“Se espera que continúe La Niña” durante el verano del hemisferio sur, “con probabilidades iguales de La Niña y ENSO (El Niño, oscilación sur) neutral durante enero-marzo 2023. En febrero-abril 2023, existe un 71% de probabilidad de ENSO-neutral”.
Científicos de todo el mundo, reunidos por la agencia de Océanos y Atmósfera de EE.UU., calcularon en 71% la neutralidad de El Niño en abril.
“Se espera que continúe La Niña” durante el verano del hemisferio sur, “con probabilidades iguales de La Niña y ENSO (El Niño, oscilación sur) neutral durante enero-marzo 2023. En febrero-abril 2023, existe un 71% de probabilidad de ENSO-neutral”.
El párrafo pertenece al informe de la discusión diagnóstica de especialistas de todo el mundo, reunidos por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), el Servicio Nacional de Meteorología de NOAA e instituciones afiliadas en Estados Unidos. Fue difundido este jueves.
Básicamente, con temperaturas frías en el Pacífico ecuatorial frente a las costas del Perú, las condiciones climáticas perfilan lluvias menores a los promedios en la región litoral argentina, aunque con tendencias opuestas en el noroeste del país.
“Las temperaturas de la superficie del mar (SSTs, por sus siglas en inglés) por debajo del promedio persistieron a través del centro y este del Océano Pacífico ecuatorial durante el mes pasado”, señala el informe.
Los vientos Alisios que corren sobre el Ecuador en la baja atmósfera, cuando se intensifican, llevan las aguas cálidas hacia las costas de Papúa-Nueva Guinea e Indonesia, e intensifican las lluvias en aquella región y en Australia. Es el mismo fenómeno global que produce las condiciones generales de sequías en Santa Fe.
“Todos los índices semanales más recientes estuvieron cerca de -1.0°C” ó “ -0.5°C” en distintas zonas del Pacífico ecuatorial. Sin embargo los científicos analizan también las temperaturas por debajo de la superficie y advirtieron que “en noviembre 2022, las anomalías negativas de temperaturas de la subsuperficie se debilitaron, reflejando una expansión hacia el este de temperaturas de subsuperficie por encima del promedio en el oeste y centro del Pacífico.
“Las anomalías en los vientos del Este en los niveles bajos y de los vientos del oeste en los niveles altos fueron evidentes a través de la mayor parte del Pacífico ecuatorial durante este mes. El patrón de convección continuó mostrando convección suprimida sobre el oeste y centro del Pacífico tropical y aumentada sobre Indonesia”, ratifica el informe. “En general, el sistema acoplado océano-atmósfera continuó reflejando La Niña”.
Los pronósticos IRI (sistemas globales que combinan mediciones e historias) “indican que La Niña persistirá durante el invierno septentrional 2022-23”, es decir en el verano sudamericano.
“Para el promedio de los modelos dinámicos, se favorecen condiciones ENSO-neutral en enero-marzo 2023, con los modelos estadísticos mostrando la transición a ENSO-neutral ocurriendo en febrero-abril 2023.
Si bien las opiniones de los científicos aún están divididas, “existe confiabilidad alta en que ENSO-neutral surgirá durante la primavera del hemisferio norte (otoño meridional)”.
Según explica el Centro de Predicción Climática del National Weather Center de Estados Unidos, “los episodios de La Niña presentan cambios a gran escala en los vientos atmosféricos en el Pacífico tropical”, que aumentan de este a oeste en la atmósfera inferior y de oeste a este) en la atmósfera superior.
“Estas condiciones reflejan una mayor fuerza de la Circulación de Walker ecuatorial”, definen los científicos. Y lo explican.
Relatan que desplazada la capa cálida del océano hacia el Oeste, durante la fase de desarrollo de La Niña, “la estructura subsuperficial del océano se caracteriza por una capa anormalmente poco profunda de agua cálida en el Pacífico tropical oriental, en asociación con una profundidad reducida de la termoclina oceánica.
“Por lo tanto -detallan- la pendiente de la termoclina (línea imaginaria que separa dos masas de agua de temperatura diferente) aumenta a lo largo de la cuenca. En episodios muy fuertes de La Niña, la termoclina puede acercarse mucho a la superficie del océano durante períodos prolongados.
“Este enfriamiento representa una disminución de la profundidad de la capa mixta oceánica y acompaña la aparición de aguas ricas en nutrientes muy cerca de la superficie del océano. Por lo tanto, su existencia es bastante beneficiosa para la vida marina en toda la región”.
Concluye advirtiendo que “acompañando a estas condiciones, la altura del nivel del mar es más baja de lo normal sobre el Pacífico oriental, lo que resulta en un aumento de la pendiente de la superficie del océano a lo largo de la cuenca. También hay una evolución considerable en la temperatura del subsuelo y la estructura de la termoclina durante los episodios de El Niño y La Niña”.