De la Redacción de El Litoral
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Tras una deliberación difícil, tanto para los integrantes del jurado como para los votantes particulares, finalmente se conocieron los ganadores de los premios El Santafesino del Año, un reconocimiento de El Litoral a las personalidades de la ciudad que dejaron una huella a través de sus acciones en diferentes ámbitos: cultura, arte, ciencia, educación, trayectoria y salud, entre otras.
La entrega de las distinciones se realizó en la Bolsa de Comercio de Santa Fe y contó con la presencia de familiares y amigos de los postulados, además de integrantes del jurado que formó El Litoral y directivos del diario: Gustavo Vittori y María José Lina Pilatti, del Consejo de Dirección, y Federico Caputto, del Consejo de Administración.
Cada uno de los postulados (diez en total) se llevó un Hornero de Plata como reconocimiento a su labor. Luego, Gustavo Vittori se dirigió a los presentes y manifestó la satisfacción de otorgar una distinción de estas características.
“Es un gusto este encuentro. El año pasado resultó una sorpresa este reconocimiento, porque no nos imaginábamos la repercusión que tendría El Santafesino del Año. Entonces nos propusimos renovarlo y mejorarlo”, dijo. Asimismo indicó que “es complicado comparar una cosa con la otra porque todos son valiosos en lo que cada uno hace. Hay algunos que tienen una marca individual, aunque dirigido a la sociedad; otros más caracterizados en su origen exclusivamente individual; los grupales y los marcadamente sociales”.
Momento emotivo
La conductora de la ceremonia, Alina Pozzolo -periodista de El Litoral-, mencionó uno por uno a los elegidos por los lectores para recibir el merecido reconocimiento.
Hasta que llegó el anuncio más esperado: los ganadores del premio al Santafesino del Año, edición 2011. María Nélida Rossi de Barale fue la más votada en ElLitoral.com, con 240 votos -votaron 1.271 personas-, y se llevó el primer Hornero de Oro de la jornada. Fue un momento emotivo para una mujer santafesina que lleva años luchando por la atención de los pacientes con fibrosis quística.
María Nélida Rossi también expresó su alegría: “Esto es un homenaje a mi hija, porque no hubiera sido posible si ella no la peleaba hasta el último día. Después, significa la importancia de entender que esto se replique en entender el trabajo solidario y colectivo”.
En segundo lugar se premió a la personalidad elegida por el jurado (ver aparte): el padre Javier Albizu pasó a recibir el galardón de El Litoral, ovacionado por toda la sala.
Tras la premiación, Albizu, que encabeza el proyecto solidario “Uno por Uno, Uno más Uno”, dijo: “Exponer en el corazón de muchos que el diario ayudó a transmitir, y ese mensaje es que cuando uno ve otras realidades tan cercanas y no tienen ni una mínima parte de lo que uno tiene, genera la necesidad de hacer algo. Así surgió el proyecto, involucrando el concepto del uno más uno en las personas”.
Jurado
“No somos notables”, bromearon los integrantes del grupo que eligió a uno de los ganadores. Ellos fueron: Sandra Bustos, directora de la escuela República del Paraguay; María del Carmen Caputto, presidenta de la Asociación Amigos de Santa Fe la Vieja; Mariela Méndez, ganadora de El Santafesino del Año 2010; Alberto Cassano, docente e investigador del Conicet y fundador del Intec y el Ceride; Pedro Zukas, presidente de Donar; padre Axel Arguinchona, titular de Cáritas, y la periodista Teresa Pandolfo.
Ganadores
La elección de los lectores
María Nélida Rossi de Barale (Santa Fe).
Categoría: Acción Solidaria.
A pesar de haber perdido hace un año a su hija como consecuencia de fibrosis quística (FQ), siguió luchando por los que padecen la enfermedad. Fundadora de Fipan Santa Fe, fue quien consiguió que la enfermedad se reconociera como discapacidad cuando todavía era una enfermedad desconocida. El premio es por su lucha sostenida a través de los años, pero realzada por su continuidad y fortaleza luego de su irreparable pérdida.
La decisión del jurado
Javier Albizu (Santa Fe)
Categoría: Trabajo comunitario
Es sacerdote de la parroquia Jesús Resucitado desde hace dos años y encabeza un proyecto ideado por él que se llama “Uno por Uno, Uno más Uno”, y consiste en abordar de manera integral la realidad concreta de una familia de Alto Verde, lleve el tiempo que lleve, para luego continuar con otra. Una respuesta desde lo habitacional forma parte de ese abordaje. La cantidad de familias del barrio costero que precisan ayuda son varias, por lo que el sacerdote no sabía por dónde empezar.
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