De la Redacción de El Litoral
Es santafesina y durante los dos últimos años estuvo a cargo de la embajada Argentina en Francia. Diplomática de carrera, evaluó en pocas palabras la relación entre ambos países.
De la Redacción de El Litoral
Es santafesina y durante los dos últimos años estuvo a cargo de la embajada Argentina en Francia. Diplomática de carrera, María del Carmen Squeff está de vuelta en nuestro país, y El Litoral le pidió que evaluara en pocas palabras la relación entre ambos países.
—En los últimos años, la Argentina cambió los ejes históricos de su política exterior. En ese nuevo escenario, se vieron distintos grados de distanciamiento respecto de países europeos salvo Francia, con la que se mantuvo un vínculo positivo. Ésta es la visión periodística, pero ¿qué nos puede decir Ud. que lo vivió desde adentro?
— La relación de la Argentina con Francia es y ha sido excelente. A los tradicionales lazos históricos y culturales que han unido a los dos países hay que agregarle el componente de los distintos exilios de todas las épocas que ha recibido Francia, los forzosos y los voluntarios, intensificados desde la segunda parte del siglo XX, especialmente en la década del 60. los argentinos que llegaron desde entonces no han provenido solamente del mundo del arte sino también del ámbito científico. Esos argentinos, devenidos hoy en franco-argentinos, han ocupado y ocupan puestos destacados en el Centro Nacional de la Investigación Científica (CNRES; homólogo del Conicet), en los institutos de investigación médica (Inserm), en el Instituto Pasteur, el Instituto Curie, en el Inra (Instituto Nacional de Investigación Agronómica) y en varios más. Ello ha generado una corriente muy fuerte entre ambos países que se mantiene, y que supera el paso de las distintas administraciones, aquí y allá. En este sentido, se destaca la gran calidad de la cooperación científica bilateral. A ello se ha unido la política de derechos humanos impulsada por nuestro país. El trabajo de Francia y la Argentina permitió la presentación conjunta en las Naciones Unidas de la Convención Internacional para la Protección de todas las personas contra la desaparición forzada, instrumento adoptado en 2006. Asimismo, se trabaja conjuntamente en procura de la abolición universal de la pena de muerte. Estos temas son fundamentales para el ideario francés, y Francia encuentra en la Argentina un socio estratégico. A todo esto se suman las 230 empresas francesas radicadas en nuestro país que emplean cerca de 50.000 personas. Francia es uno de los socios más importantes de la Argentina y su segundo proveedor europeo. Nuestro país es el tercer socio comercial de Francia en América Latina.
—La visita de Francois Hollande fue la primera de un mandatario importante en este nuevo ciclo político. ¿Qué comentario puede hacer sobre ese viaje? ¿Qué convenios se firmaron y cuál fue el tiempo de preparación de esos instrumentos?
—La visita del presidente Hollande corroboró los lazos de amistad y de solidaridad que unen a ambos países y el excelente estado de la relación bilateral. Fue una visita breve pero muy intensa, que recorrió, físicamente, el mismo camino de la relación bilateral: además de las actividades protocolares propias de una visita de Estado, Hollande visitó el Parque de la Memoria, departió con el ministro de Ciencia y Tecnología en el Polo Científico y Tecnológico (ex bodegas Giol), se realizó un foro empresarial, se encontró con la comunidad francesa y visitó la Bombonera (o el estadio de Boca). Es interesante destacar que Hollande invitó a integrar su delegación a una serie de personalidades argentinas —hoy franco-argentinos— radicadas en Francia, entre ellos Antonio Segui (pintor), Pablo Reinoso (pintor y escultor), Alicia Dujovne Ortiz (escritora), Laura Alcoba (escritora), Eduardo Makaroff (músico), Alfredo Arias (artista y director), Ludmilla Pagliero (bailarina), Omar da Fonseca (periodista deportivo) y Mauro Colagreco (cocinero), entre otros. Se firmaron una veintena de acuerdos que cubren todo el espectro de la relación bilateral, desde la política y la seguridad hasta el deporte, pasando por cuestiones económicas, científicas y educativas. Si bien cuando se aproxima la visita se acelera el ritmo de tareas para cerrar acuerdos, no se puede hablar de un tiempo exacto en la preparación de estos instrumentos, porque han venido a plasmar un trabajo existente y a abrir nuevos espacios de cooperación entre ambos países.
—¿Cuál es, a su criterio, el aspecto más importante de nuestra actual relación con Francia?
—Estimo que el aspecto más importante es el científico. La riqueza de la cooperación científica hace de Francia el primer socio científico de nuestro país, especialmente por la cantidad de acuerdos firmados entre las universidades y los institutos de investigación de ambas partes. Hay una serie de programas que vale la pena destacar como el Ecos-Sud que ha permitido financiar desde 1997, 325 proyectos de investigación de alto nivel entre ambos países, los programas Arfitec de cooperación en ingeniería y Arfagri en agricultura. Esta cooperación científica tiene más de 50 años. En 2014, celebramos la firma del Acuerdo de Cooperación Cultural, Científica y Técnica que tuvo lugar en 1964 durante la visita del Gral. de Gaulle a nuestro país. Ahora, durante la visita del presidente Hollande, se firmó la Declaración Conjunta de Cooperación Cultural, Científica y Tecnológica que completa el Acuerdo de 1964 y permitirá seguir profundizando en los ámbitos de excelencia de dicha cooperación.
—¿Cuáles han sido los principales efectos causados por los atentados del terrorismo islámico el año pasado En el plano de la sociedad francesa y de las políticas interior y exterior del gobierno socialista?
—Debido a esos terribles atentados, la lucha contra el terrorismo es una prioridad de sus políticas tanto interior como internacional. A nivel de política interior, Francia ha aumentado sus niveles de vigilancia y seguridad y, en esa dirección, ha revisado y ajustado su legislación. Por otra parte, Francia es uno los principales países que participan de la coalición internacional contra Daech (Estado Islámico). En esa coalición, Francia conduce la operación Chammal en Irak, desde 2014, y en Siria, desde 2015. En esa línea, lleva adelante operaciones aéreas y acciones de formación de las fuerzas de seguridad iraquíes y kurdas. Apoya también a la oposición moderada que lucha contra Daech en Siria. Luego de los atentados del 13 de noviembre pasado en París, que dejaron como saldo 130 muertos, Francia intensificó las operaciones aéreas en el territorio sirio, ocupado por Daech. A nivel multilateral, Francia considera que la lucha contra el terrorismo requiere respuestas concertadas por parte de la comunidad internacional, en el marco del Estado de Derecho y del respeto de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario, posición Ésta compartida por la Argentina. Ahora bien, y volviendo a su pregunta, la vida de Francia y de los franceses a pesar de los atentados, no ha experimentado cambios sustantivos, los hábitos de vida no han variado. Luego del espanto inicial que sucedió a los atentados de enero y noviembre de 2015, la bella algarabía parisina y del interior volvió a poblar las calles. Eso sí, hay un nivel de análisis muy serio de la problemática de la integración en las universidades, los centros de estudios y en las diferentes fuerzas políticas y sociales.
—Por fin, ¿cuál es su explicación acerca de su presunto “atrincheramiento” en la embajada parisina según la denuncia de una periodista Argentina, episodio luego desmentido por nuestra Cancillería?