A 53 años de aquel histórico alunizaje, la NASA planea un regreso tripulado a la Luna: que el hombre vuelva a poner un pie en el único satélite natural de la Tierra. Y delegó la construcción de la nave en un proyecto de Elon Musk y su empresa SpaceX.
El programa Artemis, que lidera la Administración Nacional de Aeronáutica y Espacio (NASA) tiene como objetivo que el vehículo espacial diseñado por SpaceX lleva al ser humano a una nueva alunización que, además, en esta ocasión, incluirá a una mujer.
La empresa de Elon Musk fue la elegida para construir este vehículo especial (basado en su nave Starship), pero esta decisión le trajo algunos inconvenientes a la NASA, dado que en la licitación quedó afuera un conglomerado de empresas aeroespaciales, encabezado por otro magnate: Jeff Bezos, dueño de Amazon.
Mirá tambiénQué pasó con Twitter y los problemas que reportaron varios usuarios en el mundoPor eso en marzo pasado, la NASA hizo una nueva convocatoria para elegir otro proyecto propuesto por cualquier empresa privada (la condición es que sea estadounidense) y que sume un segundo módulo, tal como estaba previsto en el programa Artemis, y que cuenten con la capacidad de acoplarse a la Gateway, que es la estación espacial que orbitará la luna.
La directora de la “exploración humana de la NASA”, Kathy Lueders, indicó que “con esta selección, la NASA y nuestros socios completarán la primera misión de demostración tripulada a la superficie de la Luna en el siglo XXI”. Y destacó que la agencia espacial norteamericana “da un paso al frente hacia la igualdad de las mujeres y la exploración a largo plazo del espacio profundo”.
El objetivo de la NASA no sólo está relacionado con volver a llevar humanos a la luna, sino con la posibilidad de generar una estación permanente. En ese contexto fue cuando surgió el programa Artemis que prácticamente puso una fecha de regreso: 2024. Aunque razones presupuestarias podrían postergar ese momento al menos un año.
Mirá tambiénVideo: explotó el cohete de Space X con el que Elon Musk pretende llevar gente a MarteEl Congreso de los Estados Unidos había otorgado 850 millones de dólares de los 3.300 exigidos para construir el módulo de aterrizaje lunar y eso, según Lueders, fue clave para no poder redondear una licitación más competitiva. Y al no poder elegir entre dos compañías, como estaba previsto originalmente, la NASA optó por la propuesta de Elon Musk, que era la más baja “por amplio margen”. El contrato con SpaceX es de 2.890 millones de dólares.
A través de SpaceX, Elon Musk hace una década que viene trabajando en el desarrollo de Starship. El sueño del empresario va más allá de la Luna: apunta a terminar llevando humanos a Marte y empezar a poblar el planeta rojo. Por el momento, en función de la licitación con la NASA, funcionará como módulo de alunizaje para astronautas.
Tanto la NASA como Musk miran mucho más allá de delante de sus narices y apuntan a una colaboración mutua duradera y que permita un transporte habitual de astronautas a la luna, respetando de este modo el objetivo primordial del programa Artemis, que pasa por colocar una base lunar que sirva como punto de apoyo a misiones a futuro que explorarán otros lugares del sistema solar, como el caso de Marte.