Martes 8.11.2022
/Última actualización 11:52
Se cumplen en diciembre los 24 meses de vigencia de la ordenanza que habilitó la Emergencia en el Transporte en Rosario y ahora el municipio deberá presentar el nuevo esquema que implementará de cara al 2023, entendiendo que la crisis pandémica llegó a su fin.
Ante la insistencia de los concejales que vienen realizando el seguimiento del Transporte, la semana que viene el Ejecutivo deberá presentarse a exponer cuál es el nuevo formato en el que vienen trabajando para planea implementarlo el año que viene y que lleve al sistema a un cuadro de “normalidad”.
El concejal macrista, Carlos Cardozo, quien también oficia como vicepresidente del Ente de la Movilidad de Rosario (EMR), señaló a El Litoral que espera que en la reunión el Ejecutivo asista con algunos pasos “fundamentales” resueltos.
“En primer lugar, que la firma del convenio entre el Ministerio de Transporte de la Nación con la Municipalidad por la implementación de la SUBE, ya que desde ese momento tenemos 120 días para ponerla en marcha. También, esperar que se apruebe en el Senado un aumento de los subsidios nacionales para el sistema de Transporte del Interior”.
A su vez, “poder conocer cuál será el monto de recaudación de las fotomultas, ya que el 80% va destinado al Fondo Compensador del Transporte”. Con todo esto, “el Ejecutivo dijo que readecuará parcialmente durante enero, febrero, quizás, marzo, sabiendo que los pasajeros disminuyen porque no hay clases y muchos están de vacaciones”, afirmó Cardozo.
“Es necesario pensar algo en el mediano plazo, más allá de estos cuatro meses, porque la tarjeta SUBE que no está en el sistema se suba, como sucedió con el Boleto Gratuito. Esto es lo que sostiene la cantidad de tickets que se están cortando. Tenemos expectativas positivas, aunque el sistema tiene muchas deficiencias”, cerró.
Por su parte, la edila peronista, Silvana Teisa, que interga la Comisión de Seguimiento de la Emergencia en el Transporet y, además, lidera el Observatorio Social del Transporte de Rosario (OSTR), indicó a El Litoral que entendían “desde principio de año que había que volver a la normalidad con los colectivos, pero no se logró”.
Es por eso que su expectativa es que en la próxima reunión, el municipio “transmita el plan para salir de la Emergencia para que finalmente se pueda mejorar el sistema, como lo vienen exigiendo los vecinas y vecinas, sobre todo, en estas nuevas circunstancias”.
La emergencia, ¿por qué?
Para que el Intendente, Pablo Javkin, pudiera tener margen de maniobra durante los peores meses de la pandemia, el Concejo le aprobó la Emergencia en el Transporte. Esto le permitió barajar y dar de nuevo las licitaciones de las empresas Rosario Bus, El Cacique –que ya se fue de la ciudad por ofrecer servicio deficitario- y Movi –estatal- para rearmar el esquema a un modelo apto pandemia.
Quitar unidades de circulación, agrupar líneas para achicar recorridos, modificar paradas para rearmar circuitos, congelar aumento de boleto y presionar para recibir más subsidios de Provincia, pero fundamentalmente de Nación, obtuvo sus resultados.
El sistema se redujo, los gastos se recortaron y todo parecía fluir. La Emergencia tuvo el ok del Palacio Vasallo por un lapso de 24 meses (hasta diciembre 2022) o si se alcanzaba un nivel de demanda de pasajeros igual o superior al 90% previo al Covid.
Y esto, prácticamente, pasó. Según el Observatorio del Transporte, que difundió la concejala peronista Silvana Teisa, actualmente hay una demanda creciente que superó el 80%. Es que, como era de esperar, de la noche a la mañana, una multitud de personas salieron a las calles en busca de tomarse el colectivo. Allí comenzaron las quejas, que aún persisten.