Este domingo se registró un hecho insólito en el Museo de Louvre en París, donde un supuesto activista ecológico arrojó una torta de nata sobre la pintura de La Gioconda.
La pintura de Leonardo Da Vinci, conocida como la Monna Lisa, ha sido robada y rociada con ácido, pintura e incluso té, previo al insólito ataque de este domingo donde fue manchada con una torta.
Este domingo se registró un hecho insólito en el Museo de Louvre en París, donde un supuesto activista ecológico arrojó una torta de nata sobre la pintura de La Gioconda.
El agresor de la obra de Leonardo Da Vinci conocida como la Monna Lisa se movibilizaba en silla de ruedas y vestía una peluca de color rojo y a los gritos exclamó: "Piensen en la tierra, hay gente que está destruyendo la tierra. Todos los artistas piensen en la tierra. Por eso hice eso".
Afortunadamente para el valor cultural, la pintura no fue dañada gracias a un cristal protector que tampoco pudo ser destruído por el vandálico.
Sin embargo, no se trata de la primera vez que La Gioconda es víctima de un hecho de similares características o se ve involucrada en un acto delictivo.
El primero de los episodios lo vivió el 21 de agosto de 1911 y fue el momento de su salto al estrellato, luego de que fuera sustraída del mismo museo de Francia en el que actualmente se encuentra.
Recién el 10 de diciembre de 1913, fue recuperada a la par de la detención de Vincenzo Peruggia, su ladrón. El delincuente fue atrapado luego de que le entregara la pintura a Alfredo Geri, un anticuario de Florencia. El periodista Karl Decker aseguró que el autor intelectual del robo habría sido el comerciante argentino Eduardo Valfierno.
Durante la Segunda Guerra Mundial no recibió específicamente ataques, pero sí debió ser trasladada en numerosas ocasiones dentro del territorio francés para preservar su integridad.
Un par de décadas después, comenzó la serie de situaciones relacionadas a diferentes líquidos que fueron arrojados sobre “La Joconde”.
En 1956 una mujer arrojó ácido a la pintura y daño las secciones inferiores; meses después, un hombre le lanzó una piedra, lo que provocó que perdiera un poco de pigmento. Debido a dichos incidentes La Gioconda ahora tiene un recubrimiento que la protege contra los ataques.
En 1974, durante su última gira internacional, recibió un ataque con pintura roja dentro del Museo Nacional de Tokio en el marco de un reclamo por la exclusión de la exposición a personas con discapacidad. Gracias a la protección colocada anteriormente no sufrió daños.
El último, previo al de la torta, fue durante 2009 en Louvre, cuando un visitante arrojó una taza de té a la Monna Lisa, pero el cristal fue el único dañado; el gesto, según medios estadounidenses, se hizo en protesta por haber negado la ciudadanía.
Poco después la persona fue aprehendida, se le realizaron exámenes psiquiátricos y tiempo después fue puesta en libertad.