Desde el Programa de Vigilancia Epidemiológica del Ministerio de Salud de la provincia de Salta se emitió un alerta por la bacteria estreptococos que provocó la muerte de dos niños en los últimos días.
La streptococcus pyogenes es una bacteria Gram-positiva y la causa más frecuente de faringitis. Ya son 64 las víctimas en 2023.
Desde el Programa de Vigilancia Epidemiológica del Ministerio de Salud de la provincia de Salta se emitió un alerta por la bacteria estreptococos que provocó la muerte de dos niños en los últimos días.
Francisco García Campos, titular del área, expresó a un medio local su preocupación por la aparición de estos casos, especialmente por la gravedad de las manifestaciones invasivas de la enfermedad que condujeron a los lamentables fallecimientos en niños.
Streptococcus pyogenes es una bacteria Gram-positiva y es la causa bacteriana más frecuente de faringitis aguda e infecciones cutáneas como impétigo, celulitis y escarlatina, detalla el Ministerio de Salud salteño.
Durante 2023 se notificaron al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS) 382 casos confirmados de infección invasiva por Streptococcus Pyogenes en todo el país, de los cuales 64 fallecieron. En Salta se llevan confirmados 7 casos y 2 obitos.
En relación a los casos confirmados de infección invasiva por Streptococcus pyogenes en los años anteriores (2019-2022), el mayor número de casos se había registrado en 2022 (año cerrado) con 75 casos reportados. El número de casos de 2023 representa un aumento del 281% respecto al mismo período de 2019.
El Streptococcus pyogenes, también conocido como Streptococcus del grupo A, comúnmente causa enfermedades leves como amigdalitis, faringitis, impétigo, celulitis y escarlatina. Sin embargo, en raras ocasiones, la infección puede conducir a la enfermedad invasiva que puede provocar condiciones potencialmente mortales siendo responsable de más de 500.000 muertes anuales en todo el mundo.
La transmisión ocurre por contacto cercano con una persona infectada y puede transmitirse a través de la tos, los estornudos o el contacto con una herida.
El período de incubación para la enfermedad varía de acuerdo a la presentación clínica, entre 1 a 3 días. El tratamiento de las personas infectadas con antibiótico durante por lo menos 24 horas elimina por lo general su capacidad de propagación.
La faringitis se diagnostica mediante cultivos bacterianos y se trata con antibióticos. La higiene de las manos y la higiene personal pueden ayudar a controlar la transmisión.
Los estadios clínicos que se presentaron fueron dermatosis, artritis, sepsis y en menor cuantía como neumonía, bacteriemias y shock toxico.
Los síntomas de la faringitis son dolor de garganta; fiebre; cefaleas; dolor abdominal; náuseas y vómitos; enrojecimiento de faringe y amígdalas; mal aliento; ganglios aumentados de tamaño en el cuello.
En lo referido a la escarlatina los síntomas más frecuentes son garganta roja y adolorida; fiebre (38.3 °C o más); erupción color rojo con textura de papel de lija; piel de color rojo intenso en los pliegues de axila, codo e ingle; recubrimiento blancuzco sobre la lengua o el fondo de la garganta; lengua "aframbuesada”; dolor de cabeza; náuseas o vómitos; inflamación de los ganglios; dolores en el cuerpo.
Ante la presencia de algunos de estos síntomas es importante evitar la automedicación con antibióticos y realizar una consulta médica para tener diagnóstico oportuno.
En el caso de recibir indicación médica de tratamiento antibiótico, es fundamental completar el esquema (no acortar ni abandonar los tratamientos anticipadamente), ya que la utilización inadecuada de los antibióticos promueve la resistencia bacteriana, hecho que atenta contra su efectividad en el futuro.
Las personas enfermas deben evitar concurrir a lugares públicos (trabajo, escuela) y restringir los contactos hogareños. Además, es de importancia lavarse las manos frecuentemente; no compartir objetos de uso personal (cubiertos, vasos, toallas, entre otros) y ventilar adecuadamente y de forma regular los ambientes.