Se estima que cuatro millones de personas salieron este martes a las calles de la ciudad de Buenos Aires para saludar al plantel campeón del mundo en una jornada que quedará en la historia.
La caravana tenía previsto llegar hasta el la Casa Rosada y el Obelisco, pero ante la imposibilidad de hacerlo por la cantidad de gente, el plantel campeón fue evacuado en varios helicópteros. Así quedaros los espacios emblemáticos de la Capital Federal.
Se estima que cuatro millones de personas salieron este martes a las calles de la ciudad de Buenos Aires para saludar al plantel campeón del mundo en una jornada que quedará en la historia.
La caravana tenía previsto llegar hasta el Obelisco, pero ante la imposibilidad de hacerlo, debido a la multitud que colmaba la calles porteñas, el ómnibus trasladó a los jugadores hasta el Parque Roca y desde allí abordaron varios helicópteros de la Policía Federal para retornar al predio de la AFA en Ezeiza.
El histórico monumento y la Plaza de Mayo fueron los lugares en los que más gente se congregó desde muy temprano. Una vez truncado el final, la multitud comenzó a desconcentrarse lentamente.
A medida que el público se retiraba, quedó en evidencia la cantidad de basura en los canteros, veredas, calles y viviendas de la zona. También se registraron algunos destrozos en el monumento que recuerda a los muertos por Covid y en una carpa de pueblos originarios.
El micro partió desde el predio de la AFA en Ezeiza a las 11:30, alrededor de una hora antes de lo previsto a raíz de la marea de gente que salió a las calles para festejar la consagración que significó la tercera Copa del Mundo para Argentina.
Miles de personas se congregaron en diferentes puntos del recorrido estipulado desde Ezeiza hasta el centro porteño, por lo que se desplegó un megaoperativo de seguridad para la histórica jornada y se anunciaron modificaciones en el trayecto del vehículo descapotable que transportaba a los futbolistas.
La multitudinaria y jamás vista presencia de los hinchas -de una verdadera marea humana- en las autopistas, más algunos incidentes como el salto de dos personas al micro del seleccionado, impidieron desarrollar el plan previsto y llevaron a definir la evacuación en cinco helicópteros luego de más cuatro horas de caravana.
Los jugadores y el cuerpo técnico sobrevolaron brevemente las zonas de 9 de Julio y Plaza de Mayo para saludar a quienes los esperaban en el centro de la Ciudad de Buenos Aires y volvieron a Ezeiza en un final abrupto para la fiesta albiceleste, por la que el Gobierno había decretado feriado nacional para que la gente del Área Metropolitana de Buenos Aires y ciudades cercanas pudieran acercarse a celebrar con los campeones del mundo.