La situación en los comercios de barrio no es muy distinta a la que atraviesan en el centro de la ciudad o en los shoppings. “Cada vez llega antes fin de mes para el bolsillo de las familias”, ejemplificó Milito sobre lo que están atravesando muchas personas ante una inflación descontrolada.
En los negocios “los aumentos de precios son incesantes y cuesta mucho la reposición de la mercadería. Las listas de precios siguen llegando mes a mes con incrementos acelerados, sobre todo por parte de los grandes jugadores, que terminan formando los precios en la Argentina”, indicó.
“Esto provoca que se note no solo en la periferia de la ciudad, sino en la gran mayoría de los negocios que el fin de mes llega más temprano”, admitió Milito sobre la remarcación de precios.
Una antigua forma de financiar a los clientes conocidos en los barrios es mediante el fiado. “Esto está pasando de nuevo, lamentablemente, para que los que están con lo justo en los últimos días del mes no se queden sin lo que necesitan”, confirmó el titular de Almaceneros.
Esta metodología, que había quedado en el pasado ante las nuevas formas de financiamiento digital y la irrupción de Billetera Santa Fe, volvió a imponerse porque “ni con la Billetera alcanza”, demostrando que los cinco mil pesos de devolución quedaron muy cortos.
La inflación empieza a mostrar su peor cara impactando negativamente en el consumo. “Nosotros desde agosto venimos viendo que hay un amesetamiento, que se mantuvo en septiembre, pero ahora en octubre comenzamos a ver la caída en unidades físicas, esto se nota”.
Otro dato a destacar es que, por una cuestión estacional, “en noviembre se detecta que hay un crecimiento en la ventas, pero en términos generales no mueven el amperímetro de la balanza en general, es decir que el efecto inflación se hace sentir fuerte”, argumentó.
Con relación a si se detectan cierres de negocios por no poder sostener los comercios, Milito dijo que “no hay grandes cierres”, pero “sí te puedo decir que en el último semestre tuvimos algunas bajas de persianas”, aunque “no es lo predominante”.
Hoy en día tener un almacés “ya no es tan sencillo”. Es que para empezar “tenés que hacer una inversión millonaria en diversos electrodomésticos que se dispararon”.
Los nuevos negocios de este tipo que se vieron fueron durante la pandemia. Resulta que en pleno confinamiento hubo actividades que se deprimieron totalmente como, por ejemplo, la ropa, porque la gente no la consumía sencillamenteporque no salía a la calle. Entonces “muchos que estaban en ese rubro optaron por migrar al sector de alimentos y comercio minorista”.