Aunque no ha sido diagnosticado oficialmente, Pitt, de 58 años, dice que cree que lo tiene.
Si te encuentras con Brad Pitt, lo más probable es que no te reconozca aunque ya te conozca. Eso se debe a que el galardonado actor dijo en una nueva entrevista con GQ que sufre de ceguera facial, también conocida como prosopagnosia, lo que le dificulta recordar los rostros de las personas.
Aunque no ha sido diagnosticado oficialmente, Pitt, de 58 años, dice que cree que lo tiene.
"¡Nadie me cree!" él dijo. "Quiero conocer a otra [persona con él]".
Pitt le dijo a GQ que quiere recordar a las personas que conoce y teme que su problema le haya dado a la gente la impresión de que es distante.
Pitt habló sobre sufrir esta condición en 2013 y le dijo a Esquire que es por eso que se queda tanto en casa.
La prosopagnosia es un trastorno neurológico que puede hacer que las personas tengan dificultad para reconocer incluso a familiares o amigos, según el Instituto Nacional de Salud. El tratamiento implica desarrollar otras estrategias para reconocer a las personas, como concentrarse en su voz.
Algunas investigaciones muestran que puede afectar hasta 1 de cada 50 personas hasta cierto punto.
Hay grados de discapacidad que produce la prosopagnosia. Algunas personas podrían tener problemas a la hora de reconocer una cara familiar, o de distinguir entre varios rostros de conocidos. Pero otros podrían no ser capaces de discriminar entre caras no reconocidas, no distinguir un rostro de un objeto o algunos pueden no reconocer su propio rostro.
"El enfoque de cualquier tratamiento debe ser ayudar al individuo con prosopagnosia a desarrollar estrategias compensatorias", explica el Instituto Nacional de Desórdenes Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de Estados Unidos del Instituto Nacional de Salud (NIH por sus siglas en inglés).
"Los adultos que tienen la afección como resultado de un accidente cerebrovascular o un traumatismo cerebral pueden volver a capacitarse para usar otras pistas para identificar a las personas", añaden.
La voz, la ropa o atributos físicos particulares pueden ser elementos que las personas con este trastorno neurológico pueden usar para reconocer a las personas. "Pero no son tan eficaces como reconocer un rostro", dice el NIH.
Hay niños que nacen con este trastorno, y entre los adultos puede ser resultado de un accidente cerebrovascular o un trauma cerebral.