La plataforma Netflix anunció el estreno de una nueva serie documental hecha en Argentina, "ARA San Juan: el submarino que desapareció", la cual estará disponible a partir del próximo 7 de marzo a nivel global.
La producción de 8 episodios de media hora cada uno estará disponible a partir del próximo 7 de marzo. Se trata del sumergible que naufragó el 15 de noviembre del 2027 con 44 tripulantes a bordo.
La plataforma Netflix anunció el estreno de una nueva serie documental hecha en Argentina, "ARA San Juan: el submarino que desapareció", la cual estará disponible a partir del próximo 7 de marzo a nivel global.
La serie producida por Cactus Cine y Marcos Sacchetti, con la dirección de Mauricio Albornoz Iniesta, intenta comprender qué fue lo que realmente pasó con el submarino que desapareció el 15 de noviembre del 2027 con 44 tripulantes a bordo.
La búsqueda en el Mar Argentino mantuvo en vilo a un país entero, mientras los familiares esperaban un milagro y reclamaban por sus seres queridos.
"Nos motivó la necesidad de esclarecer las diversas hipótesis en torno a la desaparición del submarino ARA San Juan. Esta serie documental busca honrar la memoria de los 44 tripulantes fallecidos y la lucha de sus familias, quienes perseveran incansablemente en la búsqueda de respuestas", señalan los productores Nicolás Carreras y Marcos Sacchetti.
La docuserie cuenta con 8 episodios de media hora en donde se invita a la audiencia a reflexionar y explorar diferentes teorías que surgieron en torno a la desaparecidos del submarino.
El documental presenta material de archivo, imágenes exclusivas y testimonios inéditos que reconstruyen una compleja historia de negligencias, encubrimientos, irregularidades e intereses ocultos en torno al trágico evento.
El 15 de noviembre de 2017, el submarino ARA San Juan se hundió, desapareciendo de los radares con 44 tripulantes a bordo. Un año después, fue encontrado a más de 900 metros y a 500 metros de la costa patagónica.
El 8 de noviembre de 2017, la nave partió de la base naval de Ushuaia en una misión de patrullaje por el litoral marítimo argentino. Un día antes de su desaparición, el submarino reportó un desperfecto eléctrico y un principio de incendio en su sala de máquinas, que fue subsanado por la tripulación.
El último contacto conocido del submarino fue con la base naval de Mar del Plata, cuando se encontraba a 432 kilómetros de la costa patagónica, a la altura del Golfo San Jorge.