De acuerdo con los astrónomos, las imágenes muestran pistas importantes que podrán facilitar la búsqueda de evidencia de vida en Marte.
Un estudio ha concluído que las imágenes de Marte enviadas por el robot Perseverance revelan cómo el agua ayudó a dar forma al paisaje del planeta rojo hace miles de millones de años.
De acuerdo con los astrónomos, las imágenes muestran pistas importantes que podrán facilitar la búsqueda de evidencia de vida en Marte.
El estudio publicado en Science fue realizado en base a las imágenes de alta resolución capturadas por el rover en un lugar donde se creía que había acantilados que alguna vez fueron las orillas de un río.
Los investigadores consideran que las capas dentro de los acantilados revelan cómo tuvo lugar su formación ya que la astrobióloga de la NASA Amy Williams y sus colegas en Florida encontraron similitudes con los acantilados vistos desde el suelo del cráter y los patrones de los ríos de la Tierra.
La forma de las tres capas inferiores mostró una presencia y un flujo constante de agua desde el principio, lo que indica que Marte era lo suficientemente cálido y húmedo como para soportar un ciclo hidrológico hace unos 3.700 millones de años.
Mientras que las capas superiores y más recientes presentan bordes rodados que miden más de un metro de diámetro esparcidos y probablemente arrastrados allí debido a violentas inundaciones. Sin embargo, es el sedimento de grano fino de la capa base lo que posiblemente sea el objetivo de la muestra en busca de signos de vida extinta en Marte, en caso de que haya existido.
El mes de septiembre, Perseverance recogió las dos primeras muestras de rocas en Jezero que mostraban signos de que estuvieron en contacto con agua subterránea durante un largo periodo, lo que puede dar pistas sobre la existencia de vida antigua en el planeta rojo.