En Rosario ya no saben qué más robar. Todo lo que sea de bronce o por lo menos lo parezca se transforma en un botín atractivo para los delincuentes. Pese a que no se trata de un negocio mega rentable, sí deja unos pesos de manera rápida en el menudeo.
Por eso, no solo los picaportes, sino los medidores de Aguas Santafesinas vienen siendo súper demandados en el mercado negro. Ahora, la empresa se cansó y comenzará a reemplazarlos por equipos de plástico. Pero, ¿qué tan resistentes y durables son?
“Son definitivos. Una vez que se instalan no se vuelven a reemplazar. Todos serán de plástico. Nosotros realizamos un banco de pruebas y no hay ninguna diferencia con los sistemas antiguos. Miden fielmente e inclusive no se generan incrustaciones, algo que suele suceder con los anteriores”, detalló a El Litoral el gerente de Relaciones Institucionales de Aguas Santafesinas (Assa), Guillermo Lanfranco.
A esta decisión se llega después de múltiples denuncias de vecinos y vecinas que son víctimas del saqueo de los equipos dejándoles las veredas inundadas de agua, con el trastorno que esto genera.
Solamente el fin de semana largo se estima que hubo entre 30 y 40 robos por días. La situación se desmadró al punto de que la firma, que es la que se hace cargo de reemplazarlos con un costo aproximado de cinco mil pesos cada uno, optó por ir cambiándolos todos y frenar la ola de robos.
Lanfranco contó que “se están reemplazando por robo, a pedido de los usuarios, por campañas nuestras proactivas de instalación en zonas donde hay que medir y, por último, por reemplazo por reparación tras varios años”.
“Obviamente estos nuevos sistemas también requieren mantenimiento cada 5, 6 años. Se los retira y se los reemplaza. Es algo programado”.
Con relación al costo de los medidores de plástico, “la diferencia no es significativa. Es bastante similar en cuanto a los precios, así que no se trata de una reducción de gastos importante para la empresa”, indicó el gerente.
Mientras tanto, Assa lo que está ejecutando para prevenir robos es cementar el gabinete, reponerlo y llenar la caja con cemento, “es lo único que podemos hacer para proteger el medidor”.
A modo de urgencia, Aguas encuentra “la solución” de restablecer el servicio colocando un chicote para que se pueda reemplazar por un medidor nuevo y desde ese momento se empieza a cobrar el servicio nuevamente”.
Aguas Santafesinas viene realizando un seguimiento de los equipos robados. Según explican desde la firma detectaron que los que están sustrayendo estos elementos no forman parte de una mafia o grupo organizado, sino que son individuos que se hacen de algunos escasos pesos de forma inmediata.