Amenazas y destrozos en medio de un parto en el quirófano del Roque Sáenz Peña
Desde el hospital alertaron de un hecho de violencia que se desarrolló este sábado. Según señalan, se debe a “la falta de policías haciendo adicionales” y a un “recorte presupuestario en la Salud Pública”, que genera este tipo de situaciones extremas.
Es importante señalar que en este efector se trabaja con el parto respetado, donde la madre elige cómo llevar adelante ese proceso, pero eso es así en condiciones normales. Ante esta complicación, “se tuvo que intervenir”, detalló Crer. Foto: Archivo
11:30
Nuevamente un hecho de violencia vuelve a exponer el nivel de vulnerabilidad con el que están trabajando las médicas y médicos de los hospitales al igual que los propios empleados. Esta vez el hecho ocurrió en el Roque Sáenz Peña, en la zona sur de Rosario, donde la pareja de una joven que se encontraba en medio de un parto, comenzó a destrozar la sala y amenazar a los médicos, ante el pedido del personal para que esperara afuera.
Resulta que el parto “se complicó” y hubo que realizar una intervención quirúrgica. Esto demandaba que la pareja tuviera que esperar afuera de la sala. El pedido del equipo motivó la ira de esta persona que comenzó a amenazar con mucha violencia a todos y a patear sillas y puertas de forma desmedida”, explicó a El Litoral Martín Crer, delegado de los empleados del hospital Roque Sáenz Peña.
Es importante señalar que en este efector se trabaja con el parto respetado, donde la madre elige cómo llevar adelante ese proceso, pero eso es así en condiciones normales. Ante esta complicación, “se tuvo que intervenir”, detalló Crer.
Pese a que la puerta de ingreso a cirugía, lo que se conoce como tranfer, quedó destrozada impidiendo la correcta movilidad durante el resto de la jornada de trabajo, los propios enfermeros y equipo médico lograron contener al joven y, así, permitir que el procedimiento continuara. Luego, la joven madre fue derivada al hospital Provincial donde nación sana y salva su hija.
Crer entiende que este tipo de reacciones se dan por dos motivos: “Por un lado, hace tiempo que venimos reclamando la falta de seguridad en el hospital; estamos con guardias que quedan totalmente descubiertas de agentes de seguridad por el bajo costo que les abonan las horas adicionales”
“Por otro lado, estas situaciones se dan producto del ajuste que se está ejecutando en la Salud Pública. Es decir, “hay una atención que se viene resintiendo ante la falta de recursos; esto es algo que venimos señalando no solo en cuanto a la cuestión salarial, sino también con respecto a la incorporación de recursos humanos para que la calidad de la asistencia sea la adecuada”.
Este hecho no es la primera vez que sucede en el hospital. La violencia se presenta la mayoría de las veces en las guardias de los efectores, “pero también en otros sectores”, advirtió Crer. Es que “ante la falta de respuestas médicas y una atención escaza” las personas también se sienten “agraviadas”. Por ejemplo, “vienen a buscar un turno sencillo, pero no se lo pueden dar porque no hay. Es una acumulación de situaciones complejas que llevan a este nivel de violencia”, expresó.
El problema de los adicionales
Según Pablo Moyano, dirigente del Sindicato de Municipales, “hay una dificultad muy grande entre provincia y municipio respecto de los adicionales de policía. Allí está el grave problema”, indicó a radio LT8 y agregó: “Hay hospitales que tienen seguridad privada, pero tiene límites respecto de la incumbencia sobre situaciones como estas”.
“Entonces, mientras la provincia y el municipio no se pongan de acuerdo en cómo prestar el servicio adicional de policía, esto seguirá sucediendo. Y es una situación que nos excede por más medidas que tomemos. Todo depende del Ministerio de Seguridad y la Municipalidad. Es una cuestión de dinero”.
Los empleados del Roque Sáenz Peña advierten que este tipo de situaciones violentas se vienen incrementando en el último tiempo. No todos los hechos son de gravedad o toman estado público, pero alertan que las guardias se están complicando mucho sin servicio de seguridad.