En Rosario, de a poco, empieza a moverse el mercado inmobiliario de la mano de los créditos NIDO y de la actualizada Ley de Alquileres. Así lo destacan desde el Colegio de Corredor Inmobiliarios de la ciudad (COCIR).
Entre los tipos de propiedades que más se están buscando en el mercado local y que se terminan concretando son: monoambientes, departamentos de un dormitorio y casas a reciclar.
En Rosario, de a poco, empieza a moverse el mercado inmobiliario de la mano de los créditos NIDO y de la actualizada Ley de Alquileres. Así lo destacan desde el Colegio de Corredor Inmobiliarios de la ciudad (COCIR).
Es que, según cuenta a El Litoral la titular de la entidad, Gabriel Ortiz de Urbina, “la venta de inmuebles en la ciudad viene bien; no de una manera acelerada, pero sí las propiedades que estaban por debajo de entre 50 y 60 mil dólares, se viene moviendo. Es dinero genuino, dinero ahorrador”.
Entre los tipos de propiedades que más se están buscando en el mercado local y que se terminan concretando son: monoambientes, departamentos de un dormitorio y casas a reciclar.
“Esto de tener un dólar estable colabora mucho. El hecho de tener los dólares parados no sirve y el bien inmuebles es un ahorro a largo plazo, al cual también se le puede sacar su rédito. Hoy lo que mas conviene es comprar algún bien”, explica la presidenta.
Además, “ahora se están viendo el tema de los créditos, crecieron las consultas y aumentaron las reservas al igual que las ventas”.
En esta línea, la referente del mercado destaca que “la ley de alquileres sirvió”. “Esto lo vemos en los números. Por ejemplo, en el mes de diciembre teníamos 450 inmuebles en alquiler y ahora tenemos 2.850”, ejemplificó Ortiz de Urbina.
“Sirvió porque al haber mayor oferta, hay mas competencia. Se mejoraron los valores de inicio, las condiciones de la misma manera. El precio no convalidado por le mercado no se alquila y hay que bajarlo”, agregó.
También “es positivo”, porque el inquilino “puede alquilar lo que quiere”. Antes estaban “obligados” a agarrar solamente lo que había. “Si no reservaba algo que veía, no tenía chances”.
“Esto es un traje a medida para el negocio. Se charla mucho el plazo y se pactan las necesidades tanto de propietario como inquilino”, concluyó.
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