La primera liquidación de haberes suele llegar con dudas sobre los montos que se restan o se agregan al momento de cobrar. En esta nota hacemos un repaso de los puntos principales para chequear que el primer sueldo sea el acordado.
A la hora de comprender el primer recibo de sueldo suelen aparecer dificultades. Acá se explica de manera sencilla como asimilar las cuestiones claves de este importante documento.
La primera liquidación de haberes suele llegar con dudas sobre los montos que se restan o se agregan al momento de cobrar. En esta nota hacemos un repaso de los puntos principales para chequear que el primer sueldo sea el acordado.
Si trabajas en relación de dependencia, junto a tu primer sueldo en la cuenta bancaria vas a recibir tu primer recibo: un documento que establece todas las asignaciones y descuentos correspondientes. Así lo indica el artículo 140 la Ley de Contrato en Trabajo, que menciona los requisitos mínimos que debe contener el recibo emitido por la empresa.
Es muy importante que los empleados sepan comprender la estructura básica y legal de un recibo de haberes, para chequear mes a mes que el sueldo y los beneficios acordados se hayan liquidado de la manera correcta.
Pero, antes de entrar en los números, lo primero es confirmar la información. Lo primero que se debe corroborar en el recibo de sueldo son los datos del empleador, allí deben figurar su nombre completo o razón social, domicilio, y la Clave Única de Identificación Tributaria (CUIT).
Acto seguido, hay que verificar los datos propios: nombre, apellido, clasificación profesional, Código Unico de Identificación Laboral (CUIL), fecha de ingreso, tareas desarrolladas o categoría de trabajo. Esto es fundamental para que después la liquidación sea realizada sobre la tarea acordada y con la antigüedad establecida.
Confirmada la información de ambas partes, ahora sí llega el momento de analizar los descuentos línea a línea. Lo primero que figura es el sueldo pactado, con la leyenda “sueldo” o “salario bruto”, es decir, el monto total sin los descuentos establecidos por ley y los acordados en el contrato de trabajo, que nos llevarán al neto, es decir, al número que fue depositado ese mes en la cuenta sueldo.
Al sueldo luego se le suman todas sumar “variables”, es decir remuneraciones producidas en el periodo de liquidación determinado. Entre estas, las más comunes con las horas extras, las comisiones, los premios o bien los adicionales por desempeño.
En esta línea también se destacan variables como la antigüedad - es un porcentaje determinado (según el convenio) por cada año de trabajo, en general oscila entre el 1% y el 3% y suele ser anual-, el presentimo -suma que se da a quienes no faltaron que se otorga a los trabajadores que no faltaron en todo el mes o las vacaciones, en caso de que correspondan a dicho mes.
En tercer lugar, deben figurar las remuneraciones que no están sujetas a cálculos de aportes y contribuciones, éstas pueden ser las asignaciones familiares (por hijo, prenatal, por maternidad, por adopción, por matrimonio, ayuda escolar.) las indemnizaciones o los vales.
Hechas todas las sumas acordadas y establecidas por ley, comienzan las deducciones por aportes del empleado en concepto de jubilación (11%) y de obra social (3%) Ambas representan un 17% del sueldo bruto y se descuentan todos los meses.
A estas restas se le pueden sumar: el descuento de la cuota sindical, en caso de estar afiliado a un sindicato relacionado a la actividad (suele ser un descuento de entre un 2%y 4%, según cada caso). Y la retención del Impuesto a las Ganancias, es el empleador el que realiza la retención del impuesto anual y lo ingresa directamente a la AFIP.
Finalizado el repaso de sumas y descuentos, queda el sueldo neto, que debe figurar en números y letras. Hacia el final, también es obligatorio que el empleador indique la fecha en que se efectuó el último depósito, detallando el periodo y el banco en que se realizó.
Es importante que solicites este documento mes a mes, para evitar errores al momento de cobrar y sobre todo para tener un seguimiento, a modo auditoria personal sobre todo lo que se recibe y lo que se descuenta.