Gustavo Peretti (*)
Gran parte de la población no nació allí y proviene de una numerosa cantidad de países. Más de la mitad se autopercibe como isleño. La economía se sustenta en la pujanza del sector pesquero, ovino y turístico. El ingreso promedio es de 2.860 dólares.
Gustavo Peretti (*)
A cuarenta años de la guerra en Malvinas, las Islas evidencian importantes cambios en la población, en la cultura, en la economía y en la infraestructura. Estas modificaciones se contextualizan en los procesos de globalización que posibilitaron comunicaciones más fluidas entre el Archipiélago y el resto del mundo y a una política británica más atenta con los isleños. Una vez pasado el conflicto, los isleños se encontraron beneficiados por medidas que tomó la corona británica, como ser la ciudadanía plena que les fue concedida. La Guerra cambió para siempre la vida de los habitantes de Malvinas. En cuanto a la economía, la actividad pesquera modificó las finanzas del Archipiélago y lo convirtió en un territorio de altos ingresos, apuntaladas por el creciente turismo y una ganadería modernizada. La postal de Malvinas en años anteriores a la guerra de 1982 mostraba un territorio con muy pocos habitantes, de suaves formas onduladas con predominio de sierras chatas y de escasa altura. La actividad principal se focalizaba en la producción lanar. En los años 80 la población totalizaba la exigua cifra de 1.800 habitantes, alcanzando en la actualidad los 3.200 pobladores.
La población total del archipiélago de Malvinas alcanza la cifra de 3.200 habitantes según el Censo 2016. En octubre del año pasado se realizó un nuevo recuento que, si bien aún se están procesando los datos, arroja a modo de información preliminar un incremento del 14% en la cantidad de hogares durante los últimos 5 años trepando a la cifra de 1.350. De la comparación de datos censales de 2016 con los del año 1986, la población se ha incrementado en aproximadamente un tercio desde la Guerra de 1982 -en 1986 sólo lo habitaban 2091 personas-.
En relación a la distribución de los habitantes, éstos se encuentran localizados de manera altamente concentrada. Así, el 94% de la población se asienta en la Isla Soledad, donde se ubica la localidad de Stanley (Puerto Argentino) y la Base Aérea Mount Pleasant (Monte Agradable) que aglutinan el 79% y el 11% de la población total. Las otras localidades existentes ninguna supera los 50 habitantes. La Isla Gran Malvina y otras islas menores solamente están habitadas por 151 y 40 pobladores respectivamente.
La escasa población rural se ubica, mayormente, en los cascos de estancia que están ubicados casi en su totalidad frente al mar ya que el transporte de la lana se realiza por vía marítima debido al débil diseño de los caminos interiores. Otro dato de importancia refiere a la dinámica demográfica. Las migraciones revisten un rol destacado, mientras que factores demográficos como la natalidad y la mortalidad ocupan un segundo lugar en dicha dinámica. Es decir, el incremento poblacional responde en mayor medida al aporte migratorio.
Según los datos arrojados por el Censo de Población del año 2016 efectuado en Malvinas el poblamiento muestra una mixtura de varias nacionalidades: menos de la mitad -42,8%- nacieron en las Islas, el 27,4% procede de Gran Bretaña, el 9,8% de la Isla Santa Helena y el 6,2% de Chile. Asimismo, cabe destacar la presencia de 75 migrantes de Zimbabwe y 63 de Filipinas, con una representación de 2,3% y 2% respectivamente del total poblacional. Los habitantes procedentes de Zimbabwe son casi en exclusividad varones de 35 a 45 años que realizaron hasta fines del año 2020 tareas de desactivación de las áreas minadas como consecuencia de la guerra.
Además, el relevamiento censal de dicho año pone en evidencia que el 54% de los residentes, más allá de su lugar de nacimiento, se autoperciben como "isleños". Aditivamente, un 63% de los habitantes de Malvinas ostenta el denominado "estatus de isleños", el que le otorga derechos y les impone obligaciones cívicas como al resto de los locales "puros"; un 5,1% posee permiso de residencia permanente; un 2,3% cuenta con permiso de residencia temporario y un 22% con permisos de trabajo.
Por otra parte, si comparamos la cantidad de habitantes que residían en las Islas en 1986 con los datos de 2016 se observa que se produjo un incremento de 1.315 pobladores, de las cuales sólo 281 se corresponden con aquellos que nacieron en las mismas Islas y 413 en el Reino Unido. En consecuencia, un aspecto destacable es que el incremento poblacional registrado durante el lapso de tres décadas debe ser atribuido en mayor medida, -47%-, a la llegada de personas provenientes de Chile, de la Isla de Santa Helena y de otros países del mundo con predominio del continente europeo.
En relación al caso de Santa Helena, podría argumentarse que sirvió como lugar para reunir mano de obra barata para servicios y el mantenimiento de la base militar de Mount Pleasant (Monte Agradable) inaugurada en 1985. Por mucho tiempo, dichos habitantes trabajaron allí recluidos mientras que otros llegaban a Stanley (Puerto Argentino) para desempeñarse como empleados domésticos y obreros.
En lo que respecta a la población chilena, que alcanza a la actualidad la cifra de 199, comienza a cobrar importancia numérica en las Islas en los años 90. Entre las actividades a las que se ha dedicado, cabe destacar los trabajos rurales, la administración pública y la hotelería.
Finalmente los restantes 264 habitantes que arroja el Censo 2016 que representan el 8,4% de la población total, provienen de los siguientes países: 36 de Argentina, 25 de Alemania, 22 de Nueva Zelanda, 22 de Australia, 19 de Perú, 12 de Sudáfrica, 12 de Uruguay, 12 de Canadá, 10 de Italia, 9 de Francia, 7 de Brasil, 7 de Estados Unidos, 5 de Hong Kong, 5 de Rusia, 5 de Singapur, 5 de Países Bajos, 5 de Irlanda, 3 de Botswana, 4 de Pakistán, 4 de Paraguay, 3 de España, 3 de República Dominicana, 3 de Georgia y 3 de Kenia. De cada uno de los siguientes países provienen una o dos migrantes: Bahain, Brunel, Costa Rica, Croacia, República Checa, Dinamarca, Columbia, Finlandia, Guyana, India, Costa de Marfil, Japón, Lituania, Malawi, Nepal, Irlanda del Norte, Polonia, República de Nauru, Rumania, Sri Lanja, Suizza, Tanzania y Emiratos Árabes.
A manera de síntesis podemos afirmar que, el archipiélago de las Islas Malvinas presenta las siguientes particularidades demográficas: a) su escasa magnitud y concentración poblacional en una sola localidad, b) la presencia de unos pocos asentamientos de población concentrada de muy reducida población –menos de 50 habitantes cada uno- ubicados frente al mar, c) la elevada participación de los adultos mayores, d) la destacada representatividad de la población no nacida en Malvinas y la numerosa cantidad de países de los cuales proviene la población no nativa, e) la identificación como "isleños" de la mayor parte los habitantes. Por otra parte, se puede constatar que la población está transitando una etapa de envejecimiento acelerado, sobre todo de quienes habitan en los ámbitos rurales, por lo que se podría prever, en caso de mermar la afluencia migratoria, una disminución en el ritmo de crecimiento demográfico.
La migración proveniente de diferentes países se encuentra atraída por la oferta de empleo y los elevados salarios. Para la inserción en la fuerza de trabajo, se requiere de un contrato o permiso de trabajo previo. Una vez posibilitada la radicación en la Islas se puede obtener un permiso de residencia permanente (PRP), para lo cual es necesario acreditar una residencia en las Islas Malvinas por un mínimo de 3 años para el solicitante y cualquier dependiente, buen dominio de idioma inglés, alojamiento adecuado, evaluaciones de salud y de educación para los solicitantes y todos los dependientes para garantizar que no se conviertan en una carga sustancial para los fondos públicos debido a sus necesidades de atención médica y educativa.
Mensualmente se publican las vacantes laborales en el sitio web gubernamental, en el único periódico semanal local Penguin News y en la Cámara de Comercio; que pueden incluir a: dentistas, médicos, ingenieros, científicos pesqueros, mecánicos, enfermeras, policías, gerentes de proyectos, trabajadores sociales, maestros y veterinarios. Durante esta segunda quincena de marzo se ofrece para trabajar a través de contratos por 4 años en el único hospital de las Islas, un puesto de ingeniero electro-biomédico y otro de farmacéutico con una retribución de 4.500 y 5.600 dólares mensuales respectivamente. También, entre otros, un puesto de ingeniero en caminos, de asistente en carreteras y de policía con una retribución mensual de 5.000, 4.400 y 2.700 dólares respectivamente.
Según el Censo del año 2016, los ingresos promedio de las personas empleadas se ubican en los 2.860 dólares mensuales; de las cuales un cuarto perciben ingresos mensuales inferiores a los 1.600 dólares, un 34% entre los 1.600 y los 2.700 dólares, otro cuarto entre los 2.700 y los 4.300 dólares y un 16% ingresos también mensuales superiores a esta última cifra. Al poner el foco en el tipo de actividad, se destacan aquellas que involucran a los profesionales, investigadores, técnicos y a las personas que se encuentran empleadas en el sector de la pesca, la electricidad, agua y gas ya que perciben ingresos promedios mensuales de 4.300 dólares.
Malvinas transita en la última década por un boom económico logrando uno de los PBI más elevados del mundo. Solo algunas luces de alerta se encienden por los efectos de la pandemia en el sector turístico y por las consecuencias del Brexit en el comercio con países europeos. La actividad pesquera, hidrocarburífera y turística propiciaron que las Islas experimenten una pronunciada expansión económica.
Históricamente basada en la producción de lana de alta calidad, desde 1986 la economía de las Islas Malvinas se sustenta en gran medida en la industria pesquera. Desde mediados de la década de los años 80, el gobierno británico otorgó a los isleños la explotación de los derechos de pesca en las aguas que circundan el territorio insular. Luego el gobierno de las Islas entregó licencias de pesca de calamar Illex y merluza negra que generaron más de 600 millones de dólares, importe que tuvo como destino distintas obras de infraestructura y la constitución de un fondo de reserva. El PBI pasó de 8 millones de dólares en 1985 a 330 millones de dólares en el año 2018. En 2018 la pesca permaneció como la principal actividad económica en las representando el 63,6% del PBI. Teniendo en cuenta que muchas empresas son propiedad total o parcial de accionistas residentes en ultramar y muchas tareas son cumplidas por no residentes, el ingreso per cápita se calcula para el 2020 en 69.000 dólares anuales, es decir en 5.750 dólares mensuales. En cuanto a la distribución de los ingresos, una columna de opinión del periódico mencionado del 6 de mayo de 2021 plantea que el 10% de la población con mayores ingresos concentra el 30% de la riqueza.
El sector turístico ha experimentado un rápido crecimiento en los últimos 15 años con un ingreso anual de aproximadamente 60.000 turistas a través de la llegada de cruceros y otros 1600 turistas a través de vuelos, denominados localmente "turistas terrestres", aportando 5 millones de dólares al PIB anual. La temporada alta se produce, por una cuestión climática, entre octubre y marzo en coincidencia con la mayor llegada de cruceros. En estos meses muchos residentes se vuelcan al turismo como guías e intérpretes, a quienes se suman extranjeros que llegan como trabajadores temporarios.
En cuanto a la actividad hidrocarburífera, en 1995 el gobierno de las Islas emitió las primeras licencias para la explotación en aguas adyacentes del Archipiélago. El primer descubrimiento comercial de petróleo se realizó en mayo de 2010.
En cuanto a la ganadería se implementan desde inicios de la década de 1990 programas de mejoramiento genético y de pastos para desarrollar y apoyar razas ovinas de doble propósito (lana y carne), reducir el diámetro de la fibra de lana (micras) y aumentar la productividad mediante el aumento de las tasas reproductivas y la disminución de la mortalidad, ya que las condiciones no son necesariamente las mejores con repercusión en índices de parición bajos y erráticos.
En el año 2003 se instaló una planta de faena certificada para exportar tanto carne ovina como bovina. En la actualidad se exporta carne de corderos a varios países del mundo y se abastece a su mercado interno con productos de carne de res. La capacidad de faena es de unas mil cabezas ovinas por día y entre los principales mercados se cuenta el Reino Unido, Francia, Suecia, Alemania, España, Malta y Chile. La zafra de exportación se extiende desde enero hasta mayo, en tanto que el resto del año opera para el mercado local. En el presente año, del 8 al 10 de enero se realizó la primera faena de 400 corderos para exportación en la cual participaron 8 trabajaros provenientes de África del Sur, 8 de Chile y 2 de Europa.
La agricultura, en gran parte orgánica, continua siendo un empleador importante ya que ocupa de manera directa a 210 personas y contribuye con 4 millones de dólares al PIB anual. Tim Miller es productor y titular del complejo Stanley Growers Ltd. ubicado al este de la capital de las Islas. La empresa inicia sus actividades en el año 1987 en terrenos del gobierno de las Islas con un leasing a largo plazo. Con la aplicación de innovaciones tecnológicas, la producción posibilita el abastecimiento de alimentos frescos para la población. Posee invernáculos hidropónicos calefaccionados y más de 40 tubos de polietileno. Los clientes de la empresa son los puestos de venta locales, restoranes, alojamientos, cruceros y barcos científicos a los que proveen de verduras y frutas frescas.
(*) Prof. Titular de la cátedra "Geografía Argentina", Facultad de Humanidades y Ciencias, Universidad Nacional del Litoral