Maju Lozano hace un tiempo contó que tuvo que operarse: "Hola, lindores. Acá apareciendo de a poquito. Tuve que realizarme una cirugía por un tema de salud. Es por eso que he tenido que tomarme unos días en la radio y en la tele". Fue mediante su cuenta de Instagram que la famosa dio detalles.
Como si fuera poco, tiempo atrás había padecido el coronavirus de la peor manera: "Las sensaciones son horribles. Son dolores que uno no ha transitado nunca. Es una falta de energía absoluta, que lo único que necesitás es dormir. Es un cansancio espantoso por el que todo el tiempo estás tirado".
"Me agito un poco. Obviamente estoy bien, me siento bien y todavía me falta el último tramo, no es que tengo el alta como para ir a chupar baranda, porque hay un tema de coagulación, que es como una de las secuelas más comunes o típicas de quienes tuvimos un COVID más complicado", reveló Maju Lozano.
Y finalizó llevando tranquilidad a todos los que se preocuparon por ella en aquel entonces y su familia: " Así que andaremos con anticoagulantes y algunas inyecciones. Tengo el alta pero con mucho cuidado. Estamos muy bien. Gracias al canal. Es lindo ver a todos los compas".
Cuando todo parecía ir bien en la vida de Maju, la famosa sufrió un nuevo problema de salud. Y es que, la conductora que quedó en su reemplazó contó hace días: "Ayer nos dimos un susto muy grande con Maju; estuvo internada toda la noche, se fue de acá sintiéndose muy mal, con un dolor cardíaco, que entendimos que era así porque lo que le dolía era el pecho, el brazo".
Mirá tambiénWanda Nara: "Les recomiendo que empiecen a darle a las pizzas sin culpa""Por suerte no es nada cardiológico, tiene un pico de estrés muy fuerte. Estuvo internada toda la noche pero creo que ya está en la casa. Igual le tienen que seguir haciendo varios estudios y se tiene que cuidar un poco. Nos asustamos mucho", reveló su reemplazante.
Fue entonces que Maju habló de su salud en redes: "Aprender a relajar la mente, asumir que reposar mirando hacia la nada, lejos está de ser vaga y perezosa. Mirar para adentro para disfrutar el afuera. Valorar el camino recorrido, dejar atrás el pasado qué pasó y por suerte ya sanó".
"Asumir ya de una vez y sin culpa, que soy una mamá que trabaja mucho y que no por eso soy una mala madre. Que trabajar muchísimo y sobre todo de lo que amo, es enseñarle a mi pequeño que los sueños se cumplen. ¡Agradecer y agradecerme! Que el camino recorrido fue arduo pero también hermoso", finalizó.