Los científicos dieron un nombre coloquial a esta área océanica que se encuentra cerca de Nueva Zelanda y tiene un tamaño similar a Australia: la llaman la "mancha cálida" o "mancha del sur" (hot blob, en inglés).
Una zona cálida en el oeste del Pacífico sur está causando en parte la megasequía que afecta a Chile y al oeste de Argentina desde 2010, según un nuevo estudio.
Los científicos dieron un nombre coloquial a esta área océanica que se encuentra cerca de Nueva Zelanda y tiene un tamaño similar a Australia: la llaman la "mancha cálida" o "mancha del sur" (hot blob, en inglés).
Esta zona más caliente que su entorno se debe en parte a un fenómeno natural, aclaran los investigadores. Pero su duración e intensidad inusual está relacionada con el cambio climático.
El estudio, realizado por científicos de Chile y Nueva Zelanda, fue publicado en la revista Journal of Climate de la Sociedad Meteorológica Estadounidense (American Meteorological Society).
Cuatro veces más cálida
"Todas las partes del océano se han estado calentando, pero la mancha del sur sobresale porque allí ha habido un calentamiento que por lo menos en el hemisferio sur es el máximo", le señaló a BBC Mundo el climatólogo chileno René Garreaud, autor principal del estudio.
"Para que se hagan una idea, en promedio el océano se está calentando a una décima de grado por década, pero esta zona se está calentando a unos 0,4 grados por década, lo cual quiere decir que en 40 años se ha calentado 1,5 o 1,6 grados".
"Es unas cuatro veces más que la tasa de calentamiento de su entorno en las mismas latitudes en el Pacífico, el Atlántico o el Índico".
La mancha del sur y el cambio climático
Las manchas océanicas cálidas, llamadas en inglés blobso marine heat waves (ondas de calor oceánicas), son un fenómeno natural ya conocido por los científicos.
Pero esas manchas suelen ser transitorias y durar cerca de un año o dos.
"Frente a California se registró hace unos años una onda de calor oceánica", afirmó Garreaud.
"Y hay muchas de esas manchas de pronto frente a la costa atlántica de Sudamérica, ves unos focos calientes que duran unos meses y después de disipan".
"Es un fenómeno transiente que tiene que ver con corrientes marinas".
Sin embargo, la mancha cerca de Nueva Zelanda es extremadamente inusual porque ya lleva allá 40 años. Y uno de los grandes interrogantes es si esta duración podría deberse al cambio climático.
Desde la mancha hasta la sequía: paso a paso
¿Cuál es entonces la secuencia de eventos que conecta a la mancha cerca de Nueva Zelanda con la sequía en Sudamérica?
"Se parte de la mancha, una superficie que se calienta en el océano. Ese calor se transfiere a la atmósfera, por lo que toda la zona sobre la mancha está más cálida, es como si le colocaras una llamita abajo, que en este caso es la mancha", comenzó Garreaud.
"La temperatura va también de la mano con la presión atmosférica, y además como los vientos soplan desde Australia hacia Sudamérica, esa mayor temperatura que finalmente se traduce en una mayor presión se expande a lo largo del Pacífico", prosiguió.
"Y lo que ha estado haciendo al expandirse es intensificar una zona que siempre ha estado ahí, que es el Anticiclón del Pacífico".
El Anticiclón del Pacífico en las costas de Sudamérica es lo que explica normalmente, por ejemplo, que el clima en Santiago sea mucho más seco que el de Montevideo, aunque ambas ciudades se encuentran en latitudes similares.
Pero al hacerse más intenso por efecto de la mancha, el anticiclón está impidiendo la llegada de frentes de tormenta o sistemas frontales a la región central de Chile, la Cordillera y el oeste de Argentina.
Debido a una secuencia de eventos que se inicia en la mancha no están llegando los frentes de tormenta a la región central de Chile y al oeste de Argentina.
Garreaud explicó que, en términos muy simples, un anticiclón es una zona de descenso de aire.
"Un anticiclón es una zona de alta presión y se origina porque el aire está descendiendo, mientras que para llover es todo lo contrario: se necesita ascenso para que la humedad se condense y precipite finalmente".
"Si tienes estas condiciones que están aplastando a la atmósfera —lo estoy diciendo de forma muy coloquial— claro que es muy poco probable que tengas desarrollo de sistemas de nubes y precipitación".
En la región central de Chile, a diferencia del oeste de Argentina, no hay lluvias de verano.
"Entonces nuestra única ventana de oportunidad es que lleguen sistemas frontales, frentes de tormenta, en invierno", prosiguió.
"Pero con la mancha que ha calentado la atmósfera y el aumento de presión, el anticiclón está más intenso y le ha cerrado la puerta a los sistemas frontales que podían haber llegado a Chile central".
Los frentes de tormenta que no llegan a la región central de Chile se están desviando más hacia el sur.
La zona de Magallanes y Tierra del Fuego han tenido un aumento de precipitaciones que en parte podría deberse a este desvío, explicó Garreaud.
"Incluso parte de la península antártica ha recibido más vientos del oeste y eventualmente una mayor precipitación. La mancha podría tener un papel ahí".