Desde hace un tiempo se escucha que la escasez mundial de chips está perjudicando a las empresas que fabrican vehículos, paneles de control, tarjetas gráficas, teléfonos inteligentes, computadoras o televisores y otros dispositivos diferentes.
Que la escasez de chips afecte a las tarjetas bancarias también podría perjudicar a la economía, pues el 90 % de los pagos en tiendas físicas pasan por este sistema de pago.
Desde hace un tiempo se escucha que la escasez mundial de chips está perjudicando a las empresas que fabrican vehículos, paneles de control, tarjetas gráficas, teléfonos inteligentes, computadoras o televisores y otros dispositivos diferentes.
Los problemas de suministro por la alta demanda también están afectando a otros sectores. Uno de ellos es el sector bancario, que ve un impacto en lo que respecta a las nuevas tarjetas de crédito. También temen que pueda tener un impacto negativo en la economía, publico Infobae.
Cómo funcionan los chips en las tarjetas de débito y crédito
Las tarjetas bancarias incluyen varios componentes necesarios para su funcionamiento. Uno de ellos es el chip EMV, un chip de circuito integrado que se utiliza para realizar diversas transacciones y no está lejos de sufrir problemas en el proceso de fabricación por falta de semiconductores.
Esto dificulta que los bancos acepten este tipo de componentes y afecta principalmente la capacidad de los bancos para producir nuevas tarjetas de crédito.
En concreto, y según una encuesta de ABI Research, hasta 740 millones de tarjetas de crédito no podrán emitirse para 2022 por este motivo. Como resultado, esto podría ser perjudicial para los consumidores que necesitan una tarjeta de crédito o débito de reemplazo porque se perdió o venció.
También a aquellos nuevos clientes que solicitan su primera tarjeta en el banco. Sin embargo, que la escasez de chips también afecte a las tarjetas de crédito va más allá de una falta de stock que puede repercutir en un mayor tiempo de envío.
La economía, también afectada por la escasez de chips
Se teme que este problema pueda tener un impacto negativo en el PIB. Parte de eso se debe a que menos tarjetas de crédito en circulación significan menos compras. Efectivamente, y según datos de la Smart Payments Association (SPA), el 90% de los pagos en tiendas físicas pasan por este sistema de pago. Mientras que alrededor de 40 y 60 % de las compras en comercios online también están asociados con tarjetas físicas.
Mientras tanto, los bancos continúan trabajando en soluciones digitales para posiblemente encontrar métodos alternativos, con la esperanza de que esto pueda intentar mitigar el impacto negativo.