Una casa antigua, una vidriera amplia y una decoración cubierta de flores me recibieron al ingresar a La Tiendita. Una sonrisa amable y la imprescindible calidez de su dueña, Sole Bobbio, hicieron del ambiente un lugar encantador para la charla.
La ambientadora de eventos y florista reconocida, nos cuenta en una entrevista amena con Revista Nosotros todo acerca del éxito de su emprendimiento.
Una casa antigua, una vidriera amplia y una decoración cubierta de flores me recibieron al ingresar a La Tiendita. Una sonrisa amable y la imprescindible calidez de su dueña, Sole Bobbio, hicieron del ambiente un lugar encantador para la charla.
La conversación fluyó, como fluye el agua de una cascada, y se tocaron temas de lo más variados: el inicio del local, el impacto de la pandemia y la importancia de querer mimar al cliente fueron algunos de los puntos más importantes.
"La Tiendita nació hace tres años y fue mutando un poco a lo largo de este tiempo. Siempre soñé con tener mi propia casa de decoración. Y esta pasión viene porque, en realidad, soy ambientadora de eventos. Todo se conecta. El parate que se produjo en mi rubro a causa de la pandemia me dio el tiempo necesario para hacer lo que yo quería que es la parte de floristería que siempre deseé. En los eventos es la parte que más disfruto hacer. Hace 10 años que soy mi propia florista y me genera una enorme alegría el mundo de las flores.
"Cuando me empecé a dedicar a la ambientación arranqué a hacer cursos, hice muchos en Buenos Aires con diferentes ambientadores. Estaba fascinada con Ramiro Arzuaga. Realicé todas sus capacitaciones. Y después hice más específicos en todo lo que es floristería.
"En este espacio que llamé 'La tiendita de Sole Bobbio' podés encontrar como primera y principal opción, flores. Tengo arreglos en ramos, en cajitas, en latas... Hay una línea de cajas diseñadas con distintas estampas o pintadas a mano por Dani Cejas que son lo más. Además, vendo objetos de cerámica, mates pintados a mano, aromas de La Tiendita que me producen en Buenos Aires, ya cuento con cinco aromas y estoy por sumar otro más para el Día de la Madre. También tenemos una línea de mantelería con Clarisa Lenarduzzi, vajilla y voy sumando de a poco cada día algo nuevo. Igual tampoco sé bien hasta dónde llegar porque cuando vuelvan los eventos voy a tener que estar ahí, al pie del cañón.
"Debo destacar que el rubro de la construcción y de la decoración se potenció. Los que tenían ahorros y no pudieron viajar, invirtieron en su casa. Estar tanto tiempo en el hogar motivó a las personas a querer ver lindo ese espacio que habitan, a que huela bien, a cambiar las cortinas, a poner un ramo de flores lindo. Todo lo necesario para que ese lugar se vuelva lo más agradable posible.
"Y además, surgió algo re lindo en las personas y es el hecho de enviar un regalo porque están lejos de su familia. Recibo muchos pedidos desde España, Italia, Buenos Aires, entre otros lugares, personas con parientes acá que hace 6 meses que no ven. Y estos detalles son una manera muy linda de hacerlos sentir cerca. Me encanta armar las dedicatorias de los arreglos florales. Me sumo a todas las historias familiares, me emociona. Cuando son arreglos muy grandes me gusta llevarlos en persona para que lleguen perfectos y me encanta ver el gesto de la gente al recibirlos. Por este motivo siempre trato de pensar en la persona que lo recibe cuando me pongo a crear. Amo hacer flores, me transporto a otro mundo y puedo estar horas y horas trabajando. Me apasiona mi trabajo", concluyó Sole.