El Litoral
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"Creo que estaba destinada a encontrar a ese bebé por Dios, ya que generalmente tomo una ruta diferente en mi caminata con mi perro, pero por alguna razón fui por otro camino, declaró la dueña del perro.
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La semana pasada, Keevy, de 63 años, salió a pasear con su perro "salchicha" aunque esta vez decidió tomar otro camino.
En el recorrido, el animalito comenzó a ladrar repentinamente, muy alterado, en frente de una alcantarilla de cemento. Al parecer, en su interir había algo fuera de lo común.
Keevy, al escuchar unos ruidos provenientes de allí, y tras la extraña reacción de su perro, pensó en un primer momento que se trataba de un gato al que su ruidosa mascota estaba acosando. Sin embargo, algo raro había en aquel sonido y creyó lo peor. Sospechó que podría tratarse de un bebé y fue por socorro.
Desesperada, Keevy comenzó a pedir ayuda a los conductores de los pocos automóviles que pasaban por el lugar aquella mañana. Afortunadamente uno se detuvo al ver el gesto desesperado de la mujer.
El hombre coincidió con ella en que se trataba del llanto de un niño por lo que tomó una barreta de hierro del maletero de su vehículo, hizo palanca sobre la tapa de concreto del drenaje y se horrorizaron: allí estaba el recién nacido, sobreviviendo.
Inmediatamente, el conductor advirtió que el lugar estaba lleno de hormigas rojas, en un desnivel, muy cerca del pequeño, potencialmente mortales para la bebé. Rápidamente reaccionó e ingresó con gran dificultad, pero logró salir del lugar con el bebé.
Pero antes, sospechando que se trataba de un intento de homicidio, tomó una fotografía de la escena con su teléfono móvil para documentar el momento.
"Al alzarlo, supe que necesitaba urgente atención médica", relató el lunes el hombre a medios sudafricanos.
A los pocos minutos, un equipo de médicos estaba atendiendo a la bebé en el lugar y de inmediato fue llevada de urgencia al Hospital Dora Nginza.
Priscilla Naidu, vocera de la policía, dijo que la única manera en que un bebé esté en ese lugar, era por medio de la acción de un adulto que hubiera sacado la tapa de cemento que recubría el drenaje y lo colocara allí.
"Hay una posibilidad de que la persona que hizo esto sea de otro lugar y depositara a la pequeña allí. Estabamos buscando testigos y a la madre de la bebé", dijo.
"Honestamente, creo que estaba destinada a encontrar a ese bebé por Dios, ya que generalmente tomo una ruta diferente en mi caminata con mi perro, pero por alguna razón fui por otro camino. No puedo evitar sentir que hay algún tipo de plan y propósito para la vida de esas niñas pequeñas: es un milagro sin lugar a dudas", contó Keevy.
El conductor que se detuvo a ayudar contó que la bebé está bien, aunque con algunas infecciones que padeció en el lugar producto de la desatención. Pero cada hora que pasa está más sana y fuerte. Fue encontrada al borde de la hipotermia, pero consiguió sobrevivir.
Ahora, la beba quedó bajo la protección de la Unidad de Protección de la Niñez, Crímenes Sexuales y Violencia Familiar de la Policía de Sudáfrica que está tratando de dar con el paradero de su madre.
Keevy tuvo una conclusión final sobre el destino de la bebé: "Espero que si la madre no aparece, la bebé encuentre a una familia que la ame y que deje su huella en este mundo".