Testimonio para El Litoral en las afueras de Tel Aviv
Un santafesino en Israel: "Nos tiran 1.000 misiles por noche"
Se llama Sebastián Riback, abogado nacido en Santa Fe hace 46 años, casado y con dos hijas. Hace tres años se radicó en las afueras de Tel Aviv. Jugó al básquet en Macabi, corre "Tría" cuando puede entrenar y es hincha de Unión. "Ahora, suenan las alarmas a cada rato, pero no tenemos miedo", comenta desde el corazón del conflicto en Oriente Medio.
Dice que el domingo "sufrió" a la distancia el clásico de Santa Fe. Extraña "tirar al aro en Macabi", entrenar en la Costanera "con el grupo del Kalos" para un tría y los muchos amigos que dejó acá cuando hace tres años decidió radicarse en Israel. Con 46 años, el abogado Sebastián Riback atiende a El Litoral. Nos contacta, desde acá, un amigo en común: la "Vaca" Alberto Malqui.
A 20 kilómetros de Tel Aviv, su nueva ciudad se llama Kfar Saba. Allí vive junto a su esposa Carolina Fink y sus hijas Liat y Noa. Sus padres, con 73 años, residen en Ashdod. "Nos vinimos todos hace tres años. Soy macabeo de corazón y tatengue. Jugué en Macabi muchos años al básquetbol y fútbol desde la infancia hasta llegar a Veteranos. Vivo leyendo las noticias de ustedes en el sitio de El Litoral, ni qué hablar deportes. El domingo, "sufrí" con el clásico", avisa. "Acá formamos la Filial Tatengue en Israel, somos más de 100 y estamos conectados. Lo que uno extraña, a la distancia, es la pasión, los nervios, la ansiedad y el calor de estar allá. Se sufre el doble, más en un clásico con Colón. Mi amigo, Alberto Malqui, es ultra del otro lado", cuenta Sebastián.
-¿Cómo pasaron la noche ustedes ahí cerca de Tel Aviv?
-En esta última noche lanzaron unos 1.000 misiles desde la Franja de Gaza, direccionados ahora a casi todo el país
-Te quiero peguntar, justamente, por tres palabras de moda: "Cúpula de Hierro"
-La Cúpula de Hierro es un proyecto que nace del Ejército de Israel, de su área de Inteligencia, no es algo nuevo sino que viene hace unos varios años. Para graficar: no te cae nada desde el Cielo y está controlado. ¿Cómo trabaja?: al momento que nos envían un misil desde la Franja de Gaza, desde un punto "x", automáticamente los satélites lo toman y detectan, teniendo una determinada cantidad de segundos para captarlo en aire, antes que caiga. Entonces, esa cúpula envía sus propios anti-misiles y se anulan en el aire.
-¿Qué porcentaje de misiles impactaron?
-La Cúpula de Hierro lo que hizo fue captar "misiles en cielo", con lo cual un 95 por ciento de los misiles fueron detectados gracias a Dios y no han caído. Un 5 por ciento cayó en lugares abiertos, casas y escuelas como ven ustedes en las noticias.
-Acá se armó mucho revuelo con las noticias, imaginarás desde Israel las repercusiones
-Por mi profesión de abogado conozco cómo funcionan las noticias y como trabajan los medios. Lo que molestó mucho es que el Canciller, con su responsabilidad, dijera lo que dijo (N. de R.: la Cancillería Argentina emitió un comunicado en el que expresó su preocupación "por el uso desproporcionado de la fuerza" por parte de Israel, lo que desencadenó una serie de críticas de usuarios en redes sociales: "La República Argentina expresa su honda preocupación por el dramático agravamiento de la situación en Israel y Palestina; por el uso desproporcionado de la fuerza por parte de unidades de seguridad israelíes ante protestas por posibles desalojos de familias palestinas de sus hogares en los barrios de Sheikh Jarrah y Silwan, así como por la respuesta a través del lanzamiento de misiles y artefactos incendiarios desde la Franja de Gaza").
-¿Por qué están molestos con la Cancillería Argentina?
-Porque Israel hasta ahora no salió a atacar, lo que hizo hasta ahora es sólo defenderse con su Cúpula de Hierro.
-Más allá del pedido con el "Cese el Fuego", ¿qué puede pasar en las próximas horas?
-Entre hoy y mañana, sino hay un cese al fuego, Israel va a atacar con toda su artillería la Franja de Gaza; hoy por hoy fueron a la cabeza de la gente que ordena los disparos, son los muertos que aparecen en los medios con fotos. Israel no atacó escuelas no hospitales ni la población en general.
-¿Alguien confía en encontrar un espacio de diálogo?
-Es que no hay con quien hablar porque Hamás (N. de R.: Movimiento de Resistencia Islámico) no está reconocido políticamente, no tiene una personería jurídica, no se puede negociar. Entre Hamás y el líder palestino Mahmud Abás surgió un tema interno, porque Hamás no era reconocido. Entonces, como tenía que tomar fuerza antes de las elecciones, se le ocurrió atacar a Israel en modo de guerra. Como si en Santa Fe, de golpe, caen 1.000 misiles por noche.
-Hablabas de unos 1.000 misiles que cayeron anoche...
-Cada misil que envía Palestina desde la Franja de Gaza tiene un costo aproximado entre 800 y 1.000 dólares. Anoche, para que tengan una idea en Santa Fe, ellos largaron unos 1.000 misiles para este lado. En la Cúpula de Hierro, cada "contra-misil" que vuela, cuesta 50.000 dólares. Ese es el costo: atacar cuesta 1.000 y defenderte cuesta 50.000 dólares
-¿Cómo conviven con el "miedo"?
-La verdad, no tengo miedo, la familia no tiene miedo. Sí la preocupación, obviamente, porque escuchamos las noticias y no queremos que pase nada. Pero miedo, como miedo en sí, no se tiene. Hoy, cuando recibí el llamado de El Litoral, estaba haciendo vida normal, fui a trabajar como si nada. Mi esposa lo mismo; en el caso de mis hijas, no tuvieron clases. El miedo no se siente. Ayer, cuando encendieron las alarmas y sirenas, nos fuimos a la habitación de seguridad de la casa, pero no sentimos miedo.
-¿Cuál es la sensación del "no miedo" ante tantos misiles por los aires?
-Estamos protegidos, sabemos que está la Cúpula de Hierro, porque hay una pieza de seguridad, sabemos que funcionan las alarmas y hay un Estado que protege. Si hoy decide salir a enfrentarse al grupo terrorista Hamás es porque nos está protegiendo. Mirá, quiero contar algo desde acá: tuve malas experiencias en Santa Fe, hace algunos años a mi abuelo lo entraron a robar y lo mataron. Nos robaron muchas veces, pero no hay que mezclar las cosas ni hacer política. La verdad, estoy mucho más seguro que acá que cuando vuelvo a Argentina de paseo y te genera pánico que te maten para robarte un teléfono.