Cada 21 de marzo, el mundo celebra el Día Internacional de los Bosques, una fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2012 para resaltar la importancia de estos ecosistemas en nuestra vida.
Estos ecosistemas no solo aportan alimentos nutritivos, sino que también sostienen economías rurales y ayudan a mitigar el cambio climático. Iniciativas en Argentina apuntan a protegerlos y educar sobre su valor.
Cada 21 de marzo, el mundo celebra el Día Internacional de los Bosques, una fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2012 para resaltar la importancia de estos ecosistemas en nuestra vida.
Este año el tema central es "Bosques y alimentos", con el objetivo de destacar el papel esencial que desempeñan los bosques en la seguridad alimentaria, la nutrición y los medios de vida de millones de personas.
Los bosques proporcionan una amplia variedad de alimentos como frutos secos, frutas, semillas, raíces, tubérculos, hojas, hongos, miel, carne de animales silvestres e insectos, que aportan nutrientes esenciales a la dieta humana. Además, albergan polinizadores vitales y contribuyen a la fertilidad del suelo, factores clave para la productividad agrícola.
Los bosques cumplen un papel estratégico en el sostenimiento de las economías rurales, especialmente en comunidades que dependen directamente de sus recursos para subsistir. Proveen madera, leña, alimentos, plantas medicinales y fibras naturales, que muchas familias transforman en productos artesanales o comercializan en mercados locales
En muchas regiones, los bosques representan hasta el 20% de los ingresos de los hogares rurales, lo que permite el acceso a alimentos nutritivos y dietas diversas. En situaciones de crisis se convierten en un salvavidas económico y alimentario, debido a que garantizan dietas saludables y medios de vida sostenibles.
En Argentina, diversas iniciativas buscan proteger y restaurar los bosques. Por ejemplo, la provincia de Santa Fe ha incorporado 55 hectáreas al sistema de Áreas Naturales Protegidas, con el objetivo de proteger bosques ribereños y chaqueños que son hogar de especies emblemáticas como monos carayá y quebracho blanco.
Además, distintos organismos públicos y privados del país se encuentran reforzando sus programas de educación ambiental con foco en la protección de los ecosistemas forestales, como parte de una estrategia educativa integral para formar a las nuevas generaciones en el cuidado del patrimonio forestal argentino.
A pesar de su importancia, los bosques enfrentan amenazas significativas. Cada año se pierden 10 millones de hectáreas debido a la deforestación, y aproximadamente 70 millones de hectáreas son afectadas por incendios. Esta pérdida no solo afecta la biodiversidad, sino que también pone en riesgo la seguridad alimentaria y el bienestar de millones de personas.
Los bosques son fundamentales para nuestra alimentación, economía y medio ambiente. Proteger y restaurar estos ecosistemas es esencial para garantizar un futuro sostenible y saludable para las generaciones presentes y futuras.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.