A principios del Siglo XX, más precisamente en 1911, se inauguró en Villa Ventana lo que en su momento fue el hotel de lujo más grande de Sudamérica y su historia es muy peculiar porque fue clausurado nueve años más tarde, tuvo una breve reapertura en 1943 y finalmente cerró sus puertas y quedó abandonado.
Se trata del Club Hotel de la Ventana, que se construyó en Sierra de la Ventana y fue sinónimo de lujo y placer: en su momento fue reconocido como el primer complejo hotelero de Sudamérica pero su estrella duró poco y varios años después de haber dejado de funcionar un incendio lo dejó en ruinas pero sin saberlo lo convirtió en un atractivo turístico que muchos turistas suelen visitar.
Antigua imagen, donde se puede apreciar la fachada del inmueble.
Este hotel incluso contó con un tren propio de trocha angosta que lo unía con la localidad de Villa Ventana y fue tristemente reconocido cuando en 1943 albergó a los marineros alemanes nazis que habían naufragado junto al acorazado de bolsillo Graf Spee frente a las costas de Montevideo, en lo que se conoció como la “Batalla del Río de La Plata”.
En ruinas, el deterioro de las instalaciones con el correr de las décadas. Así luce en la actualidad.
Cómo era
Este hotel fue construido con el estilo de la Belle Epoque francesa por el italiano Antonio Gherardi y realmente era único en la Argentina. Solían visitarlo las personas de clase acomodada o de la élite terrateniente porque sus costos eran muy elevados.
Entre otras comodidades el hotel tenía estaba compuesto por 6.440 m2, contaba con 157 habitaciones, 58 baños y cuatro suites con calefacción central. Las escaleras eran de mármol de carrara y entre las instalaciones había un solarium, restaurante, cine, teatro, tres salas de casino, bar, night club, capilla, cancha de golf, confitería, biblioteca, peluquería farmacia, enfermería, pileta de natación, canchas de polo tenis y fútbol.
Prestaciones de nivel europeo para un hotel que sólo vive en el recuerdo.
Según destacan las crónicas de la época el inicio de la Primera Guerra Mundial en 1914 afectó su actividad y lo que empezó a dar el golpe de gracia fue la prohibición de los juegos de azar en 1917 teniendo en cuenta que este establecimiento tuvo a uno de los primeros casinos de Sudamérica. Con la caída de huéspedes en picada el hotel finalmente terminó cerrando en 1920 y solamente tuvo la breve reapertura mencionada en 1943.
Para visitar
Con el paso del tiempo la estructura de este complejo hotelero se fue deteriorando y el suceso más complicado lo vivió el 8 de julio de 1983 cuando se incendió, perdió todos sus techos y quedó reducido a las ruinas en muchas de sus partes, pero las principales estructuras aguantaron.
En el '83 fue el último gran incendio donde perdió el techo y partes importantes del edifcio.
En 1999 la Municipalidad de Tornquist declaró a este sitio como un Monumento Histórico y a partir de ese momento se ha convertido en un punto turístico muy peculiar. Se puede recorrer las ruinas del hotel a pie y por propia cuenta, aunque también existen servicios de visitas guiadas para comprender mejor la historia del lugar.
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