Como si la pandemia de COVID-19 no hubiera afectado ya bastante al comercio, un hongo para el cual aún no hay una cura tiene en ascuas a los cultivadores de plátano y banano en una veintena de países, entre ellos Colombia, uno de los mayores exportadores de esos frutos."Este hongo es del tipo clamidosporas, que pueden sobrevivir en el suelo hasta por 20 y 30 años y volver a activarse, por lo que el riesgo es alto durante décadas", dijo Jorge Hernán Palacino, director nacional de Sanidad Vegetal del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), adscrito al Ministerio de Agricultura.
Una pandemia por TR4 podría cambiar drásticamente todo el mercado internacional de frutas, ya que la participación del banano en el comercio mundial, por ejemplo, se estima en más de 36.000 millones de dólares, lo que la convierte en la más popular de todas, según una publicación del diario alemán Die Welt.
La enfermedad se descubrió por primera vez en Taiwán y de a poco se ha extendido por el mundo. Fue así como en 2016 llegó a África y Pakistán, y en el 2019 ingresó a América del Sur, la principal región productora de banano. "La aparición de la enfermedad en Colombia inició con una sospecha en julio de 2019 y dos meses después, el 8 de agosto de ese año, fue confirmada por laboratorios colombianos y universidades extranjeras", agregó Palacino. Para los especialistas es un misterio cómo ingresó la enfermedad a Colombia, pero lo cierto es que por ahora permanece contenida en 10 fincas de un total de 12 en el departamento de La Guajira (norte).
Tenés que leer"La pandemia del banano" avanza y América Latina se suma a la alerta mundialTodas esas fincas juntas suman 2.410 hectáreas sembradas con banano de exportación, pero sólo una parte inferior a las 2.300 hectáreas están afectadas por TR4, lo que obligó a su cierre total y a adoptar medidas tan desesperadas en el resto del país como las que se han visto para contrarrestar el COVID-19 en carreteras, aeropuertos, muelles y vehículos de carga.
"Los camiones se fumigan, los conductores deben hacerse lavado de manos y en las fincas los trabajadores deben cambiarse su ropa y sus zapatos bajo el lema de: 'Entre limpio, salga limpio', para así evitar portar el hongo en los zapatos y en la indumentaria", dice Palacino.
El riesgo para Colombia es alto, sobre todo si la enfermedad llega a las regiones de Magdalena y Urabá (noroeste).
"En Colombia tenemos cerca de 51.454 hectáreas sembradas de banano de exportación, de las cuales vivimos 150.000 familias. En zonas del país como el eje bananero de Urabá —que comprende los municipios de Turbo, Apartadó, Carepa y Chigorodó—, la agroindustria del banano representa el 75% de su economía, por lo que el TR4 es una verdadera amenaza", dice, por su parte, Emerson Aguirre, presidente de la Asociación de Bananeros de Colombia (Augura).
Las exportaciones se mantienen
El banano es el tercer producto de exportación del sector agrícola colombiano y el primero en exportaciones hacia la Unión Europea, y aunque la amenaza de la expansión del hongo no ha afectado el comercio internacional de la fruta desde Colombia, sí ha representado un sobrecosto para los cultivadores locales de alrededor de nueve millones de dólares, quienes han debido adoptar medidas de contención.
"Las exportaciones se han mantenido justamente porque tenemos en cuarentena esas 10 fincas de La Guajira, con lo cual estamos conservando los bananos y plátanos del resto del país. De hecho, pese a la enfermedad, desde el 2019 la balanza comercial de banano de exportación ha sido positiva e incluso se han mejorado relaciones comerciales con países como China", explica Palacino.
En la pasada asamblea general del gremio bananero colombiano, el 16 de abril último, Augura indicó que del total de las exportaciones en 2020, los países miembros de la Unión Europea adquirieron el 69% de estas, con un total de 69 millones de cajas, siendo Alemania, Bélgica e Italia los principales destinos. Estados Unidos siguió en la lista de compradores, con 16% o 16,6 millones de cajas, y en tercer lugar se ubicó Reino Unido, con 15% o 15,2 millones de cajas.
No es la primera vez que la industria bananera se enfrenta a una enfermedad. Hace unos años, Colombia, Ecuador, Guatemala, Filipinas y Costa Rica cultivaban la variedad Gros Michel, más resistente a la manipulación y por lo cual ni siquiera era necesaria transportarla en cajas. Sin embargo, resultó ser muy susceptible a enfermedades como el Mal de Panamá (otro tipo de hongo), por lo que hoy casi ha desaparecido.
En su lugar, los bananeros optaron por la variedad cavernish, la cual es la predominante mundial en la actualidad, "tan bonita a la vista como delicada, tanto que debe transportarse en cajas de 20 kilos para no afectar su aspecto", dice Aguirre. Esa variedad, justamente, es la que ahora está amenazada por la TR4.
"Lastimosamente, a diferencia del COVID-19, para el cual ya hay vacunas, no ocurre lo mismo con la TR4. Expertos señalan que algunos materiales vegetales pueden ser resistentes a la enfermedad, pero ninguno lo es al 100% y tampoco cumplen las condiciones organoeléctricas que demanda el mercado, que señala que el único banano que hoy se consume en el mundo es el cavernish", señala Aguirre.
De llegarse a extender a otras regiones de Colombia, lo cierto es que los más afectados con la TR4 en el país serán los pequeños bananeros, quienes aparte de afrontar la pandemia de COVID-19 también deberán soportar otra peste que carcome sus cultivos y sus finanzas.