Valencia: un santafesino se sumó como voluntario a la reconstrucción tras el espanto
Inti Beloso vive en el epicentro a donde la “Gota fría” lo destruyó casi todo, aunque no sufrió en carne propia las consecuencias. No dudó en sumarse a las tareas humanitarias. Un crudo reporte en videos y un fotorreportaje.
Valencia: un santafesino se sumó como voluntario a la reconstrucción tras el espanto
La provincia de Valencia, España, sufrió la semana pasada catastróficas inundaciones debido al temporal de “gota fría” o fenómeno meteorológico DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), que arrasó con carreteras, puentes y viviendas, dejando hasta el momento más de 200 muertos y cientos de damnificados. Las intensas lluvias desbordaron ríos y sistemas de drenaje, sumergiendo calles enteras bajo el agua y causando estragos en cultivos y propiedades. La comunidad, profundamente afectada, enfrenta ahora el desafío de la reconstrucción en medio de una emergencia humanitaria.
Uno de los voluntarios que se sumó en las últimas horas al inicio de las tareas de reconstrucción de Valencia es el santafesino Inti Beloso, de 27 años, quien desde hace varios meses reside en dicha ciudad de España. El joven contó que la “Gota Fría” no afectó su vivienda, porque reside en el centro de Valencia, mientras que la zona más afectada son las afueras de la ciudad. “Como voluntario me pude sumar recién hoy, porque todos estos días estuve trabajando y no había podido acercarme a la zona del desastre”, contó en diálogo con El Litoral.
“Como acá es invierno se hace de noche más temprano, entonces hay que venir a primera hora para colaborar con lo que se pueda”, dijo Inti. “Yo pude venir hoy a Paiporta y me encontré con una realidad mucho más relajada, en algún aspecto, a lo que fueron los días anteriores, aunque todo sigue siendo un desastre”, describió. “Absolutamente todos los negocios están perdidos, lo mismo los autos y las casas de familia”.
Santafesinos afectados
En otro reportaje publicado el martes, El Litoral contó lo que le ocurre a otra familia de santafesinos que vive en Picaña y en Paiporta, y lo perdieron absolutamente todo: la casa, dos negocios y el auto. Se trata de Guillermina Spiekermann y Leonardo “Lalo” Miretti, a los que se suman sus hijas, hijo y nietos, que viven en el epicentro del desastre. No saben cuánto tiempo les llevará intentar volver a la normalidad de la vida, ni saben si podrán regresar a su casa, todavía invadida por el agua y el barro contaminante.
Paiporta. Uno de los miles locales comerciales destruidos por el paso de DANA, en España. Gentileza Inti Beloso.
La familia Miretti Spiekermann reside desde 2017 en Picaña, mientras que una de las hijas, el yerno y nietos residen en Paiporta, que es la ciudad más duramente castigada por DANA. “Ahora yo estoy en el departamento de mi hija, en Paiporta, porque es un tercer piso y no lo afectó, pero el resto de la ciudad está devastada”, describió Leonardo. “Estoy desde hace dos días encerrado acá porque soy inmuno deprimido”, explicó luego el hombre de 50 años que atravesó un cáncer. “Hoy por hoy estamos bien, tratando de sobrevivir, pero me tengo que cuidar porque hay pestes por todos lados, producto del barro y la contaminación”, describe. “El agua arrasó industrias y todo, y encontraron bacterias de todo tipo”.
Voluntariado
“Estuve limpiando una casa de familia que tiene un sótano que sigue totalmente inundado”, relató Inti este miércoles y explicó después la dinámica de lo que viene sucediendo: “Los voluntarios ayudamos a limpiar todo junto a los vecinos. Alguien sale de su casa y grita: ‘Necesito gente acá para sacar agua’ o ‘para sacar un mueble destruido’. Entonces ahí vamos en grupo los que estamos disponibles, nos metemos y ayudamos”, contó Inti, el joven que vivía en Guadalupe y vive ahora en Europa, desde hace un par de años.
“Hay muchos jóvenes porque la mayoría de los estudiantes de Valencia son de pueblos afectados”, contó Inti, y “han decretado que no continuarán por el momento las clases. Tenés que destinar tiempo para llegar acá, porque los metros y buses no llegan al lugar a donde estamos ahora (Paiporta) limpiando todo”.
“Lo que separa a estos pueblos de Valencia es un río -el Turia- que hay que cruzar a través de varios puentes. Del lado de Valencia está todo muy lindo, entre comillas, pero del otro lado llegás y ves a un coche apilado arriba de otro, casas totalmente destruidas, todos los electrodomésticos y muebles en la calle llenos de barro, con pequeños espacios para que puedan circular los camiones, la ayuda del Ejercito, los bomberos y las ambulancias, entre los desechos”.
Cabe recordar que el río Turia atravesaba antes el corazón de Valencia y luego fue re encausado al nuevo curso que ahora se desbordó e inundó a los pueblos aledaños.
La memoria del agua
Las imágenes que describe Inti remiten a las que quedaron grabadas en la memoria de miles de santafesinos, tras el desastre del 2003. Aquella vez el río Salado invadió un tercio de la capital provincial provocando la peor inundación de su historia. La gente retiró a las calles los restos de lo que habían sido sus bienes. Lo mismo que ocurre hoy en las afueras de Valencia.