En las últimas horas se dio a conocer el nuevo reporte del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), organismo de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que estudia la ciencia del clima, con los últimos datos sobre la ciencia física del cambio climático.
"La influencia humana ha calentado el clima a un ritmo sin precedentes en, al menos, los últimos 2000 años", destacan los investigadores en el informe del que participaron 234 autores y fue aprobado por 195 gobiernos.
Entre los principales hallazgos del IPCC, se proyecta que se superará un calentamiento global de 1,5°C en el futuro próximo (entre 2021 y 2040) y se mantendrá por encima de esa temperatura hasta el final del siglo, en todos los escenarios, excepto en el de emisiones más bajas. "En este último, el planeta se mantendrá por debajo de 1,5°C, tras un rebasamiento temporal de menos de 0,1°C, antes de que se elimine el carbono de la atmósfera y las temperaturas vuelvan a bajar", indicaron.
Las proyecciones son contundentes y alertan que en todos los escenarios, "el planeta se calentará 1,5°C. En la trayectoria de emisiones más ambiciosa, alcanzaremos 1,5°C en la década de 2030, superaremos los 1,6°C y las temperaturas volverán a bajar a 1,4°C a finales de siglo".
En esta línea también señalaron que en los últimos años, el ritmo de calentamiento se está acelerando y describieron que las temperaturas de la superficie del planeta han aumentado más rápido desde 1970 que en cualquier otro período de 50 años durante, al menos, los últimos 2000 años.
"El informe del IPCC subraya la importancia de atajar los gases de efecto invernadero, como el metano. El ganado rumiante y los arrozales inundados son fuentes agrícolas clave de estas emisiones. Los esfuerzos de mitigación deben centrarse en la gestión de la demanda, incluyendo el cambio a dietas con más cereales, legumbres y verduras. La producción ganadera debería realizarse mediante sistemas de pastoreo integrados, como los silvopastoriles, que ayudan a mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero al capturar el dióxido de carbono en los árboles y el suelo", resaltó el profesor Miguel Taboada, científico del suelo y del clima de la Universidad de Buenos Aires.
Situación sin precedentes
El Acuerdo de París establece como objetivo que el aumento de la temperatura para finales de siglo no supere los 2°C y preferiblemente no ascienda por encima de 1,5°C. Sin embargo, en este punto, el informe del IPCC subraya que tanto 1,5°C como 2°C se superarán durante el siglo XXI a menos que se reduzca profundamente el dióxido de carbono (CO2), junto con otras emisiones de gases de efecto invernadero (GEI, causantes del cambio climático), hasta llegar a un nivel neto cero en torno a 2050 o después. "Estos otros GEI son principalmente el metano y el óxido nitroso, cuya producción está asociada tanto a los combustibles fósiles como a actividades agrícola-ganaderas", indican respecto a los principales factores de contaminación.
Según los registros del 2019, las concentraciones atmosféricas de CO2 fueron más altas que en cualquier momento en al menos 2 millones de años. A su vez, las concentraciones de metano y óxido nitroso, ambos GEI significativos, fueron más altas que en cualquier momento en al menos 800.000 años.
"Estamos en una situación que no tiene precedentes en la historia de la especie humana. La última vez que la temperatura de la superficie de la Tierra superó los 2,5°C (en comparación con los niveles preindustriales) fue hace más de 3 millones de años".
Tuntiak Katan, líder Shuar de la Amazonía ecuatoriana, coordinador General de la Alianza Global de Comunidades Territoriales y Vicecoordinador de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), remarcó: "El mundo está llevando los ecosistemas a sus límites y no pueden seguir ignorando nuestras contribuciones para hacer frente al cambio climático. Las comunidades indígenas y locales son las que protegen los bosques. Sin nosotros, el objetivo de 1,5 estará fuera de nuestro alcance. Las políticas climáticas deben hacer valer los derechos sobre nuestros territorios boscosos para que podamos mantenerlos en pie".
Consecuencias irreversibles
"Muchas de las consecuencias del cambio climático en curso son irreversibles en escalas de tiempo centenarias o milenarias, especialmente en lo que respecta a los cambios en el océano, las capas de hielo y el nivel global del mar. El mundo natural se verá perjudicado por un mayor calentamiento, por lo que los ecosistemas terrestres y oceánicos tienen una capacidad limitada para ayudarnos a resolver el desafío climático", observaron los científicos.
Respecto a las posibles soluciones o para aminorar el impacto del calentamiento global, destacaron la necesidad de que los tomadores de decisiones "deben poner en marcha planes de cero neto. La remoción del CO2 es una herramienta crucial para ello, pero sólo será útil si es acompañada por una rápida y profunda reducción de las emisiones".
Posibles impactos futuros
El informe evaluó y proyectó los posibles episodios que pueden generarse en un futuro cercano y a largo plazo, a causa esta crisis climática:
-Los cambios proyectados en los extremos son mayores en frecuencia e intensidad con cada incremento adicional del calentamiento global. Los incendios y las inundaciones que se han visto en los últimos meses en el verano boreal se están sobrealimentando a medida que el calentamiento inducido por el hombre cambia el sistema climático.
-La mayor parte del planeta ya está soportando temperaturas extremas (incluyendo olas de calor), desde América del Norte, Europa y Australia hasta grandes partes de América latina, el este y oeste de África del Sur, Siberia, Rusia y toda Asia. Algunos de los recientes extremos cálidos habrían sido extremadamente improbables sin la influencia humana.
-El norte de Europa, algunas zonas de América del Norte y el sur de África están sufriendo un aumento de las precipitaciones, pero se necesitan más datos para conocer la situación en otros lugares.
-Si bien se sabe menos sobre las sequías, hay pruebas suficientes que demuestran que el noreste de Sudáfrica, el Mediterráneo, el sur de Australia y la costa oeste de América del Norte, en particular, se enfrentan a un aumento de este fenómeno.
-Es probable que la proporción global de ciclones tropicales de categoría 3-5 haya aumentado en los últimos 40 años. Existe un alto grado de confianza de que el cambio climático inducido por el hombre significa que los ciclones tropicales traen consigo precipitaciones más pesadas e intensas.