Desde El Litoral indagamos sobre lo que sucede con la venta de medicamentos en Venado Tuerto, donde la realidad es la misma que se ha detectado en todo el territorio santafesino: la comercialización no sólo se concentra en farmacias o establecimientos afines, habilitados para la actividad, sino también en negocios de otros rubros, sobre todo kioscos y almacenes.
La gran mayoría de estos comercios ofrecen medicamentos de los considerados de “venta libre” es decir sin una receta o firma profesional que autorice su comercialización.
Graciela tiene un kiosco a poco más de diez cuadras del microcentro de Venado Tuerto, sobre una calle muy transitada, ya que se utiliza como vía de ingreso de, al menos, cuatro barrios. Desde su apertura, hace unos cinco años, incluyó dentro de sus ofertas variedad de medicamentos: sobre todo ibuprofeno, aspirina, paracetamol, analgésicos, antiácidos y antiespasmódicos, buscando el aval en que se trata de drogas de “venta libre”.
“Yo los compro en la farmacia. Los tengo porque los clientes siempre me piden, a pesar de tener dos farmacias a menos de tres cuadras de distancia”, cuenta la comerciante, quien confiesa que en algún momento pensó en dejar de ofrecer estos fármacos por temor “a tener algún inconveniente”, en especial porque logró la habilitación de su negocio hace tan solo unos meses.
“Tengo clientes que vienen para comprar alguna bebida, cigarrillos o golosinas y me piden algún remedio para calmar algún dolor, sobre todo ibuprofeno y paracetamol”, señala, mientras abre una caja plástica, similar a un pastillero grande, donde tiene prolijamente ordenados los medicamentos que lucen por sus formas y colores. En su tapa, del lado de afuera tiene el nombre del remedio, para poder distinguirlo rápidamente y en la parte de adentro coloca una cinta con la fecha de caducidad de cada uno, algo que llama poderosamente la atención. “Lo hago porque como las tengo dividida en unidad o en pares, me permite saber el vencimiento, para mi tranquilidad y la del cliente”, plantea.
¿No te da temor que alguien te denuncie por facilitar la automedicación o que alguien sufra algún efecto negativo por lo que le estás vendiendo? -le consultamos-. “Mirá, lo que encuentra acá lo pueden comprar sin receta en cualquier farmacia. Si deciden automedicarse, sin consultar con su médico es responsabilidad de cada uno”, respondió. Y añadió: “Lo mismo puede suceder si lo compran en la farmacia”, obviando que estos son comercios que sí están habilitados para tal fin.
“En un momento pensé dejar de vender medicamentos, que no fue una cuestión casual. Cuando compré el fondo de comercio el anterior dueño ya vendía medicamentos y lo continué porque ya los clientes estaban acostumbrados a solicitar algunas de estas pastillas”, aseguró, destacando que nunca tuvo un control relacionado con ese tema.
“La gran mayoría de los kioscos o almacenes ofrecen estos remedios, incluso en algunos podes conseguir hasta antibióticos o drogas más específicas que sí deberían venderse bajo receta”, enfatizó.
Lo mismo que expresan los comerciantes sobre los controles lo ratifican las autoridades del área en Venado Tuerto. “No hay controles”, aseguran, recordando que “tanto la provincia, a través del Ministerio de Salud como la Nación desde la Anmat podrían llevar adelante operativos para evitar que esta práctica, que existe, se siga desarrollando en comercios que no están habilitados para tal fin”.
“Sabemos que es un reclamo histórico por parte del sector farmacéutico, pero por el momento no se cumple”, enfatizaron.
Algo similar ocurre con la venta de medicamentos veterinarios en comercios como forrajeras, lo que ha permitido que, en los primeros momentos de la pandemia, mucha gente pudiera tener acceso a la Ivermectina, una droga de uso veterinario que ha sido muy utilizada para el tratamiento de Covid-19 en humanos, generando mucha preocupación en las autoridades sanitarias, incluso de los organismos que nuclean a los veterinarios en el país.
Si bien hubo pedidos para regular esta situación, no ha sucedido y aún se pueden conseguir medicamentos veterinarios en diferentes locales comerciales.