El telescopio James Webb de la NASA fue protagonista el pasado 11 de julio cuando compartió al mundo imágenes del universo sin precedentes, siendo la visión infrarroja más profunda y nítida de la historia.
El novedoso aparato comenzó a compartir fotografías y datos en las últimas semanas. Ya había sorprendido con la imagen infrarroja más profunda del universo y pone en evidencia su capacidad.
El telescopio James Webb de la NASA fue protagonista el pasado 11 de julio cuando compartió al mundo imágenes del universo sin precedentes, siendo la visión infrarroja más profunda y nítida de la historia.
Al otro día, impactó aún más con una serie de fotografías de diversa índole y el detallado análisis de las características de un planeta realizado en pocas horas.
En esta ocasión, desde la NASA compartieron novedosas imágenes de Júpiter del mismo James Webb. Más allá de su impactante calidad y detalle, se resalta la aparición de dos lunas y dos anillos en su cercanía.
A lo lejos, se puede apreciar el brillo de galaxias distantes, las cuáles se suman a una importante lista de fotografías e información de calidad que dejan en evidencia el poder de este telescopio y amplía el horizonte de la exploración espacial.
La NASA detalla que las nuevas imágenes sobre Júpiter resaltan las características del planeta, incluida su turbulenta Gran Mancha Roja, la cual se puede observar en color blanco. Estas fueron procesadas por la científica ciudadana Judy Schmidt:
Además indican que el Webb observa las brillantes ondas, remolinos y vórtices de la atmósfera de Júpiter, así como el oscuro sistema de anillos, un millón de veces más tenue que el planeta. A la izquierda, dos lunas de Júpiter, incluida una de solo 20 km de diámetro.
En la vista independiente de Júpiter, creada a partir de un compuesto de varias imágenes de Webb, las auroras se extienden a grandes altitudes por encima de los polos norte y sur de Júpiter. Las auroras brillan en un filtro que las transfiere a colores más rojos, lo que también resalta la luz reflejada de las nubes más bajas y las brumas superiores. Un filtro diferente, aplicado para transferir la luz a amarillos y verdes, muestra brumas girando alrededor de los polos norte y sur. Un tercer filtro, que transfiere a azules, muestra la luz que se refleja desde una nube principal más profunda.
“Aquí, el brillo aquí indica una gran altitud, así que la Gran Mancha Roja tiene brumas de gran altitud, al igual que la región ecuatorial”, dijo Heidi Hammel, científica interdisciplinaria de Webb para observaciones del sistema solar y vicepresidenta de investigaciones científicas en la Asociación de Universidades para la Investigación en Astronomía (AURA, por sus siglas en inglés). “Las numerosas ‘manchas’ y ‘rayas’ blancas brillantes son probablemente cimas de nubes a gran altura de tormentas convectivas condensadas”.