Tener menos de 18 años en Argentina supone un importante riesgo de inseguridad alimentaria: el 32,2 % de los chicos no pueden acceder a alimentos suficientes y de calidad para cubrir sus requerimientos nutricionales; y el 13,9 % experimentó situaciones de “hambre” por falta de alimentos en los últimos 12 meses.
Son datos que reúne el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), durante el primer trimestre de 2024, en el informe Radiografía de la pobreza en Argentina: realidad social y solidaridad que es esperanza.
Este documento detalla, además, que:
- El 42,6 % de los niños, niñas y adolescentes residen en hogares que reciben la AUH+Tarjeta Alimentaria.
- El 50 % asiste a comedores en escuelas.
- El 36,7 % recibe cajas o bolsones de alimentos de comedores.
- Y el 11,1 % recibe cajas o bolsones de alimentos de comedores no escolares.
Muchos de estos hogares combinan distintas ayudas ya que no cuentan con ingresos suficientes para alimentarse.
Mirá tambiénCONIN: entre su lucha contra la desnutrición infantil y los polémicos dichos de su fundadorEstos datos llegan en un contexto crítico para el Gobierno, atravesado por el escándalo de los alimentos almacenados y las contrataciones irregulares en el Ministerio de Capital Humano que llevaron a la salida de Pablo De la Torre, quien tenía a su cargo la política de seguridad alimentaria.
Educación: presencialidad a la baja
Al poner el foco en la educación, la tendencia en el primer trimestre de 2024 también es preocupante. Según el relevamiento:
- El 23 % de los niños y niñas de entre 3 y 5 años (casi 1 de cada 4) no asiste a establecimientos educativos formales.
- El 0,4 % de los que tienen entre 6 y 12 años no va a la escuela primaria y el 9,1 % asiste aunque con sobreedad a este nivel.
- El 35,3 % de los jóvenes de entre 18 y 29 años no completó la secundaria.
Según especifica el informe, el 80,7 % de los estudiantes menores de 18 años asiste a instituciones educativas de gestión pública; el 12,6 %, a establecimientos privados laicos y el 6,8 %, a escuelas religiosas.
Un dato positivo: la mortalidad infantil
Como contracara a esta situación general que se agrava, entre 2005 y 2022 la tasa de mortalidad infantil de menores de 1 año y de menores de 5 años presentó mejoras, aunque con diferencias entre provincias.
“Al considerar los datos por provincias, se observa que los altos niveles de mortalidad infantil tienden a correlacionarse con altos niveles de indigencia monetaria”, concluye el informe del ODSA.
El fenómeno del trabajador pobre
El drama social no se da solamente en alimentos. En la Argentina, tener empleo ya no garantiza dejar de ser pobre. De acuerdo al informe, “las desigualdades de la estructura productiva y la escasa generación de empleo y de empleo de calidad”, explican que el 32,5% de las personas con trabajo residan en hogares pobres.
Mirá tambiénLa pobreza habría pasado el 55 % y la indigencia el 17 % durante el primer trimestreAdemás, el 26,5 % de la población económicamente activa tiene un empleo precario y el 24,3%, un subempleo inestable.
Vivir en la pobreza y caer en la indigencia
De acuerdo al estudio del ODSA, la aceleración de la inflación generó un incremento en los índices de pobreza e indigencia en el país. La primera ascendió del 44,7 % en el tercer trimestre de 2023, al 55,5 %; y la indigencia pasó del 9,6% al 17,5% en el mismo periodo.
Con estos datos, Argentina registra casi 25 millones de personas en estado de pobreza y unos 7,8 millones, en situación de pobreza extrema o indigencia.
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