A unos 370 millones de kilómetros de la Tierra existe un asteoride muy raro llamado Psyche que está clasificado como uno de los objetos más masivos del cinturón de asteroides principal del Sistema Solar que orbita entre Marte y Júpiter.
Según una investigación científica, el cuerpo metálico llamado Psyche está clasificado como uno de los objetos más masivos y valiosos del Sistema Solar, conformado íntegramente por hierro y níquel
A unos 370 millones de kilómetros de la Tierra existe un asteoride muy raro llamado Psyche que está clasificado como uno de los objetos más masivos del cinturón de asteroides principal del Sistema Solar que orbita entre Marte y Júpiter.
Tiene unos 226 kilómetros de ancho y, a diferencia de la mayoría de los asteroides, que son rocosos o helados, Psyche parece ser metálico. De hecho, es tan denso y metálico que se cree que Psyche sería el núcleo sobrante de un planeta que falló durante su formación, lo que los científicos llaman un “protoplaneta”.
Ahora, un nuevo estudio realizado utilizando el Telescopio Espacial Hubble ha revelado una imagen más clara de este intrigante asteroide. La investigación a cargo de la científica planetaria del Southwest Research Institute, Tracy Becker ha analizado las primeras observaciones ultravioleta del asteroide metálico Psyche.
El estudio, que se publicó en The Planetary Science Journal y se presentó en la reunión virtual de la División de Ciencias Planetarias de la Sociedad Astronómica Estadounidense, ofrece una visión más clara del asteroide de la que estaba disponible anteriormente. “Hemos visto meteoritos que son en su mayoría de metal, pero Psyche podría ser único en el sentido de que podría ser un asteroide que está totalmente hecho de hierro y níquel. La Tierra tiene un núcleo metálico, un manto y una corteza. Es posible que mientras se formaba un protoplaneta Psyche, fue golpeado por otro objeto en nuestro sistema solar y perdió su manto y corteza”, explicó Becker en un comunicado.
La especialista observó el asteroide en dos puntos específicos en su rotación para ver ambos lados de Psyche y delimitar lo más posible en la observación de la superficie en longitudes de onda ultravioleta (UV). “Pudimos identificar por primera vez en cualquier asteroide lo que creemos que son bandas de absorción ultravioleta de óxido de hierro. Esta es una indicación de que se está produciendo oxidación en el asteroide, lo que podría ser el resultado de que el viento solar golpee la superficie”, aseguró la experta.
¿Cuánto vale Psyche?
Algunos piensan que los metales que componen Psyche podrían valer alrededor de 10.000 billones de dólares, según puntualiza Forbes. La economía mundial valía alrededor de 142 billones de dólares en 2019.
El estudio de Becker se produce cuando la NASA se prepara para lanzar la nave espacial Psyche, que viajará al asteroide como parte de un esfuerzo por comprender el origen de los núcleos planetarios. La misión está programada para lanzarse en 2022. Los asteroides de metal son relativamente raros en el sistema solar, y los científicos creen que Psyche podría ofrecer una oportunidad única para ver el interior de un planeta.
“Lo que hace que Psyche y los otros asteroides sean tan interesantes es que se los considera los componentes básicos del Sistema Solar”, dijo Becker. “Entender qué es lo que realmente constituye un planeta y potencialmente ver el interior de un planeta es fascinante. Una vez que lleguemos a Psyche, realmente entenderemos si ese es el caso, incluso si no resulta como esperamos. Cada vez que hay una sorpresa, siempre es emocionante”.
Becker también observó que la superficie del asteroide podría ser principalmente de hierro, pero señaló que la presencia de incluso una pequeña cantidad de hierro podría dominar las observaciones UV. Sin embargo, mientras observaba a Psyche, el asteroide parecía cada vez más reflectante en longitudes de onda ultravioleta más profundas. “Es algo que debemos estudiar más a fondo. Esto podría ser indicativo de que ha estado expuesto en el espacio durante tanto tiempo. Este tipo de brillo ultravioleta se atribuye a menudo a la meteorización espacial”, concluyó la científica.