"Él tiene alma de mujer, pero atrapada en la piel, así lo quiso la vida. No fue fácil aceptar y ya no puede negar, callar lo que su ser le grita, cuando al mirarse al espejo es distinto a lo que siente por dentro".
Nació como Agustín, pero desde que tiene uso de razón se siente Cordelia. Es de Coronda. Un videoclip de un grupo de cumbia santafesino la tuvo como protagonista y eso le permitió soltar aún más la posibilidad de ser quien quiere ser: una mujer.
"Él tiene alma de mujer, pero atrapada en la piel, así lo quiso la vida. No fue fácil aceptar y ya no puede negar, callar lo que su ser le grita, cuando al mirarse al espejo es distinto a lo que siente por dentro".
Un videoclip del grupo de cumbia "La Cumbre", interpretado por su cantante, Pamela Díaz, puso nuevamente en debate los cambios de género que viene habiendo en los últimos años y que han acelerado la conquista de derechos y oportunidades, o al menos muchas lo vienen intentando, de distintas maneras.
La protagonista –y en quien se basa la canción "Alma de mujer"– es de Coronda, en su acta de nacimiento figura como Agustín Gómez, pero en realidad hace mucho que lucha por ser Cordelia Agustina Gómez o simplemente Cordelia Good, ya que además es actriz y animadora.
"Él no es un hombre, tiene alma de mujer, que quiere amar y sentir en la piel, y aunque lo juzguen y critiquen hoy sabe que nada le impide ser libre si tiene alma de mujer…" reza otra parte de la letra de esta canción que, en diálogo con Mirador Provincial, Cordelia define como un elemento liberador, disparador y autorreferencial.
–¿Cómo te presentarías a vos misma?
–Suelo presentarme como Cordelia Good, hace un tiempo extirpé mi nombre de hombre, la gente ve a una Cordelia antes que a un Agustín. Pero me presentaría como Cordelia Agustina Good.
–¿Cómo llegó la posibilidad de grabar ese videoclip?
–Me invitó el Grupo La Cumbre, y me termina de convencer Pamela Díaz, con su voz. No soy apasionada de la cumbia, pero el mensaje estaba muy bueno. Me lo presentaron, me contaron cómo era, me mandaron la letra e inmediatamente tomé la decisión de grabar. La producción buscó quién filmaría y demás, está a simple vista el trabajo que se ha hecho. Yo hacía transformismo y ellos querían contar un cambio de hombre a mujer.
–¿A lo que transmitís en el video, lo tomás como una explicación, una confesión o algo que querías decir de alguna forma y no podías? ¿Es un editorial de vos misma?
–Una vez que nos juntamos a hablar con el Grupo, Pamela y su marido Gerardo, ahí llegó la inquietud donde no sólo soy transformista, sino que yo me considero y me siento una chica trans. Entonces la historia iba a ser mucho mejor contada desde lo real, es una experiencia bastante turbulenta de llevar adelante, preferí que en cada toma esté quien siempre quise ser. La canción habla de lo que me pasa a nivel personal. Muchos ven una imagen de mí, pero no conocen el resto del trasfondo de todo esto. Puedo decir que Pamela escribió una canción para mí… hay estrofas que me las adueñé, uno habla desde el lugar, pero el mensaje que se transmitió fue increíble. Yo me identifico muchísimo con esa letra.
En los tiempos que corren, hay muchos temas que deben tratarse y naturalizarse. O por lo menos poder reflejar lo que piensa la gente que no siempre tuvo voz.
–¿Desde cuándo te percibís como mujer y cómo podés describir ese momento?
–No sabría decirte un tiempo exacto. Tenía tres años y me ponía las toallas como si fuera pelo largo. Esto no es: hoy me levanto y quiero ser mujer y mañana me levanto y quiero ser un perro. Uno nace con estas cosas adentro y a veces es más fuerte que uno… Eso pasa en cómo me autopercibo y quién quiero ser en realidad. Lo que sí puedo contar es que hace poco comencé un tratamiento hormonal para hacer el cambio de género. Es lo que mi alma deseaba… mujer me siento hace mucho y una chica trans, empecé el tratamiento hace seis meses. Soy mujer hace 25 años…
–¿Qué rescatás de Agustín Gómez?
–Le costó mucho ser quien es. Costó 25 años… a veces la familia tampoco apoyó mucho el camino que uno quería tomar, pero me quedo con esas ganas de seguir siempre. Rescato su alegría, su entusiasmo y lo feliz que se pone cuando se ve con peluca, le encanta.
–¿Coronda es una ciudad complicada para mostrarse como uno quiere? ¿Por qué?
–Coronda es complicada porque aún mantiene mentalidad de pueblo. Todo comienza en sus gobiernos, si arriba no cambiamos, si no cambiamos nuestra cabeza, nos va a doler el pecho, si el pecho no cambia, nos van a doler los brazos, y si los brazos no cambian, duelen las extremidades. Agarremos un 2% de esas extremidades y ayudémosla. Si nos cerramos en la religión, en nuestros principios. El político es el que menos principios tiene… Hay muchas clases de política social y Coronda pudo ayudar al colectivo LGBTIQ+, donde ingresan las personas trans, travestis y transgénero y mal usó esos fondos vaya a uno a saber para qué, cuando se puede hacer un proyecto amplio en cuanto al cambio ciudadano. No obstante, yo presento el cupo laboral trans y lo mandan al Concejo por equis motivo, por alguna interna entre ellos y ahí vuelvo… no podés ser vos mismo en un lugar donde no te apoya el gobierno, donde no hacen valer los derechos. Coronda debe trabajar sobre el cupo, hacerlo cumplir, no tiene que inventar nada, tiene que adherir a algo que ya se logró, que nos corresponde. Coronda es una ciudad de personas tapadas, de armario… y es algo que ya no se quiere en esta nueva era. Y agradezcamos a estas nuevas generaciones, que son las que se asumen.
–¿Por qué creés que la homosexualidad fue considerada como uno de los supuestos defectos que más se señalaban en el que lo era o lo parecía?
–Si nos remontamos a la historia, en algún momento la religión quiso o puso la homosexualidad como una enfermedad, y eso cambia todo. La religión censuró algo que para mí es libertad, poder ser. No sé si quiero decir "soy homosexual". Cuesta decirlo. Es terrible tener tu familia y los viernes tener que ir a pescar con tu mejor amigo y terminés haciendo otras cosas y no pescando… eso habla de que la religión censuró algo que antes no ocurría, porque en Grecia la homosexualidad era buena, los vikingos se relacionaban entre ellos muy bien. Entonces todo se ve como malo. La gente mira la paja en el ojo ajeno. Que el nene no debe usar pollera. ¿Dónde dice eso? El hombre, y la mujer, y procrear. En Rosario encontraron hace un poco a un bebé en la basura. Es tiempo de separar las cosas.
Cordelia es artista y animadora, ha realizado obras generalmente en Córdoba y le ha ido muy bien. Mientras tanto, la lucha contra los prejuicios continúa. Las oportunidades, el bullying, el "qué dirán". Supo soportarlos y hoy sabe contar sus vivencias y pese a todo, está segura de su lugar en el mundo… Porque tiene "alma de mujer".
–¿Alguna vez soñaste este momento que estás viviendo?
–Soy una persona soñadora así que siempre soñé con llegar a este lugar. Estuve en Villa Carlos Paz, San Antonio, Miramar, y tuve la posibilidad de descubrir que el mensaje llegó. Que personas me digan que nunca habían visto algo así, tan de cerca. ¿Cómo les contaste a tus papás? Y ahí me di cuenta de que quiero esto. Un sueño cumplido fue transmitir un mensaje a través del arte. Esto recién arranca, mi sueño está como en un cuartito. Todavía falta seguir subiendo.
–¿Cómo te llevás con la mirada del otro?
–Debo reconocer que en el secundario me costó mucho. Pero cuando vi que el que me miraba lo hacía porque no podía ser, entonces me di cuenta de que no importa tanto la mirada del otro, sino la nuestra. Pesan más nuestros ojos que los del resto. Por ahí no importa tanto la mirada de los demás, con que nosotras o nosotros podamos ver y alentarnos y darnos fuerzas para salir adelante, ya ahí es un paso a poder ser quien querés ser.
–¿Considerás que la gente está cambiando en cuanto a la perspectiva de género? ¿Ves mayor empatía?
–Creo que sí. Los tiempos están cambiando. Las nuevas generaciones se están encargando de extirpar prejuicios, no juzgar, pero si aún resisten esas cosas es porque seguramente eso está en casa… en las personas mayores. "El hombre tiene que estar con la mujer y viceversa" y ahí retomamos con la religión. Hay que vivir en libertad y que todo esto cambie. El mundo está cambiando y los estamos invadiendo (risas). Pero la política usa la causa para hacer campaña, pero no la mantiene en el tiempo. Hay y falta empatía. Pero todavía hay quienes van a matar a un trans por no pagar el servicio… Por ejemplo, yo fui invitada para el 8M a San Antonio de Arredondo, a más de 400 kilómetros de mi casa; y en mi ciudad, a la cual amo, nunca fui invitada porque consideran que es una invitación abierta… Se invitan entre mujeres, pero incluir a una mujer trans está bueno. Porque va a llegar a otra mujer trans, eso sí es empatía. Seremos tres, dos, ninguna, pero a alguien el mensaje le va a llegar.
–¿Quién creés que es más prejuicioso, el hombre con el hombre o la mujer con la mujer? ¿Por qué?
–Esta pregunta me encanta. El prejuicio es general. El hombre no es tan prejuicioso. Tengo muchos amigos heterosexuales y no tengo ni relación ni affaire. Tengo menos amigas mujeres, yo mujer trans. Eso es un tema amplio y complicado, pero la mujer no suele ser muy empática con otra mujer; el hombre sí.
–¿Qué se debe tener desde tu condición para triunfar en los medios o ser más popular?
–Lizy Tagliani, Cris Miró, Florencia de la V fueron ellas mismas. A veces la vida es re jodida para una mujer trans, en los medios mucho más, trabajé en radio donde una vez alguien se me sentó al lado y me pidió que hablara más como hombre. Si querés me visto de chombita o camisita, pero no quieras cambiar mi esencia. Yo salí a la calle y conocían la voz de Cordelia, pero otros me decían "uy, el maricón…". En los medios hay homosexuales, bisexuales, pero transexuales en mi ciudad no hay ninguno trabajando en ningún medio de comunicación. En los medios ni en mis eventos, ni en la producción de un espectáculo de drag queen quisieron invertir, porque no confían. Lizy dijo que "talento no nos falta, sino los recursos. Y la gente que tiene los recursos se los da a los equivocados".