipertensivos del embarazo.