El presidente chileno Sebastián Piñera creó durante su etapa como candidato a La Moneda, previa a 2010, dos sociedades opacas a nombre de sus cuatro hijos, que ahora se sabe que capitalizó con donaciones, según declaró la familia en la inscripción de ambas empresas. Las huellas de estas operaciones se encuentran en los Papeles de Pandora, un trabajo del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ en sus siglas en inglés) que tuvo a CIPER y LaBot a cargo del capítulo chileno.
Piñera es un hombre rico. Según la revista Forbes, acumula junto a su familia 2.900 millones de dólares, la cuarta mayor fortuna de Chile. Investigaciones anteriores mostraron el entramado de empresas offshore montadas por el presidente para hacer negocios. En las Islas Vírgenes Británicas creó en 1997 Bancard International Investment Inc., la más activa de esas sociedades. Bancard International Investment Inc. salió a la luz pública en 2016 gracias a una investigación de la radio chilena Bío-Bío. Un año después, CIPER reveló que había una segunda sociedad espejo llamada Bancard International Development Inc. Quedó claro entonces que Piñera había traspasado su fortuna a lo largo de los años a sus hijos, formando así un grupo económico familiar que le permitió tomar distancia de sus negocios durante su paso por La Moneda. La línea divisoria, sin embargo, puede no estar del todo clara. En los documentos dados a conocer por ICIJ, sus cuatro hijos reconocen que la fuente de los activos declarados en las Islas Vírgenes Británicas son producto de las donaciones que recibieron de su padre.
Los hijos de Piñera debieron aclarar el origen de los fondos de ambas sociedades ante el despacho que las gestiona, Overseas Management Company (OMC). Magdalena, Cecilia, Sebastián y Cristóbal Piñera Morel detallaron entonces dos fuentes de ingresos: una donación de su padre y los intereses de capital de Bancard —al que denominan “holding familiar”— por la venta de Transbank y Fincard, por el control de LAN Airlines y de Chilevisión, y por las acciones de Entel y Antarchile. Las dos primeras empresas remontan al origen de la fortuna de Sebastián Piñera en los años ochenta, cuando desarrolló las tarjetas de crédito en Chile. En cuanto a la aerolínea LAN y el canal de televisión Chilevisión, su venta se produjo en 2010, cuando Piñera ya era presidente y se vio presionado por los conflictos de interés que le generaban sus negocios.
Tras la aparición de una sociedad offshore no conocida, Piñera dijo en 2017 que Bancard International Development era una sociedad legal que no presentaba movimientos desde 2009, un año antes de que, según lo declarado por los hermanos Piñera Morel a OMC, la empresa recibiera parte de lo recaudado por la venta de LAN y Chilevisión. CIPER y LaBot enviaron una carta con preguntas al presidente Piñera, quien derivó las consultas a Nicolás Noguera, gerente general de Inversiones Odisea, como se llama actualmente el holding de la familia Piñera. Respecto a la contradicción en las fechas, Noguera dijo que OMC “exige que sus clientes le envíen una declaración sobre la fuente de sus fondos respecto de todas las compañías que gestiona, aunque esas compañías no tengan inversiones o realicen negocios”. Añadió que la declaración menciona en general el origen de los recursos de la familia, incluyendo la venta de LAN y Chilevisión, por lo que según él no implican un reconocimiento de que la sociedad haya tenido activos o inversiones. Insistió en que Bancard International Development no maneja inversiones desde 2009.
Odisea es hoy la gran empresa de los Piñera Morel. Los hijos del presidente tenían en mayo de 2017 el 39,6% de participación (Sebastián Piñera les traspasó su parte en marzo de 2010, antes de asumir su primera presidencia) y otro 60,1% a través de Inversiones La Ilíada. En cuanto a Bancard International Investment, se sabía que había estado activa al menos hasta 2016, cuando radio Bío Bío reveló que invertía en la pesquera peruana Exalmar. Poco después, CIPER detectó inversiones por 1.800 millones de dólares en Perú (aeropuertos e Inca Kola, entre otros), Argentina (Central Costanera) y Colombia (controlaba la Bolsa).
Los Papeles de Pandora revelan que Bancard International Investment fue transferida en 2014 a Inversiones Odisea por 139,4 millones de dólares. Un traspaso de una mano a otra de los Piñera Morel. El 12 de abril de 2018, la Virgin Islands Official Gazette publicó que Bancard International Development, la sociedad espejo de la anterior, había sido disuelta en marzo por Nicolás Noguera, el gerente general de las empresas familiares de Piñera. Bancard International Investment fue removida finalmente del registro el 20 de abril del mismo año, luego de que se fusionara y fuera absorbida también por Inversiones Odisea.
La consecuencia de esta absorción es que las inversiones del grupo Piñera que estaban en manos de Bancard International Investment ahora aparecen a nombre de Odisea, como ocurre por ejemplo en Exalmar o la Bolsa de Colombia. De este modo, Inversiones Odisea es hoy el principal vehículo de inversión en el extranjero de los Piñera. ¿Para qué fueron necesarias entonces las dos sociedades Bancard? Según explicó Noguera en su respuesta, fueron útiles “porque sus documentos de incorporación están en inglés y son ampliamente reconocidos por bancos e instituciones financieras de todo el mundo, entonces el proceso de abrir cuentas y ejecutar transacciones en los mercados es más expedito”.
Las donaciones en vida pagan en Chile un impuesto del 25%. Noguera no respondió si la familia había cumplido con esa obligación, pero en términos generales señaló que “las inversiones que en el pasado fueron propiedad de las sociedades incorporadas en BVI mencionadas anteriormente fueron adquiridas con aportes de capital y préstamos de personas y entidades domiciliadas en Chile, todas las cuales pagaron a tiempo todos los impuestos aplicables sobre sus ingresos y utilidades, en cumplimiento con las leyes de Chile”.
Una investigación del portal El Desconcierto, sin embargo, reveló en diciembre de 2019 que el Servicio de Impuestos Internos (SII) detectó anomalías tributarias por la transferencia, a título gratuito, de 96 millones de dólares desde Bancard Inversiones Limitada en Chile a Bancard International Investment en las Islas Vírgenes Británicas en 2015, además de otros 440 millones de dólares a distintas sociedades en esa jurisdicción y a Luxemburgo en fechas que no se especifican. La publicación activó una investigación en Diputados, que aún continúa. Ante los legisladores, el director de Servicios de Impuestos Internos, Fernando Barraza, dijo que las sociedades en paraísos fiscales de la familia Piñera Morel habían sido informadas por el propio contribuyente y que en una fiscalización se habían “levantado observaciones sobre operaciones transfronterizas”, por lo que la empresa debió pagar los impuestos adeudados.