Una nave espacial abandonada por astronautas estadounidenses en la superficie de la Luna podría estar causando pequeños temblores conocidos como terremotos lunares, según indicó un nuevo estudio.
Comprender los terremotos lunares podría ser esencial para la exploración futura, dijeron los expertos, en caso de que la NASA y sus socios construyan un puesto avanzado permanente en su superficie; uno de los objetivos de Artemis, el programa de exploración lunar de la agencia.
Una nave espacial abandonada por astronautas estadounidenses en la superficie de la Luna podría estar causando pequeños temblores conocidos como terremotos lunares, según indicó un nuevo estudio.
Por primera vez, los investigadores revelaron un tipo, hasta ahora desconocido, de actividad sísmica en la Luna mediante un análisis de datos de la era Apolo utilizando algoritmos modernos.
Los cambios masivos de temperatura que ocurren en la Luna pueden llevar a que las estructuras creadas por el hombre se expandan y se contraigan de una manera que produzca estas vibraciones, sugiere el informe. La superficie lunar es un ambiente extremo, que oscila entre -208 grados Fahrenheit (-133 grados Celsius) en la oscuridad y 250 grados Fahrenheit (121 grados Celsius) bajo el Sol directo, según un comunicado de prensa sobre el estudio.
De hecho, toda la superficie de la Luna se expande y se contrae con el calor y el frío, explica el estudio publicado el 5 de septiembre en el Journal of Geophysical Research: Planets. Sin embargo, los científicos utilizaron una forma de inteligencia artificial para obtener una comprensión tan cercana de los datos de la era Apolo que fueron capaces de identificar los suaves temblores que se emitieron desde un módulo de aterrizaje lunar del Apolo 17 ubicado a unos cientos de metros de los instrumentos que registraban los terremotos lunares, según una sinopsis del estudio realizada por investigadores de instituciones como el Instituto de Tecnología de California y la NASA. (La NASA proporcionó fondos para el estudio).
El análisis ofrece nuevos conocimientos sobre cómo la Luna responde a su entorno y qué puede afectar sus actividades sísmicas. Los temblores no eran peligrosos y probablemente serían imperceptibles para los humanos que se encontraran en la superficie de la Luna.
Comprender los terremotos lunares podría ser esencial para la exploración futura, dijeron los expertos, en caso de que la NASA y sus socios construyan un puesto avanzado permanente en su superficie; uno de los objetivos de Artemis, el programa de exploración lunar de la agencia.
"¿Con cuánta fuerza necesitamos construir nuestras estructuras y qué otros peligros debemos mitigar?", se preguntó Angela Marusiak, profesora adjunta de investigación en el Laboratorio Planetario y Lunar de la Universidad de Arizona, en referencia a las dudas que este tipo de análisis de datos puede ayudar a resolver. Marusiak no participó directamente en el estudio, aunque sí tuvo contacto con los autores como experta en sismología lunar.
Marusiak señaló que cada misión Apolo llevaba instrumentos para detectar terremotos lunares. Pero la misión Apolo 17, lanzada en 1972, se destacó porque dejó una serie de sismómetros capaces de identificar terremotos térmicos lunares, o los temblores inducidos por el drástico calentamiento y enfriamiento de la superficie lunar.
"Se registraron miles de estas señales durante un lapso de ocho meses entre 1976 y 1977 en cuatro sismómetros desplegados durante el experimento de perfilado sísmico lunar del Apolo 17, pero la mala calidad de los datos dificulta el análisis", escribieron los investigadores. "Desarrollamos algoritmos para determinar con precisión el momento de llegada de las ondas, medir la fuerza de la señal sísmica y encontrar la dirección de la fuente del terremoto lunar".
Los científicos revisaron los datos por primera vez en décadas. El nuevo análisis permitió al equipo de investigación concluir que cierto tipo de terremoto lunar, llamado terremoto lunar térmico impulsivo, no provino de fuentes naturales sino más bien del calentamiento y enfriamiento de la nave espacial cercana.
"Cada mañana lunar, cuando el Sol llega al módulo de aterrizaje, este comienza a moverse", dijo en un comunicado el coautor del estudio Allen Husker, profesor investigador de geofísica en Caltech. "Cada cinco o seis minutos (hay) otro, durante un período de cinco a siete horas terrestres. Eran increíblemente regulares y repetitivos".
Según el estudio, estos temblores se diferenciaban de otro tipo de terremoto lunar, llamado terremotos lunares térmicos emergentes, que probablemente son causados por la reacción natural del suelo a la exposición a la luz solar.
Los investigadores dijeron que tienen la esperanza de que futuras misiones lunares ofrezcan una imagen aún más integral de estos fenómenos.
Además de los terremotos térmicos, también se sabe que la Luna tiene temblores profundos y superficiales, así como actividad que se cree que causan los impactos de meteoritos.
Es importante señalar una diferencia clave entre la Luna y la Tierra: en la superficie lunar, no hay placas tectónicas en movimiento que puedan desatar eventos catastróficos. Pero la Luna sí tiene una vida interior activa y, al igual que la Tierra, ciertos tipos de eventos sísmicos pueden ocurrir en cualquier momento o lugar en su superficie, dijo Marusiak.
Marusiak estaba entusiasmada con la misión de alunizaje de la India, Chandrayaan-3, que incluía un sismómetro. La Organización de Investigación Espacial de la India ya confirmó que el instrumento pudo detectar un terremoto lunar. (Los investigadores de ISRO aún no han publicado datos extensos sobre la grabación ni han propuesto una causa sugerida para el evento).
El instrumento Chandrayaan-3, que registró actividad cerca del polo sur lunar por primera vez, fue puesto en reposo a principios de septiembre. Los investigadores intentarán despertar la nave espacial para recopilar más datos el 22 de septiembre, cuando el lugar de aterrizaje de Chandrayaan vuelva a recibir la luz del Sol.
"Espero que con el programa Artemis se sigan incluyendo sismómetros porque son realmente vitales para comprender lo que sucede, no sólo en la superficie, sino incluso más profundamente en el regolito (suelo)", dijo Marusiak.
Pero los científicos están entusiasmados sobre examinar detenidamente los datos de la era Apolo que, con tecnología moderna, puedan arrojar nuevos resultados fascinantes.
"Es importante saber todo lo que podamos a partir de los datos existentes para poder diseñar experimentos y misiones que respondan las preguntas correctas", dijo Husker. “La Luna es el único cuerpo planetario, además de la Tierra, que tiene más de un sismómetro a la vez. "Nos brinda la única oportunidad de estudiar a fondo otro cuerpo".
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