En cada show, Carlitos Balá, quien falleció el jueves por la noche, con ayuda de una secretaria le pedía a todos los chicos presentes que dejaran su chupete en una canasta para despedirse de él. Luego, depositaba uno por uno los objetos recolectados en un gran cilindro transparente en el escenario que tenía unos dos metros de altura, incluso para poner los chupetes ahí él tenía que subirse a una escalerita.
En una oportunidad, el conductor contó que lo idearon junto con su productor D’ Alessandro y que no se trató solo de un sketch, sino que habían hablado previamente con profesionales sobre el tema: “Averiguamos con los pediatras cómo influía el uso del chupete en la boca y nos dijeron que después de los 2 años tenían que dejarlo porque deforma el paladar. Y así fue que empezamos con una canastita donde los chicos iban dejando sus chupetes. Pero eran tantos que hicimos unos tubos enormes que instalamos en ATC, en el circo y en el teatro”.
A partir de entonces, miles de niños argentinos durante varias generaciones pudieron dejar su chupete sin sufrir en el proceso.
Tal fue el caso de un lector, que relató a El Litoral que era “fanático” de Carlitos Balá. “Para que deje los chupetes, me dijeron que se los entregara a un amigo de mi papá que se los iba a mandar a Buenos Aires y me sentaron una tarde a ver el programa y me decían “mirá, mirá, ahí están poniendo los tuyos”; y yo me quedé convencido que mis chupetes habían ido al Chupetómetro”. “En defensa de mis viejos, tengo que aclarar que yo tenía siete chupetes, uno para cada día de la semana, colgados en la cabecera de la cama y ya tenía seis años”, añadió entre risas. “Pero bueno, dejé de usar los chupetes gracias a Carlitos Balá”, agregó.
Por otro lado, durante un programa en vivo, Balá había recomendado a los padres que si no sabían cómo conseguir que los chicos entregaran su chupete, les podían decir por ejemplo que algún perrito necesitaba uno. Así lo recuerda otra lectora que “aprovechó” la idea cuando la mascota de un vecino se puso a ladrar y arrojó el chupete de su hermanita por el tapial. “Pobrecito, escuchá cómo llora, vamos a darle tu chupete para que no llore más”, le había dicho entonces a su pequeña hermana.
Más, en redes
Por su parte, muchos otros “ex” niños recordaron este viernes en las redes sociales su experiencia con el Chupetómetro de Carlitos Balá: “Mi mamá puso mi chupete en una cajita de zapatos, de cartón, que forramos y pintamos y la mandó al programa de Carlitos Balá, al chupetómetro. Veíamos la tele y yo buscaba con la mirada mi chupete entre esos cientos y esperaba que Balá me mencionara”, contó una usuaria.
Hasta el propio Marley lo recordó...
Mientras, muchos usuarios recuerdan en Twitter que, como en el caso del lector de El Litoral, sus papás los engañaron y nunca enviaron los chupetes al famoso Chupetrómetro.